Jonathan Gallagher Lección 5 “Cómo afrontar las deudas” 1er Trimestre del 2022

5. Cómo hacer frente a la deuda(1T 2023—Administrando para el Maestro – Hasta que Él venga)

Textos bíblicos: Deut. 28:1, 2, 12; Mateo 6:24; 1 Juan 2:15; Prov. 22:7; Prov. 6:1–5; Deut. 15:1–5.

Citas

  • Prefiero irme a la cama sin cenar, que levantarme endeudado. Benjamin Franklin
  • Cuando te endeudas te conviertes en un esclavo. Andrew Jackson
  • Algunas deudas son divertidas cuando las adquieres, pero ninguna lo es cuando te dispones a pagarlas. Ogden Nash
  • Los buenos tiempos son cuando la gente se endeuda para pagar en los malos tiempos. Robert Quinlin
  • Quien va a pedir prestado, va a lamentarse. Thomas Tusser

Estoy en deuda. Soy un verdadero americano. BalkiBartokomous

 

Para debatir
¿Por qué es tan importante el tema de las deudas? ¿Qué relación tiene el endeudamiento con nuestra experiencia cristiana? ¿Por qué le interesa a Dios la forma en que administramos nuestro dinero? Aunque estemos de acuerdo en que la deuda es “algo malo”, ¿cómo podemos evitarla y cómo podemos salir de ella? ¿Qué principios espirituales se aplican en este caso?

 

Resumen bíblico
Deut. 28:1, 2, 12 no habla de la deuda sino de cómo Dios nos bendecirá. Jesús aclara que no se puede servir simultáneamente a Dios y al dinero (Mateo 6:24). “No estén enamorados del mundo, y no anhelen las cosas de este mundo. Si aman al mundo, no tendrán el amor del Padre en ustedes”. (1 Juan 2:15). “Los ricos dominan a los pobres, y los prestatarios son esclavos de sus prestamistas” (Prov. 22:7). Prov. 6:1-5 subraya la urgencia de salir de las deudas. Reconociendo el poder mutilante del endeudamiento, Dios ordenó que se cancelaran todas las deudas después de siete años (Deut. 15:1-5).

 

Comentario
Según Proverbios 22:7, el prestatario es un siervo del prestamista, y eso es lo más importante de la deuda. Las deudas nos obligan a estar con otros y restringen nuestra libertad para actuar como queramos, especialmente en cuestiones financieras. También se nos advierte que no debemos asumir las deudas de los demás (Proverbios 17:18) porque, de nuevo, causa muchos problemas con el ejercicio de nuestro libre albedrío. Se nos impide ser “libres para decidir” cuando sabemos que estamos en deuda con otros y que ocuparnos de nuestras deudas siempre va a ser un obstáculo.

De hecho, el mismo hecho de que seamos libres para decidir aboga por Dios. Un universo determinista en el que a cada causa le sigue su efecto contingente es el universo lógico y “científico” que evita la hipótesis de Dios. Pero un universo así no permite el desarrollo de la moral, las decisiones éticas, etc., pues todas ellas dependen del ejercicio del libre albedrío, que nunca puede ser una derivación lógica en un universo determinista. Sólo aceptando la existencia de seres pensantes que tienen libre albedrío se puede explicar la existencia de nuestro libre albedrío. Como comenta Meyer Levin, “para que el hombre sea verdaderamente libre, Dios tuvo que poner la voluntad del hombre más allá incluso de la intervención divina”. Si aceptamos una perspectiva evolutiva, no sólo negamos a Dios, sino también nuestra libertad de elección. Si creemos, como escribiera W.S. Gilbert, en tono de broma, en El Mikado, lo siguiente: “Puedo rastrear mi ascendencia hasta un glóbulo atómico primordial protoplasmático”, entonces cualquier idea de que tenemos libre albedrío es una ilusión. Sólo somos el producto de un universo que no tiene “ningún diseño, ningún propósito, ningún mal, ningún bien, nada más que una indiferencia ciega y despiadada”, citando a Richard Dawkins, entonces no hay bien ni mal, ni ninguna elección que hacer.

