Leccion 7. Idiomas, texto y contexto (2T 2020—Cómo interpretar las Escrituras)
Textos bíblicos: Deut. 32:46, 47; 1 Reyes3:6; Núm. 6:24–26; Gén. 1:26, 27; Gén. 2:15–23;
15:1–5; Deuteronomio 31:26.
Citas
• El arte de interpretar las Escrituras es el único en el que todos los hombres en todas partes afirman ser maestros… La anciana balbuceante, el anciano cariñoso y el sofista sofisticado, todos toman en sus manos las Escrituras, las explican por pedazos y las enseñan aun antes de haber aprendido ellos mismos. Jerome
• La Biblia crea un vasto contexto de significado a través de referencias cruzadas y alusiones, frases y metáforas, ecos y tipos. Para que los lectores descubran este tipo de significado bíblico en sus traducciones, los traductores de la Biblia deben estar constantemente al tanto de pasajes, expresiones e imágenes paralelas. Cuando esto no suceda, gran parte del significado real del texto puede perderse. Raymond C. Van Leeuwen
• Quienes se dedican al estudio de la Sagrada Escritura siempre deben recordar que los diversos enfoques hermenéuticos tienen sus propios fundamentos filosóficos, que deben evaluarse cuidadosamente antes de aplicarse a los textos sagrados. John Paul II
• Estoy convencido de que sin el conocimiento de la literatura, la teología pura no puede perdurar, como hasta ahora, cuando las letras han disminuido y yacen postradas, la teología también ha caído y yace postrada miserablemente. Nunca ha habido una gran revelación de la Palabra de Dios a menos que él haya preparado primero el camino mediante el surgimiento y la prosperidad de los idiomas y las letras. Martin Luther
Para debatir
¿Por qué son importantes estos factores en nuestro estudio de la Biblia? ¿Por qué necesitamos saber algo de los antecedentes o el idioma? ¿Habla Dios de manera diferente dependiendo de la situación? ¿Cuáles son los peligros de sacar los textos bíblicos fuera de su contexto? ¿Cómo podemos ayudar a las personas a no presentar extrañas interpretaciones de las Escrituras? ¿Cómo podemos representar correctamente al Dios de la Biblia?
Resumen bíblico
Debemos seguir cuidadosamente las palabras de la Biblia (Deut. 32:46, 47). Dios continúa sus bendiciones a través de las generaciones (1 Reyes 3: 6). Num. 6: 24–26 es la bendición dada a los israelitas. Dios creó y bendijo (Génesis 1:26, 27). Génesis 2: 15–23 es la historia de la creación de Eva, una ayuda idónea y una bendición para Adán. Génesis 15: 1–5 es el acuerdo de Dios y la bendición de Abraham. La Biblia es el estándar para medir nuestras vidas (Deuteronomio 31:26).
Comentario
A la hora de entender la Biblia, debemos hacer las preguntas. La pregunta más obvias tiene que ver con las oraciones básicas: ¿comprendemos las palabras reales utilizadas? El primer papel del lenguaje es acordar lo que representan las palabras. Porque si dos personas usan una palabra y sin embargo quieren decir cosas diferentes, no es de extrañar que haya malentendidos. Lo segundo es preguntar el significado, no solo de las palabras, sino de todo el pasaje. “¿De qué se trata todo esto?” O “¿A qué se refiere el autor?” La forma en que se juntan las palabras lo lleva a tomar una decisión sobre el significado del pasaje en sí. La tercera pregunta es el por qué. ¿Para qué sirve? ¿Por qué se escribe esto, cuál es su propósito? Y, por supuesto, este puede ser el punto más debatido, ya que diferentes personas ven diferentes razones y propósitos.
Esos son los conceptos básicos. Se aplican a cualquier tipo de escritura. Pero para el
cristiano, al tratar la Biblia como la Palabra de Dios, hay un aspecto fundamental que debe
agregarse: ¿qué me dice esto acerca de Dios y la manera como me relaciono con él. ¿Qué está
tratando de comunicar Dios aquí? ¿Y por qué se está comunicando?
