Asc. Metropolitana MX Lección 11: Cómo administrarse en tiempos difíciles – Sábado 18 de Marzo de 2023

Aunque nuestras posesiones nos parezcan especialmente importantes cuando los tiempos se ponen difíciles, no debemos centrarnos en ellas hasta el punto de que sean capaces de poseernos. Preocuparse por cómo podemos gestionar nuestros bienes en tiempos de prosperidad ya es bastante malo, pero esa ansiedad suele magnificarse durante una crisis.

Curiosamente, a muchas personas les resulta útil gestionar su vida, por complicada que sea en ese momento, haciendo todo lo posible por simplificar o reducir sus activos, en lugar de buscar formas de acumular más. Convertirse en minimalista se ha hecho popular recientemente en nuestra cultura actual. Sin embargo, incluso tenía sentido para Elena de White, hace más de un siglo, cuando recomendó que “deberían reducir sus posesiones en lugar de aumentarlas….getting things into as compact a compass as possible”. Counsels on Stewardship, p. 59.

Dios espera que vivamos tan cómodamente como podamos, proveyendo para las necesidades de nuestros seres queridos de una manera que corresponda a cómo hemos sido bendecidos. Pero, esto debe hacerse de una manera que nos permita ser generosos con los demás y nos impida volvernos codiciosos. No debemos aferrarnos innecesariamente a un dinero que podría beneficiar a otros menos afortunados.

El mejor uso de nuestra riqueza, por supuesto, debe ser difundir el Evangelio, preparándonos a nosotros mismos y a los demás para la Segunda Venida. Ahorrar para emergencias está bien, pero no debemos aferrarnos a nuestra riqueza hasta el punto de descuidar la causa de Dios.

Jesús no dijo en el Sermón de la Montaña que fuera difícil servir a dos señores: a Dios y a nuestras riquezas, por ejemplo (Mateo 6:24). Dijo que era imposible, lo que hace aún más crucial que sirvamos al Señor, y sólo a Él. El dinero y otras bendiciones materiales tienen el propósito de servirnos, haciéndonos más fácil servir a Dios. Aparte de eso, es inútil tenerlos.

Colosenses 3:2 nos dice que pongamos nuestra mente, o afecto, en Dios, no en las cosas del mundo. ¿Y cuáles son estas cosas mundanas que debemos evitar? Según 1 Juan 2:15-17, nuestro deseo de gratificación instantánea, en lugar de esperar nuestro destino eterno, nos atrae al mundo apelando a nuestra…

  • la lujuria de la carne (lo que nos hace sentir bien)
  • la lujuria de los ojos (lo que se ve bien)
  • orgullo de la vida (lo que no es bueno)

2 Pedro 3:10-14 es un pasaje que nos proporciona nuestra misión y enfoque, permitiéndonos establecer nuestras prioridades donde deben estar, que es claramente en el pronto regreso de nuestro Señor y Salvador. No hay mejor uso de nuestros recursos hoy en día, ya sea en forma de dinero, talento, o cualquier forma en que seamos bendecidos por Dios, que utilizarlos para prepararnos para el mayor acontecimiento de toda la historia, la Segunda Venida.

IA Para Docentes
0 comments… add one

Leave a Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.