Lección 11 Edicion Adultos: “Un pueblo reincidente” Para el 14 de diciembre de 2019

Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2019

“Un pueblo reincidente”

Lección 11: – Para el 14 de diciembre de 2019

 

Sábado 7 de diciembre

Lee Para el Estudio de esta Semana: Nehemías 13:1–9; Deuteronomio 23:3–6; Nehemías 13:10–14; Números 18:21–24; Nehemías 13:15–22; Juan 5:5–16.

Para Memorizar: “Y dije a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del reposo. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la grandeza de tu misericordia” (Neh. 13:22).

En el ínterin entre los capítulos 12 y 13, Nehemías regresa a Babilonia. Aunque no sabemos por cuánto tiempo se ausentó, cuando regresó (probablemente, alrededor de 430–425 a.C.), el pueblohabíareincidido en sus malos hábitos. Si bien había pactado con Dios en estas cuestiones (no casarse con idólatras; guardar fielmente el sábado; y ocuparse del Templo y su personal mediante los diezmos y las ofrendas [Neh. 10]), había violado las tres promesas.

Cuando Nehemías regresó, los encontró muy descuidados en su devoción a Dios. El pueblo había dejado de devolver los diezmos y las ofrendas, comenzó a usar las salas del Templo para otros fines, dejó de guardar el sábado correctamente e incluso volvió a celebrar matrimonios con las naciones circundantes. Lo peor de todo es que los dirigentes que él había dejado a cargo fueron los que contribuyeron al deterioro de la relación de los israelitas con Dios. No es de extrañar que Nehemías haya quedado devastado cuando se enteró de cuánto habían cambiado. Sin embargo, en lugar de aceptarlo, una vez más como lo exigía su carácter, intervino para la gloria de Dios.

 

Domingo 8 de diciembre:

Los dirigentes del templo se corrompen

Nehemías 13 comienza con una preocupación respecto de los extranjeros/idólatras amonitas y moabitas en medio de ellos (Neh. 13:1-3). Estos versículos no hablan deexpulsar a gente de otra una nación o raza que seguía a Dios, sino de expulsar a quienes tenían una fe diferente: no a los conversos, sino a los idólatras. (Ver, además, Deut. 23:3–6.)

Lee Nehemías 13:1 al 9. ¿Quiénes eran Eliasib y Tobías? ¿Por qué es inaceptable lo que hicieron? Analiza Nehemías 2:10 y 19; 3:1; 12:10 y 22; 13:28.

Tanto Eliasib como Tobías son figuras conocidas en el libro de Nehemías. Eliasib era el sumo sacerdote de la nación, y también estaba a cargo del Templo. Se menciona a Tobías como el enemigo amonita de Nehemías que se opuso vehementemente a su trabajo en Jerusalén. La alianza de Eliasib y Tobías sugiere una relación establecida a través del matrimonio.

Aunque no se han conservado los registros de la conexión matrimonial, sabemos que Tobías tenía un nombre judío (que significa “el Señor es bueno”) y, por lo tanto, muy probablemente sea de origen judío. Se cree que los familiares de su esposa, los descendientes de Ara, aunque no se los identifica, estaban emparentados con la familia de Eliasib. Además, Sanbalat el horonita, el otro adversario de Nehemías, tenía una hija que estaba casada con el nieto de Eliasib. Por lo tanto, el círculo de intriga alrededor de Nehemías debe haber sido intenso, ya que los funcionarios de más alto rango de la región estaban emparentados y aliados contra el liderazgo de Nehemías.

Durante la ausencia del gobernador, el sumo sacerdote le dio a Tobías una de las habitaciones del Templo que estaba destinada a guardar el diezmo, los regalos y las ofrendas. A Tobías se le otorgó residencia permanente en el Templo, una forma de establecerlo como uno de los líderes de la nación. Los enemigos de Nehemías finalmente lograron lo que siempre quisieron: desplazar a Nehemías y asumir el liderazgo ellos mismos. Afortunadamente, Nehemías no iba a quedarse sentado sin hacer nada.