Rudyard Kipling tenía razón cuando habló de sus servidores: “Tengo seis servidores
honestos que me enseñaron todo lo que sabía. Sus nombres son Qué, Por qué, Cuándo, Cómo,
Dónde y Quién”. De modo que miramos el lenguaje y hacemos preguntas. Nos damos cuenta de que nuestra traducción es del griego, hebreo y arameo originales. Eso en sí plantea preguntas, ya que todas las traducciones son interpretaciones hasta cierto punto. Luego está la naturaleza cambiante de las palabras: los significados cambian sin duda con el pasar de los siglos. Agregue a eso expresiones
coloquiales y lenguaje simbólico. ¿Debemos entonces tomar algo literal o simbólicamente? Hay
muchos problemas aquí. Luego aplicamos las mismas preguntas al texto. ¿Es lo más parecido al
original que podemos obtener? ¿Tenemos más de una versión? ¿Cómo hacemos el análisis textual?
¿Qué pasa con el contexto del pasaje que estamos estudiando? ¿De qué se trata todo el capítulo,
todo el libro, toda la Biblia…?
Porque la Biblia no es solo una acumulación evidencias plasmadas en textos. Tampoco es un libro de códigos, o un sistema de reglas. ¿Acaso es un tratado para lograr la salvación? Ninguno de los anteriores. La Biblia es un registro de la interacción divino-humana y su importancia. Por lo tanto, debemos descubrir a través de los eventos registrados y las profecías, así como en la poesía, la
filosofía bíblica subyacente. Si solo la usamos para usarla como citas para la vida, la Biblia perderá
su significado y propósito esenciales. ¿Para qué sirve la Biblia? Es una pregunta esencial.
¿Cómo usamos la Biblia entonces? A veces, como iglesia, no hemos sabido usar la Biblia de
manera adecuada. Hacemos un mal uso del texto bíblico que dice: “un poquito aquí y un poquito
allá,” pues terminamos con apenas una colección de poquitos. A menos que y hasta que hayamos
captado el concepto de la totalidad de la Biblia, no estaremos en condiciones de usarla. Cada texto
tiene una contraparte, y arrojar pedazos de la Biblia desmembrados entre sí no es una manera de
comportarse para los cristianos. Siempre me recuerda a los niños rebeldes en una fiesta de
cumpleaños. En lugar de sentarse a disfrutar de la comida en la fiesta, comienzan a tirársela unos a
otro, hasta que todo termina siendo un desastre total.
Comentarios de Elena de White
Con el fin de sostener doctrinas erróneas o prácticas anticristianas, hay quienes toman,
pasajes de la Sagrada Escritura aislados del contexto, no citan tal vez más que la mitad de un
versículo para probar su idea, y dejan la segunda mitad que quizá hubiese probado todo lo
contrario. Con la astucia de la serpiente se encastillan tras declaraciones sin ilación, entretejidas
de manera que favorezcan sus deseos carnales. Es así como gran número de personas pervierten
con propósito deliberado la Palabra de Dios. Otros, dotados de viva imaginación, toman figuras y
símbolos de las Sagradas Escrituras y los interpretan según su capricho, sin parar mientes en que
la Escritura declara ser su propio intérprete; y luego presentan sus extravagancias como
enseñanzas de la Biblia. {El Conflicto de los Siglos, p. 512}
Algunos tomarán un texto, lo sacarán de su verdadero rumbo y lo obligarán a servir para
mantener alguna opinión preconcebida. Al vincular pasajes aislados de las Escrituras, pueden
engañar a otros. Pero lo que parece ser una prueba bíblica de su posición no es ninguna prueba,
porque las escrituras no se usan en su verdadero contexto. De esta manera, el error a menudo se
magnifica y la verdad disminuye. {RH, August 13, 1959 par. 6} [Traducción Libre]
Preparado y nescrito por: © Jonathan Gallagher 2020
Traducción: Shelly Barrios De Ávila