Jonathan Gallagher Lección 7. “Jesús y los necesitados” 3er Trimestre del 2019

Leccion 7. Jesús y los necesitados (3T 2019 – A uno de estos mis hermanos más pequeños)

Textos bíblicos: Lucas 1:46–55, 4:16–21, 7:18–23, Mateo 12:15–21, Mateo 21:12–16,
Marcos 11:15–19, Isa. 53:3–6.

Citas
● A veces pensamos que la pobreza es solo estar hambriento, desnudo y sin hogar. Ser indeseados, no amados y descuidados es la mayor pobreza. Debemos comenzar a remediar este tipo de pobreza en nuestros propios hogares. MadrenTeresa
● En la pobreza y otras desgracias de la vida, los verdaderos amigos son un refugio seguro. Aristóteles
● Nos comprometemos a liberar a todo nuestro pueblo de la continua esclavitud de la pobreza, las privaciones, el sufrimiento, el género y otras discriminaciones. Nelson Mandela
● En un país bien gobernado, la pobreza es algo de lo que avergonzarse. En un país mal gobernado, la riqueza es algo de lo que avergonzarse. Confucio
● La vida es un sueño para los sabios, un juego para los tontos, una comedia para los ricos, una tragedia para los pobres. Sholom Aleichem
● ¿Cómo es el amor? El amor tiene las manos para ayudar a los demás. Tiene los pies para apresurar a los pobres y necesitados. Tiene ojos para ver la miseria y el deseo. Tiene los oídos para escuchar los suspiros y las tristezas de los hombres. Así luce el amor. Agustín

Para debatir
Resumen bíblico de la lección
Lucas 1: 46–55 es el “Magnificat”, el maravilloso “canto de oración” de María en respuesta al anuncio del nacimiento de Jesús por parte de un ángel. Ella refleja su pobre pasado al alabar a Dios por honrarla a pesar de su bajo estatus social. Jesús también lee\ en Isaías que él mismo ha venido a traer buenas nuevas a los pobres (Lucas 4: 16-21). De manera similar, en la respuesta de Jesús a los mensajeros de Juan el Bautista, señala lo que estaba sucediendo: los milagros de sanación y la predicación de buenas nuevas a los pobres (Lucas 7: 18–23). Mateo 12: 15–21 citas Isaías, señalando la justicia para todos. Expulsó a los cambiadores de dinero del Templo porque estaban explotando a los pobres y curó a los ciegos y cojos que acudían a él (Mateo 21: 12–16; véase también Marcos 11:
15–19). Jesús sabía lo que era ser discriminado como un marginado de la sociedad (Isa. 53: 3–6).

Comentario
Esta semana, al considerar a los necesitados, tenemos que abordar nuestros principios cristianos fundamentales. Para nosotros como creyentes, no hay nada tan peligroso como ser un seguidor inconsistente de Jesús, sin embargo, todos parecemos tener la capacidad de hacerlo, de diferentes maneras y en diferentes ocasiones. Todos somos capaces de revelar discrepancias en nuestros ideales y principios, cuando no practicamos lo que predicamos. Pero esta espiritualidad esquizofrénica que nos permite creer una cosa y actuar de manera bastante opuesta nos hará daño a nosotros y a quienes nos rodean.
Los caminos del mundo son totalmente opuestos a los caminos de Jesús. Por eso Jesús dedicó mucho tiempo a contrastar las diferencias, como por ejemplo en el Sermón del Monte. Jesús demostró que el sistema de valores de Dios es muy diferente al nuestro, y que nuestra forma de vida, si seguimos a Jesús, debería ser demostrablemente diferente a la del mundo.
No sigan el sistema de valores humanos, sino los valores de Dios, le dice Jesús a sus oyentes. Rechacen la intolerancia, la pretensión espiritual, las preocupaciones materiales. No vivan la religión con ostentación, queriendo que la gente vea lo bueno que son. Perdonen a sus deudores. Acumulen tesoros en el cielo y no en este mundo. Porque donde esté su tesoro, allí estará su corazón. No se preocupen por la vida. Jesús pone nuestra forma mundana de pensar patas para arriba. Porque en realidad es nuestro sistema de valores el que está al revés, ya que vivimos en un mundo que está en oposición a Dios. Entonces, mientras Jesús trata de corregir nuestra visión errónea de lo que es importante, al volver a priorizar la vida e identificar lo que es verdaderamente verdadero y duradero, habla con palabras inversas. A lo largo de su ministerio, Jesús nos dio declaraciones de verdad a través de las cuales trató de poner en orden nuestro mundo. Solo la adopción del camino de Jesús y su seguimiento resultarán en una vida significativa y valiosa.
“Escucha tu vida”, escribe Frederick Buechner. “Mírala como el misterio insondable que es. Toca, saborea, huele tu camino hacia el corazón sagrado y oculto de la vida misma porque, en última instancia, todos los momentos son momentos sagrados y la vida misma es gracia.”
La vida misma es la gracia. Solo al vernos a nosotros mismos como algo más que una formación fortuita de moléculas aleatorias, todo comienza a tener sentido. Solo si nuestra existencia tiene un significado y un propósito más allá de nuestro ser inmediato, podemos encontrar la cordura. Solo si la vida realmente es gracia, tiene sentido vivir. No hay una satisfacción duradera en las cosas que usualmente tratamos de disfrutar: lo físico simplemente no dura, y eventualmente todos los placeres terrenales se vuelven locos. En última instancia, después de sentirnos bien, toda nuestra codicia nos deja vacíos e insatisfechos.
Al reconocer que hay mucho más, debemos invertir más allá de nuestros deseos materialistas en las personas que nos rodean, especialmente en las personas necesitadas. No para hacernos sentir bien, sino porque vemos en todos un hijo de Dios que debería estar destinado al reino.

Comentarios de Elena de White
…apartaremos recursos para los pobres, los dolientes y los angustiados. Quisiera llamar especialmente la atención de los hermanos a este punto. Recordemos a los pobres. Privémonos de algunos de nuestros lujos; sí, aun de comodidades, y ayudemos a aquellos que pueden obtener solamente la más escasa alimentación e indumentaria. Al obrar en su favor, obramos para Jesús en la persona de sus santos. El se identifica con la humanidad doliente. No aguardemos hasta que hayan sido satisfechas todas nuestras necesidades imaginarias. No confiemos en nuestros sentimientos para dar cuando nos sintamos dispuestos a ello, y retener cuando no nos inclinemos a dar. Demos
regularmente,{Consejos para la Iglesia, p. 508}
Aunque Cristo era rico en las cortes celestiales, se hizo pobre para que mediante su pobreza nosotros pudiéramos ser hechos ricos. Jesús honró a los pobres compartiendo su condición humilde… Los pobres debieran tratarse con tanto interés y atención como los ricos. La práctica de honrar a los ricos y despreciar y descuidar a los pobres es un delito a la vista de Dios. Los que están rodeados por todas las comodidades de la vida, o que reciben atenciones especiales del mundo porque son ricos, no experimentan la necesidad de simpatía y de tierna consideración como las personas cuyas vidas han sido una larga lucha con la pobreza. Estos últimos tienen muy poco en esta vida que los haga felices o alegres, debido a lo cual apreciarían las manifestaciones de simpatía y amor {Consejos sobre la salud, p. 226}
Jesús no se mantuvo apartado de los pobres, de los sufrientes y de los pecadores. Su gran corazón lleno de amor salía con ansias de ternura por los que necesitaban su ayuda. {Traducción libre, (The Spirit of Prophecy, vol. 2, p. 157}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2019
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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