En la Biblia, que es la guía directa de la voluntad de Dios, también tenemos la naturaleza que nos puede enseñar a través de la observación. Nos enseña de dos maneras: una, que muestra el daño causado por la acción del pecado, otro, de lo mucho que queda de la belleza y la funcionalidad original.
Para vivir sabiamente debemos estudiar nuestra Biblia todos los días, las lecciones de la Escuela Sabática, y suplicar el poder de lo alto para poner todo lo que estudiamos en la práctica.
