Asc. Metropolitana MX Lección 12: El Deseado de todas las gentes – Sábado 20 de Marzo de 2021

Isaías 59 nos muestra los efectos del pecado. El capítulo comienza con la pregunta de por qué Dios no nos oye y no viene a rescatarnos (Isaías 59:1). Isaías les explicó que el silencio de Dios era el resultado de sus propios fracasos y carencias (Isaías 59:2).

Adán y Eva se escondieron de Dios en el Jardín del Edén. Después de su desobediencia, ELLOS se escondieron de Dios. Él era quien los llamaba y los buscaba (Génesis 3:8, 9).

Muchas veces la separación, o el sentirse apartado y no escuchado por Dios, se debe en realidad a nuestro propio pecado. En pocas palabras, el pecado nos separa de Dios. Es tan ajeno a nuestro Creador, que no pueden coexistir. No es de extrañar que a veces nos sintamos alejados de Dios. No es su culpa, ¡es la nuestra!

Esto nos ayuda a desarrollar una mejor comprensión del pecado que tan fácilmente se cuela en nuestras vidas. El pecado es básicamente el rechazo de Dios. Ocurre siempre que nos alejamos de Él. Pero la buena noticia es que Dios sigue llamándonos, como lo hizo en el Jardín.

Radio Adventista
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