Lección 8 edicion Adultos: “Del mar tormentoso a las nubes de los cielos” Para el 22 de febrero de 2020

Primer trimestre (enero-marzo) de 2020

“Del mar tormentoso a las nubes de los cielos”

Lección 8: – Para el 22 de febrero de 2020

 

Sábado 15 de febrero

Lee Para el Estudio de esta Semana: Daniel 7; 2 Tesalonicenses 2:1–12; Romanos 8:1; Marcos 13:26; Lucas 9:26; Lucas 12:8; 1 Timoteo 2:5.

Para Memorizar: “Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es Reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán” (Dan. 7:27).

La visión de Daniel 7, nuestro tema de esta semana, es paralela al sueño de Daniel 2. Pero Daniel 7 amplía lo revelado en Daniel 2. En primer lugar, la visión ocurre de noche y retrata al mar agitado por los cuatro vientos. La oscuridad y el agua nos recuerdan la Creación, pero esta creación parece estar de algún modo distorsionada o bajo ataque. En segundo lugar, los animales de la visión son inmundos e híbridos, lo que representa una violación del orden creado. En tercer lugar, los animales descriptos ejercen dominio; por tanto, al parecer estos poderes usurparon el dominio que Dios le dio a Adán en el Edén. En cuarto lugar, con la venida del Hijo del Hombre, el dominio de Dios les es restituido a quienes pertenece por derecho. Lo que Adán perdió en el Edén, el Hijo del Hombre lo recupera en el Juicio celestial.

La descripción anterior ofrece una vista panorámica de las imágenes bíblicas que se ejecutan en segundo plano en esta visión sumamente simbólica. Afortunadamente, el ángel explica algunos de los detalles fundamentales de la visión para que podamos entender los entornos principales de esta sorprendente profecía.

 

Domingo 16 de febrero:

Cuatro animales

Lee Daniel 7. ¿Cuál es la esencia de lo que se le muestra a Daniel y de qué trata la visión?

Cada animal que ve Daniel corresponde a una parte de la estatua que se le muestra a Nabucodonosor, pero ahora se dan más detalles sobre cada reino. Es interesante que todas las criaturas, que simbolizan las naciones paganas, sean bestias inmundas. Además, salvo la cuarta bestia, Daniel define a los animales como semejantes a algunas criaturas conocidas. Por ende, los animales no son símbolos arbitrarios, ya que cada uno tiene algunas características o señala algún aspecto del reino que representa.

León: Un león es la representación más adecuada de Babilonia. Los leones alados decoraban las paredes de un palacio y otras obras de arte babilónico. Al león representado en la visión finalmente le arrancan las alas, se para sobre sus patas traseras como un hombre y recibe un corazón humano. Este proceso simboliza la decadencia del imperio babilónico bajo sus reyes posteriores.

Oso: El oso representa al Imperio Medopersa. El hecho de que se levante para un costado indica la superioridad de los persas sobre los medos. Las tres costillas entre los dientes representan las tres conquistas principales del Imperio Medopersa: Lidia, Babilonia y Egipto.

Leopardo: El leopardo veloz representa el Imperio Griego que fundó Alejandro Magno. Las cuatro alas hacen que esta bestia sea aún más veloz, una adecuada representación de Alejandro, que en pocos años sometió a todo el mundo conocido bajo su dominio.

La bestia espantosa y terrible: Mientras que las entidades anteriores solamente se asemejan a los animales mencionados, esta tiene identidad propia. Es decir, a las primeras se las representa “como” un león o “como” un oso, pero esta no se compara con nada. Esta bestia con múltiples cuernos también parece mucho más cruel y rapaz que las anteriores. Como tal, es una representación adecuada de la Roma pagana, que conquistó, gobernó y pisoteó el mundo con pies de hierro.

Todos estos miles de años de historia humana han ido sucediendo tal como fue predicho. ¿Cuánto consuelo te da saber que Dios gobierna por encima de todo el clamor, el desconcierto y, a veces, el caos absoluto? ¿Qué nos enseña esto acerca de la veracidad de las Escrituras?

 

Lunes 17 de febrero:

El cuerno pequeño

Lee Daniel 7:7, 8 y 19 al 25. ¿Quién es el poder del cuerno pequeño que surge directamente de la cuarta bestia y continúa siendo parte de ella?

Ayer aprendimos que el animal feroz de diez cuernos que gobierna el mundo con la mayor crueldad representa a la Roma pagana. Ahora debemos considerar el cuerno pequeño y el poder que representa. Como se muestra en la visión, el cuarto animal tiene diez cuernos, de los cuales tres fueron arrancados para dar paso a un cuerno pequeño. Este cuerno tiene ojos humanos y habla “grandes cosas” (Dan. 7:8). Está claro que el cuerno pequeño surge de la entidad representada por el animal terrible, que es la Roma pagana. En cierto modo, el cuerno extiende, o mantiene, algunas características de la Roma pagana. Es solo una etapa posterior del mismo poder.

