La arrogancia o el orgullo es uno de los defectos del ser humano heredados de Satanás, y lo que más abomina Dios y que menor esperanza de reconciliación ofrece. Es este defecto que determina la destrucción del pecador rebelde: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso”. – Proverbios 16:18 – NVI.
A respecto de lucifer declara el profeta: “ A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor,..”. – Ezequiel 28:17 – NVI. El orgullo es la característica que trasmite la idea de autosuficiencia y espíritu de independencia. Todas las criaturas de Dios traen el sentido y la necesidad de dependencia, porque están ligadas a Él por la gracia que es la fuente de vida. Cuando el orgullo se apodera de seres creados, ellos pierden el sentido de dependencia, el espíritu de humildad y alimentan el deseo de suficiencia propia. En lucifer, el surgimiento de estas actitudes, es descrito por Pablo como un misterio: “Es cierto que el misterio de la maldad ya está ejerciendo su poder; pero falta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene” – 2 Tesalonicenses 2:7 – NVI. Ahora, lucifer transformado en Satanás, actúa en la mente de las criaturas humanas para formar en ellas estas ideas y destruir sus relaciones con el Creador.