7. Jesús, el Ancla del alma (1T 2022—En estos postreros días: El mensaje de hebreos)
Textos bíblicos: Hebreos 6:4-6; Mateo 16:24; Rom. 6:6; Hebreos 10:26–29; Hebreos 6:9–13; Hebreos 6:17–20.
Citas
- La esperanza es llamada el ancla del alma (Hebreos 6:19) porque da estabilidad a la vida cristiana. Pero la esperanza no es simplemente un “deseo” (deseo que ocurra tal o cual cosa), sino que es aquello que se aferra a la certeza de las promesas del futuro que Dios ha hecho. R.C. Sproul
- Por eso necesitamos un ancla para las almas: porque nos conocemos a nosotros mismos y sabemos que, a menos que estemos firmemente anclados en la promesa de lo que es y lo que está por venir, nos conformaremos con algo menos. Michael Kelley
- Las anclas nos mantienen firmes cuando las olas se desploman. Las olas se mueven; las anclas no. Las olas nos zarandean; las anclas nos atan. Las olas nos hacen preguntarnos “¿Qué es lo siguiente?”. Las anclas nos permiten aferrarnos a lo conocido. El versículo 19 nos dice que la esperanza de Jesús es un ancla segura y firme de nuestra alma. Esa esperanza no se basa en nosotros, sino en alguien que está fuera de nosotros. Danny Franks
- La deserción aquí mencionada [Hebreos 6:4-6], es una renuncia abierta y declarada a Cristo, por enemistad de corazón contra él, su causa y su pueblo, por hombres que aprueban en sus mentes los hechos de sus asesinos, y todo esto después de haber recibido el conocimiento de la verdad, y probado algunos de sus consuelos. De éstos se dice que es imposible renovarlos de nuevo para el arrepentimiento. No porque la sangre de Cristo no sea suficiente para obtener el perdón de este pecado; sino que este pecado, en su propia naturaleza, es contrario al arrepentimiento y a todo lo que conduce a él. Matthew Henry
- La palabra traducida como “caer”… aquí significa indudablemente “apostatar de”, e implica una completa renuncia al cristianismo, o un regreso a un estado de judaísmo, paganismo o pecado. Albert Barnes
- Melquisedec aparece en varios textos entre los Rollos del Mar Muerto… Estos textos son cantos para acompañar trece ofrendas sabáticas, y los oficiantes son ángeles con funciones sacerdotales. Los cantos describen principalmente las glorias de Dios y el santuario celestial… Melquisedec sería entonces un sacerdote celestial y angélico al servicio de Dios. Eric F. Mason
Para debatir
Si el enfoque de esta semana es Jesús como ancla del alma, ¿por qué estudiar estos textos que parecen ser muy desalentadores? Aunque debemos admitir que el pecado produce la muerte, ¿por qué no centrarnos en el don positivo de Dios que trae la vida eterna? ¿Qué hace exactamente Jesús al llevarnos más allá de la cortina a la presencia de Dios? ¿Cuál es la base de nuestra confianza?
Resumen bíblico
Hebreos 6:4¬-6 se entiende a menudo como “una vez perdido, siempre perdido”, lo contrario de la doctrina “una vez salvo, siempre salvo”. Pero esto debe verse en el contexto del “pecado imperdonable”, que es el pecado contra el Espíritu Santo cuando no estamos dispuestos a arrepentirnos. Aquellos que continúan eligiendo la rebelión no pueden ser salvados, pero aquellos que se acercan en verdadero arrepentimiento reciben el perdón de Dios. Estamos llamados a seguir a Jesús y a tomar nuestra propia cruz (Mateo 16:24). Nuestro viejo yo fue crucificado con Jesús (Rom. 6:6). No podemos seguir pecando y pensar que no experimentaremos las consecuencias que trae el pecado (Hebreos 10:26-29). Dios cumple sus promesas (Hebreos 6:9-13). “Por eso Dios quiso demostrar más claramente a los que heredarían la promesa que nunca jamás cambiaría de opinión. Así que por estas dos acciones que no pueden cambiarse, y puesto que es imposible que Dios mienta, podemos tener total confianza, habiendo corrido por seguridad para agarrarnos a la esperanza que Dios nos presentó. Esta esperanza es nuestra ancla espiritual: es segura y fiable, y nos lleva más allá de la cortina a la presencia de Dios. Ahí es donde Jesús entró por nosotros, porque se convirtió en sumo sacerdote según el orden de Melquisedec”. Hebreos 6:17-20 VBL.