Pero lo cierto es que somos libres de decidir. Aunque nuestras elecciones no sean totalmente libres -nuestro marco de referencia y nuestro alcance pueden ser limitados-, seguimos eligiendo, libremente y sin la compulsión ineludible de mi herencia, mi entorno o la intervención divina. La alternativa es un sistema de moral y ética sin sentido en un universo sin significado, objetivo o propósito. Hablando sobre el derecho a elegir, Edmund Burke lo dijo bien: “Es mejor fomentar la virtud y la humanidad dejando mucho al libre albedrío, incluso con alguna pérdida para el objeto, que intentar hacer de los hombres meras máquinas e instrumentos de una benevolencia política. El mundo en general ganará con una libertad sin la cual la virtud no puede existir”. La libertad que compartimos es la libertad de hacer nuestras elecciones; y ninguna elección para el bien, ninguna virtud, puede existir sin esa capacidad de elegir. La esencia de la libertad, la verdadera libertad de elección, está en esto: En el principio, Dios eligió. Por eso somos, y por eso elegimos. Así que en este contexto, es una elección para salir de la deuda, o al menos minimizar la deuda. Aunque que yo desearía mejor el procedimiento que se menciona enDeuteronomio 15 donde todas las deudas eran canceladas cada siete años (¡!), …pero ese no es el mundo en el que vivimos. Sin embargo, como cristianos, debemos evitar las deudas tanto como sea posible. Pablo le dice a la iglesia de Roma: “No le debáis nada a nadie, salvo el amor mutuo” (Romanos 13:8).

Las deudas crean problemas en las relaciones y suponen una carga para los recursos familiares. Aunque pueda parecer una idea tentadora cargar el coste de algo que quieres en una tarjeta de plástico, en algún momento llegará la factura, un día de ajuste de cuentas, por utilizar una frase bíblica. Y tampoco se trata simplemente de una cuestión personal. Está la problemática más global del endeudamiento entre países, que también puede ser una gran carga para el desarrollo. El Dr. Tony Campolo abordó esta cuestión en un discurso pronunciado en la primera Conferencia Internacional sobre los Adventistas en la Comunidad, celebrada en 2004. Campolo habló con elocuencia sobre la necesidad desesperada de cancelar la deuda del tercer mundo. “Es hora de que nos convirtamos en un pueblo de jubileo y cancelemos esta deuda”, dijo. “Los adventistas del séptimo día deben formar parte de esta campaña. ¿Cómo podemos predicar buenas noticias a los pobres si continuamos oprimiéndolos con estas deudas?”.

Hasta la fecha se ha hecho poco. No es una decisión que haya llamado la atención de los dirigentes de la Iglesia. Sin embargo, si queremos seguir la llamada de nuestro Dios, que habló tantas veces de ayudar a los menos afortunados, tenemos que asegurarnos de que esto forma parte del evangelio que compartimos, tal y como dejó claro Jesús en su parábola de las ovejas y los cabritos en Mateo 25.

 

Comentarios de Elena de White 

Muchas familias son pobres porque gastan su dinero tan pronto como lo reciben. {Consejos sobre Mayordomía Cristiana, p. 269} Vd. debe reconocer que uno no debe manejar sus asuntos de una manera que le hará contraer deudas…. Cuando uno se queda endeudado, está en una de las redes que Satanás tiende a las almas… {El Hogar Cristiano, p. 357} Todos deben practicar la economía. Ningún obrero debería manejar sus negocios en una forma tal que llegue a incurrir en deudas. La práctica de sacar dinero del tesoro antes de ganarlo, es una trampa. {Consejos sobre Mayordomía Cristiana, p.268} Algunos piensan que la vigilancia en las cosas pequeñas está por debajo de su dignidad. Lo consideran como evidencia de una mente estrecha y de un espíritu tacaño. Pero no pocos barcos se han hundido a causa de un agujero pequeño. No se debe permitir que se desperdicie nada que podría servir a un propósito útil. Con toda certidumbre la falta de economía acarreará deudas sobre nuestras instituciones. Aunque se recibiera mucho dinero, se perdería en los pequeños despilfarros de cada rama de la obra. La economía no es mezquindad. {Consejos sobre la Salud, p. 302}

Es correcto tomar prestado dinero para llevar adelante una obra que sabemos que Dios quiere que se realice. No debemos esperar rodeados de incomodidades y hacer la obra mucho más dura, porque no queremos tomar dinero prestado. Se han cometido errores al incurrir en deudas para hacer lo que bien habría podido esperar hasta un tiempo futuro. Pero existe el peligro de ir al otro extremo. No debemos colocarnos en una posición que pondrá la salud en peligro y hará que nuestra tarea sea cansadora. Debemos obrar con sensatez. Debemos llevar a cabo la obra que necesita realizarse, aun cuando tengamos que tomar dinero a préstamo y pagar intereses. {Consejos sobre Mayordomía Cristiana, p. 292}

Hay que idear métodos para detener esta acumulación continua de deudas. No se debe hacer sufrir a toda la causa por estas deudas que nunca se levantarán a menos que haya un cambio total y el trabajo se lleve a cabo sobre alguna base diferente. {SpM 148}

IA Para Docentes
0 comments… add one

Leave a Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.