Leccion 10. Seguir a Jesús en la vida diaria (2T 2015 – El libro de Lucas)
Textos bíblicos: Lucas 11:37–54; 12:4–21, 35–53; Amos 6:1; Lucas 8:4–15; 22:24–27.
Citas
• La verdad es una bondad profunda que nos enseña a estar satisfechos en nuestra
vida cotidiana y a compartir la misma felicidad con las demás personas. Jalil
Gibran
• En casi todo lo que toca nuestra vida cotidiana en la tierra, Dios se complace
cuando estamos contentos. Él quiere que seamos como pájaros libres que vuelan y
cantan alabanzas a nuestro Creador, sin ansiedad. Aiden Wilson Tozer
• La religión siempre sigue siendo superior a la vida cotidiana. Para que la
elevación hacia la religión sea más fácil para la gente, la religión debe ser capaz
de alterar sus formas en relación a la conciencia del hombre moderno. Aleksandr
Solzhenitsyn
• No existe una religión en la que la vida cotidiana no se considere como una
prisión; no hay filosofía o ideología que no crea que vivimos en la alienación.
Eugene Ionesco
• El ideal cristiano no ha sido juzgado ni hallado falto. Se considera que es difícil; y
libre de juicio. G.K. Chesterton
Para debatir
¿Qué nos muestra Lucas acerca de la manera en que Jesús vivió? ¿Qué podemos
aprender de esto? ¿Por qué es fácil creer doctrinas, pero difícil de vivir una vida
cristiana? Si nos damos cuenta de que lo que somos se refleja en la vida que vivimos,
¿por qué no podemos vivir de otra manera? ¿Cómo podemos representar a Jesús y ser un
espectáculo verdadero para los ángeles y los seres humanos?
Resumen bíblico
La condena de Jesús al sistema de gobierno religioso de los escribas y fariseos
(Lucas 11:37-54) es significativa debido a que todos estos requisitos afectaban en gran
medida la vida cotidiana de las personas. En particular, Jesús se centró en las exigencias
mínimas que dejaban de lado los aspectos realmente importantes de la vida. A los
intérpretes de la ley dijo: “ustedes ponen sobre la gente cargas difíciles de soportar, pero
ustedes no mueven ni un dedo por ayudarles” Lucas 11:46 FBV. En otras palabras, el
impacto en la vida diaria era grande, pero a ellos no le importaba. En Lucas 12 Jesús
aconseja a la gente cómo vivir: cómo confiar en el Espíritu Santo para que hable por
nosotros; no valorarnos con base a nuestras sus posesiones; la inutilidad de almacenar
tesoros; no estar preocupados por la comida y la ropa; estar listos para el regreso del
Señor. Al contar la parábola del sembrador (Lucas 8:4-15) Jesús hizo reales algunos
conceptos espirituales en las mentes de sus oyentes. Jesús dice (Lucas 22:24-27) que no
debemos buscar el poder, sino ser siervos unos de otros. Amós 6:1 menciona aflicciones
para los que están en el poder y tienen posición.
Comentario
Jesús está mucho más del lado de las personas comunes y corrientes que están
tratando de vivir sus vidas, y se opone a las cargas impuestas sobre ellos por los líderes
religiosos. El problema que los fariseos tenían era una estimación falsa de su justicia, y
una imagen falsa de Dios, y ponían tales percepciones sobre las personas que como
resultado de ello terminaban con gran sufrimiento.
“¿Quién este este que dice blasfemias?” preguntaron. “¿Quién puede perdonar
pecados? ¡Solo Dios puede hacerlo!” decían los fariseos. (Lucas 5:21 FBV). Cierto. Sólo
Dios puede perdonar los pecados. Pero tal como Jesús quería señalar, su punto de vista
estaba en la necesidad del perdón legal para poder recibir las bendiciones de Dios. Un
tipo de obra exterior, un concepto ritualizado de la salvación.
Pero Jesús les señala de nuevo lo que es realmente es la salvación, al decir: “¿Por
qué están cuestionando este hecho? ¿Qué es más fácil? ¿Decir “tus pecados están
perdonados, o decir “levántate y camina”? Pero yo les demostraré que el Hijo del hombre
tiene la autoridad para perdonar pecados aquí en la tierra.” Entonces le dijo al hombre
paralítico: “Yo te digo: Levántate, recoge tu camilla y vete a casa.” (Lucas 5:22-24 FBV).
¿Qué era más fácil en la mente de los fariseos? ¿Sanar o perdonar pecados?
Obviamente ellos podían tolerar a Jesús como “simplemente otro hacedor de milagros
que cura”, pero no como alguien que anduviera por ahí perdonando pecados. Los fariseos
habían desarrollado un conjunto muy meticuloso de normas y reglamentos para lograr el
perdón. Su idea de la salvación era la estricta observancia de las ceremonias y rituales.
Así que cuando Jesús anduvo por ahí diciendo que podía perdonar pecados, reaccionaron
violentamente contra él.
El énfasis de los escribas y fariseos, -y de hecho, de todos los que apoyan el
sistema- está en la legalidad y la forma de la religión, que es lo contrario a la vida y las
enseñanzas de Jesús. Su actitud los llevó a matar a Jesús, precisamente porque él no
parecía obedecer la ley.
Esta es la triste historia de cómo Dios es falsificado, exhibiendo los inmensos
peligros de la creación de un sistema de observancia ritual y un contrato legal. Los
fariseos pensaban que eran especiales, depositarios del sistema de la salvación de Dios.
Pero el de ellos no era en absoluto un sistema de salvación, más bien era un medio de
esclavitud que conducía a la adoración mecánica y a la culpa personal. Por eso Jesús se
reservó su más enérgica condena para los que pensaban que eran “verdaderos seguidores
de Dios,” llamándolos hipócritas y sepulcros blanqueados. No hay nada que de vida en un
sistema tan agobiante de castigo y penitencia.
Para salvar su sistema, ellos estuvieron dispuestos a sacrificar a un hombre por el
bien del pueblo, a abandonar los principios de verdad, justicia y amor, y diseñar la cruel
muerte de un hombre inocente.
En lugar de todas estas normas exigentes Jesús enfatiza la importancia de una
relación personal con Dios, y de hacer lo correcto porque es lo correcto. Rechazando el
pensamiento de los líderes religiosos de su tiempo, Jesús señala invita a la gente a mirar
más allá, a las realidades espirituales.
Comentarios de Elena de White
Se requiere mucho más gracia y seria disciplina del carácter para trabajar para
Dios como mecánico, comerciante, abogado o agricultor, que práctica los preceptos del
cristianismo en los negocios de la vida, que trabajar como misionero profesional en el
campo de labor, donde la posición de uno es entendida y la mitad de sus dificultades son
obviadas por ese mismo hecho. Se necesitan nervios y músculos espirituales vigorosos
para llevar la religión al taller y a la oficina, santificando los detalles de la vida diaria y
sujetando cada transacción mundanal a las normas de un cristiano bíblico. {La
Conducción del Niño, p. 336}
Debemos negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y seguir a Jesús. Ninguno de
nosotros puede alcanzar el cielo, excepto por el camino estrecho y cargando la cruz. Sin
embargo, cuántas personas prefieren llevar la cruz como un adorno, pero fracasan en
llevarla en la vida práctica y cotidiana. {Exaltad a Jesús, p. 239}
Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2015
Traducción: Shelly Barrios De Ávila