Daniel ve que este otro cuerno hace guerra contra los santos. El ángel le explica que este cuerno es un rey que realizará tres actos ilícitos: (1) pronunciar grandes cosas contra el Altísimo, (2) perseguir a los santos del Altísimo, y (3) intentar cambiar los tiempos y la ley. Y como consecuencia, los santos serían entregados en sus manos. A continuación, el ángel da el plazo para las actividades del cuerno pequeño: tiempo, y tiempos, y medio tiempo. En este ejemplo de lenguaje profético, la palabra tiempo significa “año”, por lo que la expresión tiempos significa años, una forma dual: “dos años”. Por lo tanto, este es un período de tres años y medio proféticos que, según el principio día/año, indica un período de 1.260 años. Durante este tiempo, el cuerno pequeño organizará un ataque contra Dios, perseguirá a los santos e intentará cambiar la Ley de Dios.

Lee 2 Tesalonicenses 2:1 al 12. ¿Qué similitudes hay entre el hombre de pecado y el cuerno pequeño? ¿De qué poder creemos que está hablando, y por qué? ¿Cuál es el único poder que derivó de la Roma pagana, pero continúa formando parte de Roma?; poder que se extiende desde la época de la Roma pagana hasta el fin del mundo, lo que significa que todavía existe hoy.

 

Martes 18 de febrero:

Fueron puestos tronos

Después de la visión de los cuatro animales y las actividades del cuerno pequeño, el profeta ve una escena de juicio en el cielo (Dan. 7:9, 10, 13, 14). Cuando el tribunal se reúne, se colocan tronos y el Anciano de días toma asiento. Como muestra la escena celestial, miles y miles de seres celestiales sirven delante del Anciano de días, el tribunal se sienta y se abren los libros.

Es importante notar que este juicio tiene lugar después del período de 1.260 años de actividad del cuerno pequeño (538–1798 d.C; ver la lección del viernes) pero antes de la instauración del Reino final de Dios. De hecho, tres veces aparece la siguiente secuencia en la visión:

Fase de cuerno pequeño (538–1798)
Juicio celestial
El Reino eterno de Dios

Lee Daniel 7:13, 14, 21, 22, 26 y 27. ¿De qué manera el juicio beneficia al pueblo de Dios?

El Antiguo Testamento describe varios actos de juicio que se emiten desde el Tabernáculo y el Templo, pero el juicio al que se hace referencia aquí es diferente. Este es un juicio cósmico que afecta no solo al cuerno pequeño, sino también a los santos del Altísimo, quienes finalmente recibirán el reinado. Daniel 7 no describe el juicio ni da detalles sobre su comienzo ni fin. Pero da a entender que el juicio se lleva a cabo después del ataque del cuerno pequeño contra Dios y su pueblo. Por lo tanto, el propósito es enfatizar el comienzo de un juicio de proporciones cósmicas. Al estudiar Daniel 8 y 9 (ver próximas semanas), aprenderemos acerca del momento en que comienza el Juicio y el hecho de que este juicio está relacionado con la purificación del Santuario celestial en el Día de la Expiación celestial. La lección es que indudablemente tendremos un juicio preadvenimiento en el cielo, que estará a favor del pueblo de Dios (Dan. 7:22).

¿Por qué es tan importante que entendamos lo que Jesús logró por nosotros en la Cruz para poder tener seguridad en el día del Juicio? ¿Qué esperanza tendríamos, o podríamos tener, sin la Cruz? (Ver Rom. 8:1.)

 

Miércoles 19 de febrero:

La venida del hijo del hombre

Lee Daniel 7:13. ¿Quién es el hijo de hombre aquí y cómo lo identificas? (Ver además Mar. 13:26; Mat. 8:20; 9:6; Luc. 9:26; 12:8).

A medida que se desenvuelve el juicio, una figura más importante entra en escena: el Hijo del Hombre. ¿Quién es? En primer lugar, el Hijo del Hombre aparece como un personaje celestial individual. Pero como el título lo indica, también muestra rasgos humanos. En otras palabras, es divino-humano y desempeña un papel activo en el juicio. En segundo lugar, el Hijo del Hombre que viene en las nubes de los cielos es una imagen común de la Segunda Venida en el Nuevo Testamento. Sin embargo, en Daniel 7:13 específicamente, no se describe al Hijo del Hombre viniendo del cielo a la Tierra, sino desplazándose horizontalmente de un lugar del cielo a otro para presentarse delante del Anciano de días. En tercer lugar, la representación del Hijo del Hombre que viene en las nubes del cielo sugiere una manifestación visible del Señor. Pero estas imágenes también nos recuerdan al sumo sacerdote que, rodeado por una nube de incienso, ingresa al Lugar Santísimo el Día de la Expiación para llevar a cabo la purificación del Santuario.

El Hijo del Hombre es también un personaje real. Recibe “dominio, gloria y reino para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran” (Dan. 7:14). El verbo “servir” también se puede traducir como “adorar”. Aparece nueve veces en los capítulos 1 al 7 (Dan. 3:12, 14, 17, 18, 28; 6:16, 20; 7:14, 27) y transmite la idea de rendir homenaje a una deidad. Entonces, como consecuencia del intento de cambiar la Ley de Dios, el sistema religioso representado por el cuerno pequeño corrompe la adoración debida a Dios. El juicio que aquí se describe muestra que finalmente se restablece la verdadera adoración. El sistema de adoración establecido por el sistema papal, entre otros elementos, coloca a un ser humano caído como mediador entre Dios y la humanidad. Daniel muestra que el único mediador capaz de representar a la humanidad ante Dios es el Hijo del Hombre. Como dice la Biblia, “porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Tim. 2:5).

