De Profetas y Reyes, p. 162:
“En la experiencia de todos vienen tiempos de aguda desilusión y total desaliento; días en que la pena es la porción, y es difícil creer que Dios es todavía el bondadoso benefactor de sus hijos nacidos en la tierra; días en que los problemas acosan el alma, hasta que la muerte parece preferible a la vida. Es entonces cuando muchos pierden su confianza en Dios y caen en la esclavitud de la duda, en la esclavitud de la incredulidad. Si pudiéramos discernir con perspicacia espiritual el significado de las providencias de Dios, veríamos a los ángeles tratando de salvarnos de nosotros mismos, esforzándose por plantar nuestros pies sobre un fundamento más firme que las colinas eternas, y surgiría una nueva fe, una nueva vida.” ~Ellen G. White
Ver el panorama general de quién es Dios y saber que tiene planes para su pueblo debería darnos la esperanza indestructible de que su venida está próxima.