El pueblo de Dios a lo largo de la historia sagrada (los judíos del antiguo Israel o los cristianos que los siguieron durante y después de la época neotestamentaria) ¿se dejaba engañar tan fácilmente? ¿Cómo podemos evitar sus errores?

 

Lunes 9 de diciembre:

Los levitas en los campos

Lee Nehemías 13:10 al 14. ¿Qué intenta solucionar Nehemías aquí?

Los cantantes, guardianes y otros servidores del Templo tuvieron que volver a trabajar al campo para alimentar a sus familias, porque el pueblo no estaba sosteniendo la obra de Dios. Todo el sistema de diezmos y ofrendas que fue establecido con tanto cuidado ahora estaba en ruinas. Nehemías tuvo que empezar de nuevo. El acto de arrojar todo afuera de la habitación muestra desesperación.

“No solo se había profanado el Templo, sino que se había dado una aplicación incorrecta a las ofrendas. Esto propendió a desalentar la liberalidad del pueblo. Habiendo éste perdido su celo y fervor, le costaba mucho pagar sus diezmos. La tesorería de la casa del Señor estaba mal provista y muchos de los cantores y otros empleados en el servicio del Templo, al no recibir suficiente sustento, habían dejado la obrade Dios para trabajar en otra parte” (PR 491).

Es fascinante ver que todo Judá se volvió a reunir y reconstruyó lo que se había destruido. El pueblo estaba de parte de Nehemías contra Tobías y Eliasib, porque deben haber notado que Nehemías hacía todo lo posibleen beneficio del pueblo. Además, Nehemías les confió los cargos de supervisores de los terrenos del Templo a hombres a quienes consideraba fieles y dignos de confianza. A ellos se les encomendó la tarea de recolectar los diezmos y ofrendas, asegurarse de que las mercaderías se almacenaran correctamente y distribuir los recursos a las partes correspondientes. En otras palabras, Nehemías entró y arrancó de raíz el sistema corrupto de liderazgo aparentemente de un plumazo.

Aunque Nehemías designó a hombres fieles en la organización del Templo, el corrupto Sumo Sacerdote, Eliasib, no perdió su puesto, ya que se transmitía a través de los descendientes de Aarón. Su trabajo en el Templo es posible que haya quedado paralizado por las medidas de Nehemías de asignar a otros para algunas de las responsabilidades del Sumo Sacerdote, pero él todavíaseguía siendo el Sumo Sacerdote.

Nehemías había orado: “¡Recuerda esto, Dios mío, y favoréceme; no olvides todo el bien que hice por el Templo de mi Dios y de su culto!” (Neh. 13:14, NVI). ¿Por qué era tan humana esta oración?

 

Martes 10 de diciembre:

Diezmos y ofrendas

Las reformas de los servicios del Templo por parte de Nehemías incluían la implementación de diezmos y ofrendas.

Lee Números 18:21 al 24; Malaquías 3:10; Mateo 23:23; 1 Corintios 9:7 al 14; 2 Corintios 9:6 al 8; y Hebreos 7:1 y 2. ¿Qué nos enseñan estos pasajes acerca de la importancia de los diezmos y las ofrendas, no solo en el servicio del Templo, sino también en la actualidad?

Si no se recolectaban los diezmos y las ofrendas, el Templo no podía funcionar. Cuando cesó el diezmo, los servicios del Templo se vinieron abajo y todo el sistema de adoración corría peligro. Como el personal del Templo tuvo que salir a buscar otros trabajos para alimentar a sus familias, no podían concentrarse en atender el Templo. En consecuencia, la adoración a Dios disminuyó.

“El sistema del diezmo es hermoso por su sencillez. Su equidad se revela en la obligación proporcional que coloca sobre ricos y pobres. En proporción a la manera como Dios nos ha dado el uso de su propiedad, así también debemos devolverle el diezmo.

“Cuando Dios pide nuestros diezmos (Mal. 3:10), no apela a nuestra gratitud ni a nuestra generosidad. Si bien es cierto que la gratitud debiera tener una parte en todas nuestras expresiones a Dios, diezmamos porque Dios lo ha ordenado. El diezmo pertenece al Señor, y él requiere que se lo devolvamos” (Creencias de los adventistas del séptimo día, p. 375).