De todo lo que hemos leído en la Biblia acerca de la vida y el carácter de Jesús, ¿qué es lo más reconfortante al saber que él es tan esencial en el juicio que aquí se describe?

 

Jueves 20 de febrero:

Los santos del Altísimo

¿Qué pasa con el pueblo de Dios según los siguientes versículos? Daniel 7:18, 21, 22, 25 y 27.

Los “santos del Altísimo” es una designación del pueblo de Dios. El poder representado por el cuerno pequeño los ataca. Debido a que insisten en permanecer fieles a la Palabra de Dios, son perseguidos durante la época del gobierno papal. Los cristianos también fueron perseguidos durante el tiempo del Imperio Romano pagano (la cuarta bestia), pero la persecución que se menciona en Daniel 7:25 es una persecución de los santos por parte del cuerno pequeño, que surge recién después de que termina la fase pagana de Roma.
Sin embargo, el poder mundano no someterá a la opresión al pueblo de Dios para siempre. El Reino de Dios reemplazará a los reinos del mundo. Curiosamente, en esta visión, al Hijo del Hombre “le fue dado dominio, gloria y reino” (Dan. 7:14). Pero en la interpretación brindada por el ángel, son los “santos” quienes reciben el reino (Dan. 7:18). No hay contradicción aquí. Debido a que el Hijo del Hombre está relacionado con Dios y con la humanidad, su victoria es la victoria de aquellos a quienes él representa.

Cuando el sumo sacerdote le preguntó a Jesús si era el Mesías, el Hijo de Dios, Jesús se remitió al Salmo 110:1 y Daniel 7:13 y 14 y dijo: “Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mar. 14:62). Por lo tanto, Jesús es el que nos representa en el tribunal celestial. Él ya ha derrotado a los poderes de las tinieblas y comparte su triunfo con quienes se acercan a él. Por lo tanto, no hay razón para temer. Como el apóstol Pablo tan acertadamente declara: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom. 8:37–39).

Fíjate con qué precisión la visión de Daniel representa la historia, miles de años antes. ¿En qué medida esto debería ayudarnos a aprender a confiar en todas las promesas de Dios para el futuro?

 

Viernes 21 de febrero

Para Estudiar y Meditar:

Una mirada rápida a la historia revela que después de la caída del Imperio Romano, que sobrevino por los ataques de los Bárbaros del norte, el obispo de Roma aprovechó el derrocamiento de tres tribus bárbaras y se consolidó como el único poder de Roma a partir de 538 d.C. En este proceso, adoptó varias funciones institucionales y políticas del emperador romano. De allí surgió el papado, investido con el poder temporal y religioso, hasta que en 1798 Napoleón lo depuso. Esto no le puso fin a Roma, sino solo a esa fase específica de persecución. El Papa no solo pretendía ser el vicario de Cristo, sino además introdujo varias doctrinas y prácticas contrarias a la Biblia. El purgatorio, la penitencia, la confesión verbal oída y el cambio del mandamiento del sábado al domingo se encuentran entre muchos otros cambios de “los tiempos y la ley” introducidos por el papado.

“Por sí mismo el hombre no puede enfrentar esas acusaciones del enemigo. Con sus ropas manchadas de pecado, confiesa su culpabilidad delante de Dios. Pero Jesús, nuestro Abogado, presenta una súplica eficaz en favor de todos los que mediante el arrepentimiento y la fe le han confiado la guarda de sus almas. Intercede por su causa y vence a su acusador con los poderosos argumentos del Calvario. Su perfecta obediencia a la ley de Dios le ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra, y él solicita a su Padre misericordia y reconciliación para el hombre culpable. Al acusador de sus hijos declara: ‘¡Jehová te reprenda, oh Satanás! Estos son la compra de mi sangre, tizones arrancados del fuego’. Y los que confían en él con fe reciben la consoladora promesa: ‘Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala’ (Zac. 3:4)” (PR 430, 431).

Preguntas para Dialogar:

Repasa todas las características del poder del cuerno pequeño que surge de la cuarta bestia, Roma, y continúa formando parte de ella. ¿Cuál es el único poder que surgió de la Roma pagana hace muchos siglos y que, además de haber perseguido al pueblo de Dios, sigue existiendo en la actualidad? ¿Por qué esta identificación clara debería ayudarnos a protegernos de las especulaciones sobre su identidad, incluida la idea de que el cuerno pequeño se refiere a un rey griego pagano que desapareció de la historia más de un siglo y medio antes de la primera venida de Jesús? Estas claras señas de identidad, ¿cómo deberían protegernos también de la creencia de que el cuerno pequeño es un poder que surgirá en el futuro?

IA Para Docentes
1 comment… add one
  • Me interesa estudiar las lecciones de la escuela sabatica

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