El primer milagro grabado de Jesús fue en una fiesta de bodas en Cana. Y nuestro primer encuentro con Cristo cuando lleguemos al cielo será en otra ceremonia de matrimonio. Hemos sido invitados a la cena matrimonial del cordero. Jesús suministró el vino para la primera fiesta en Cana, y él ya ha preparado el vino en el cielo. Será el símbolo de su sangre sacrificial derramada para el Calvario.
Durante los últimos días de la historia de la Tierra, será especialmente difícil recordar que Dios nos ama. El sufrimiento y las pruebas que experimentaremos, o incluso experimentar ahora, nos hacen preguntarnos si Dios realmente nos ama. Es difícil sentir su amor o cualquier amor en tiempos de dificultad. Simplemente no nos sentimos tan cerca de Dios, como en realidad.
Hay muchas descripciones en la Biblia de las más íntimas de todas las relaciones: el matrimonio de dos individuos que se comprometen a la vida de ser fieles el uno al otro. Estos ejemplos de matrimonio nos recuerdan que Dios quiere conocer y amarnos tanto como un cónyuge, que nos conoce íntimamente más que cualquier otra persona.