Tal como sucedió con el Templo israelita, nuestra iglesia se vendría abajo sin el apoyo de los diezmos y las ofrendas de los miembros. Nuestros servicios religiosos no funcionarían sin gente a la que se le paga para dedicar tiempo de calidad a un ministerio, a una planificación y a una gestión eclesiástica para Dios. La adoración a Dios también disminuiría en calidad. Pero lo más importante es que sin diezmos y ofrendas, no habría evangelización.

Además, diezmamos porque Dios estableció el sistema en su Palabra. Hay veces en las que Dios no tiene que explicar por qué establece algo. Él espera que confiemos en que él ejerce el control. Nosotros debemos averiguar y estar informados de cómo funciona el sistema, pero luego confiar todo en sus manos.

¿Por qué el diezmo es tan importante para nuestra espiritualidad, y como medida de nuestra confianza en Dios?

 

Miércoles 11 de diciembre:

Pisando en lagares en sábado

Lee Nehemías 13:15 y 16. ¿Cuál es el problema que Nehemías trata aquí?

No es fácil alzarse a favor de Dios cuando eres minoría. Como Dios dijo que el sábado era un día santo en el que nadie debía trabajar, Nehemías tenía el objetivo de asegurarse de que este mandato se cumpliera en Jerusalén. Sin duda, sintió la obligación moral de asumir esa postura y luego actuar en consecuencia.

El sábado se creó como lacorona de la semana de la creación porque era un día especial en el que las personas debían renovarse y recrearse al dedicarle tiempo a Dios de una manera que no podían hacerlo mientras se dedicaban a sus ocupaciones o a otras actividades seculares.

Se ha dicho que “Más de lo que Israel guardó el sábado, el sábado guardó a Israel”. El hecho es que el día de reposo sabático fue, y sigue siendo, un medio poderoso para ayudar a mantener viva la fe en quienes, por la gracia de Dios, buscan guardarloy disfrutar de los beneficios físicos y espirituales que les ofrece.

Lee Nehemías 13:17 al 22. ¿Qué hace Nehemías para detener la “compraventa” en el día de reposo?

Como Nehemías es el gobernador de Judá, considera que su rol es hacer cumplir las reglas. Debido a que las reglas de Judá se basaban en la Ley de Dios, él se convierte en guardián de esa ley, incluyendo el sábado. Tal vez si los nobles de Judá hubieran resistido la corrupción provocada por el Sumo Sacerdote, Nehemías no se habría encontrado en esta situación. Sin embargo, los gobernantes y los nobles quizá ya estaban molestos con Nehemías porque anteriormente les había hecho devolver a los pobres; por lo tanto, parece que tampoco se opusieron a los cambios que introdujeron Eliasib y Tobías.

Nehemías reprende primero a los nobles y luego ordena que se cierren las puertas y coloca a los criados en las puertas para protegerlas. Cuando el mercado simplemente se muda del interior de la ciudad hacia el exterior, toma medidas aún más drásticas y amenaza con echar mano sobre los negociantesal siguiente sábado. Nehemías debe haber sido un hombre de palabra, porque los negociantes entendieron y no se aparecieron de allí en más.

 

Jueves 12 de diciembre:

¿No hicieron así vuestros padres?

El celo de Nehemías por el sábado es admirable. Nehemías era tan ferviente en observar el sábado correctamente que incluso prometió “echar mano” de los negociantes de otras naciones. En otras palabras, él habría intervenido personalmente si los hubiera vuelto a atrapar en sábado en la ciudad o junto a las puertas. Como gobernador, sentía la responsabilidad oficial de garantizar que este mandamiento se cumpliera correctamente.
“Nehemías los reprendió intrépidamente por haber descuidado su deber. Les preguntó severamente: ‘¡Ustedes están pecando al profanar el día sábado! Lo mismo hicieron sus antepasados, y por eso nuestro Dios envió toda esta desgracia sobre nosotros y sobre esta ciudad. ¿Acaso quieren que aumente la ira de Dios sobre Israel por profanar el sábado?’