Comentario
Hay algunos textos difíciles en esta lección, especialmente en Hebreos 6:4-6. Esto puede ser muy desalentador para aquellos que una vez han experimentado la gracia salvadora de Dios, pero que después han vuelto a caer en el pecado. Sin embargo, la apostasía que se menciona aquí está vinculada a un rechazo total de Jesús, del mismo modo que los sacerdotes y las multitudes pidieron que fuera crucificado, diciendo que su único rey era el César. La humillación pública de los soldados burlándose y abofeteando a Jesús, y la indignidad de la cruz, también se enfatizan aquí. Esta apostasía no consiste simplemente en caer en el pecado, sino en un rechazo muy deliberado. De hecho, la palabra utilizada para apostasía aquí (parapesontas) sólo se utiliza una vez en el Nuevo Testamento y se refiere al abandono de una relación anterior. Esto es más que una negación de Jesús como la de Pedro; es la denuncia absoluta de Jesús demostrada por los líderes judíos en su determinación de matar a Jesús. Nadie con una actitud tan despectiva se arrepentiría o pediría perdón. Que Pablo no está describiendo a nadie a quien le está escribiendo está claro, ya que inmediatamente afirma:“Pero queridos amigos, nosotros deseamos cosas mejores para ustedes, y también su salvación, aunque les hablemos así.” Hebreos 6:9 VBL. Está hablando hipotéticamente de alguien que ha rechazado completa e irrevocablemente a Dios y su oferta de gracia salvadora. A cualquiera que aún desee acercarse a Dios, él no lo rechazará. Jesús deja claro que no rechazará a nadie que venga a él (Juan 6:37). (Véase también Mateo 11:28, Romanos 5:20, etc.) Hebreos 7:25 VBL afirma que “él[Jesús] tiene el poder para salvar por completo a los que se acercan a Dios por medio de él “.
El versículo central es Hebreos 6:19. No es una esperanza trivial, sino cierta y fiable. Se trata de una esperanza esencial – esperanzapara nuestra propia vida(énfasis añadido)– yse identifica como segura y protegida, certera y segura. ¿Para qué sirve un ancla? Para evitar que vayamos a la deriva, que naufraguemos en las rocas. Nuestra esperanza es así, dice la Biblia. Para evitar que nos alejemos de la verdad, del camino hacia Dios. Para evitar que nos hundamos en los arrecifes de la incredulidad y la desesperación. Esta esperanza es ciertamente sólida como una roca. Está anclada a la Roca que no puede moverse. Se basa en la naturaleza inmutable de Dios mismo. En consecuencia, estamos “ceñidos con la coraza de fe y amor, y usando como casco la esperanza de la salvación”. (1 Tesalonicenses 5:8 VBL). El casco – laprotección que rodea nuestros pensamientos – esla esperanza de salvación.
Comentarios de Elena de White
Que la fe atraviese la sombra infernal de Satanás y se centre en Jesús, nuestro sumo sacerdote, que ha entrado por nosotros dentro del velo. Sean cuales sean los nubarrones que cubren el cielo, sean cuales sean las tormentas que rodean el alma, esta ancla se mantiene firme, y podemos estar seguros de la victoria. {Traducción libre de In Heavenly Places, p. 127.5} Dijo Jesús: “El mismo Padre os ama”. Si nuestra fe está fija en Dios, por Cristo, resultará “como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo; donde entró por nosotros como precursor Jesús”. Es cierto que vendrán desilusiones; debemos esperar tribulación; pero hemos de confiar todas las cosas, grandes y pequeñas, a Dios. {Exaltad a Jesús, p. 273.2}