Además de su blasfemia, sus intentos de cambiar tiempos y leyes, y la extensa persecución que ejecutó contra el pueblo de Dios, debemos considerar el elemento temporal de esa persecución que se menciona con frecuencia en los libros de Daniel y Apocalipsis (Daniel 7:25 y Apocalipsis 12: 4, 13:5). Ya sea un tiempo, tiempos y medio tiempo, 1.260 años proféticos o cuarenta y dos meses, todos tienen la misma duración y encajan perfectamente con los 1.260 años del 538 al 1798 d.C., cuando el papado tenía el mayor poder en Europa central y occidental.
Apocalipsis 13:10, al finalizar su descripción de la bestia del mar, arroja una pista tentadora al afirmar que “el que lleva en cautiverio, en cautiverio irá”. El año 1798 fue el año en que uno de los generales de Napoleón llevó cautivo al Papa a París, lo que marcó notablemente el principio del fin del poder del pontífice.
Sin embargo, Apocalipsis 13:12 declara que habrá un resurgimiento de la bestia. “Su herida mortal fue curada”, nos dicen. Hemos visto una creciente popularidad de la religión católica romana, incluso entre los protestantes en las últimas décadas. El Papa es visto cada vez más como un líder mundial que promueve la paz y el bienestar para todos. De manera alarmante, el Papa Benedicto XVI sugirió en un discurso del 6 de junio de 2012 que el domingo, primer día de la semana, debería observarse como un día de descanso y libertad para todas las familias del mundo.