Luego ordenó que ‘se cerraran las puertas […] al caer la tarde […] antes de que comenzara el sábado’, y que no se volviesen a abrir ‘hasta después de ese día’ (Miq. 4:8). Y teniendo más confianza en sus propios criados que en aquellos a quienes pudieran designar los magistrados de Jerusalén, los puso al lado de las puertas para que hiciesen cumplir sus órdenes” (PR 496).

La advertencia de Nehemías sobre la profanación del sábado, junto con otras advertencias relacionadas con su violación, aparentemente encontró eco a través de los siglos hasta la época de Jesús. Sabemos esto, porque los evangelios vez tras vez describen a Jesús luchando con los líderes religiosos por la observancia correcta del sábado.

Lee Mateo 12:1 al 8; Marcos 3:1 al 6; Lucas 6:6 al 11; y Juan 5:5 al 16. ¿Cuál era el problema aquí?Entender la historia del antiguo Israel, ¿cómonos ayuda a explicar por qué surgió el conflicto?

En su celo (aunque equivocado) porgarantizar que el sábado no fuera profanado, estos líderes religiosos eran tan fanáticos que acusaron a Jesús, el “Señor del día de reposo” (Luc. 6:5), de violarlo. La ironía es que si bien muchos de estos hombres expresaban gran preocupación por la ley, olvidaban “lo más importante” de esa ley: “la justicia, la misericordia y la fe” (Mat. 23:23).

¿Cómo podemos nosotros, individualmente y como iglesia, cuidarnos de no cometer el mismo error que estos hombres, ya sea con el sábado o con otra cosa que creemos que es importante para la fe?

 

Viernes 13 de diciembre

Para Estudiar y Meditar:

Lee Elena de White, El camino a Cristo, “La fuente de regocijo y felicidad”, pp. 115-126.
“Cuando les hubo presentado los mandatos y las amenazas de Dios, así como los terribles castigos que en lo pasado habían caído sobre Israel por ese preciso pecado, se les despertó la conciencia, y se inició una obra de reforma que desvió de ellos la ira de Dios y les atrajo su aprobación y bendición.

“Algunos que desempeñaban cargos sagrados rogaron por sus esposas paganas, declarando que no podían separarse de ellas. Pero no se hizo distinción alguna; no se respetaron la jerarquía ni los puestos. Cualquiera de los sacerdotes o gobernantes que rehusó cortar sus vínculos con los idólatras quedó inmediatamente separado del servicio del Señor. Un nieto del sumo sacerdote, casado con una hija del notorio Sanbalat, no sólo fue destituido de su cargo sino que prestamente desterrado de Israel. Nehemías oró así: ‘Acuérdate de ellos, Dios mío, contra los que contaminan el sacerdocio, y el pacto del sacerdocio y de los levitas’” (PR 497).

Preguntas para Dialogar:

  1. Lee la cita anterior de Elena de White. En clase, comparte lo que piensas sobre lo que hizo Nehemías, que no dio lugar a ninguna excepción, incluso con quienes parecían amar verdaderamente a sus esposas y no querían separarse de ellas. ¿Crees que Nehemías era demasiado enérgico, demasiado inflexible, y que podría haber hecho algunas excepciones? ¿Por qué? En este mismo contexto, ¿de qué manera la iglesia ejerce la disciplina con amor y comprensión, y al mismo tiempo es coherente y no atenúalos parámetros divinos de la verdad?
  2. Aunque sabemos que no tiene nada de legalista guardar el día de reposo sabático, al igual que no es legalista no codiciar, no robar ni mentir, ¿cómo podemos asegurarnos de que la observancia del sábado (o la obediencia de cualquier Mandamiento) se convierta en algo legalista? Tener siempre presente la Cruz y lo que Cristo ha hecho por nosotros en la Cruz, ¿por qué es la protección más poderosa contra la trampa del legalismo?
  3. Por otro lado, ¿cómo podemos protegernos contra los peligros que surgen de una transigencia lenta pero constante, como la que enfrentó Nehemías?
Radio Adventista
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