2.Los crisoles venideros (3T 2022—En el crisol con Cristo)
Textos Bíblicos: Jer. 9:7-16,Rom. 1:21-32,2 Cor.12:7-12,1Ped.4:12-19,5:8-11.
Citas
- El amor duele. Los sentimientos son perturbadores. A la gente se le enseña que el dolor es malo y peligroso. ¿Cómo pueden enfrentarse al amor si tienen miedo de sentir? El dolor está destinado a despertarnos. La gente trata de ocultar su dolor. Pero se equivocan. El dolor es algo con lo que hay que cargar, como llevar una radio. Sientes tu fuerza en la experiencia del dolor. Todo depende de cómo lo cargues. Eso es lo que importa. El dolor es un sentimiento. Tus sentimientos son una parte de ti. Tu propia realidad. Si te avergüenzas de ellos y los ocultas, estás dejando que la sociedad destruya tu realidad. Debes defender tu derecho a sentir tu dolor.Jim Morrison
- El dolor y la muerte forman parte de la vida. Rechazarlos es rechazar la vida misma. Havelock Ellis
- No podemos aprender sin dolor. Aristóteles
- Sin dolor, no hay palma; sin espinas, no hay trono; sin hiel, no hay gloria; sin cruz, no hay corona. William Penn
- Hay un propósito en el dolor, si no fuera diabólico. Lord Lytton
- Es extraño que uno pueda quedar tan anestesiado por su propio dolor, o su propio problema que no comparta del todo el infierno de alguien cercano. Lady Bird Johnson
- Dios es un concepto con el que medimos nuestro dolor. John Lennon
Para debatir
¿Hasta qué punto debemos apreciar las experiencias dolorosas? ¿Es la salvación una cuestión de “tener agallas”? Aunque la vida siempre tiene dolor y tristeza, ¿cómo debemos relacionarnos con ello? ¿En qué medida buscamos estos “crisoles”? ¿Son crisoles que Dios envía? ¿Cuál es la intención de Dios en todo esto, y cómo debemos representar la participación de Dios?
Resumen bíblico
“Así que esto es lo que dice el Señor Todopoderoso: Mira, voy a probarlos y a purificarlos como el metal en un horno. ¿Qué más puedo hacer por lo que ha hecho mi pueblo?”Jer. 9:7 VBL. Este pasaje revela la “frustración” (para usar un término humano) que Dios tiene con su pueblo que se niega a responderle. Del mismo modo, en Rom. 1:21-32 se describe la tragedia de que Dios tenga que “abandonar” a los que le rechazan (la palabra “abandonar” se utiliza tres veces). En 2 Cor. 12:7-12 Pablo habla de su “espina en la carne”. Pedro habla de ser probado (1 Pe. 4:12-19) y de ser atacado por el Diablo (1 Pe. 5:8-11).
Comentario
Jeremías 9:7-16 retrata a un Dios aparentemente vengativo. Se le identifica como el que ha convertido la tierra en un desierto y ha convertido a Jerusalén en ruinas. El motivo aducido es la desobediencia a la ley. En consecuencia, “Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: ¡Cuidado! Voy a dar a este pueblo ajenjo para comer y agua envenenada para beber. Voy a dispersarlos entre naciones desconocidas para ellos y para sus antepasados, y enviaré enemigos con espadas para que los persigan hasta que los haya aniquilado.” (vv.15, 16 VBL).
Reconociendo que tanto en el Antiguo Testamento, y aún ocasionalmente en el Nuevo, Dios le ha atribuido cualidades y acciones que se relacionan con su soberanía general más que con una causa específica, como el ejemplo habitual dado con respecto al endurecimiento del corazón del Faraón. Pero aquí Dios hace amenazas concretas, que se cumplen en cierta medida. Entonces, ¿qué hacer con este Dios “causante de dolor”? Mucho tiene que ver con la interpretación de la propia experiencia, que influye y se ve influida por la imagen que uno tiene de Dios. Romanos 1 deja claro que “Dios se desentiende” de las personas si realmente quieren, permitiéndoles las consecuencias de sus actos. ¡Qué extraño es entonces culpar a Dios de los resultados!
En ese sentido, pues, el dolor es importante. No porque haya que apreciarlo, sino porque forma parte de la consecuencia, y del aprendizaje. La conclusión que no debe sacarse es que es Dios quien manda el dolor, e incluso disfruta del proceso. Eso habla de la imagen que el diablo tiene de Dios, en lugar de que el dolor y el sufrimiento sean la consecuencia natural del pecado y del mal. Como dice Pedro, no te sorprendas del dolor, ni lo consideres extraño. Esta es una de las lecciones que estamos aprendiendo como parte de nuestra experiencia en la gran controversia. El pecado causa dolor, y los inocentes sufren con los culpables. No es justo, no es correcto, ¡pero es lo que sucede! Comentando la historia de Jesús sobre el buen samaritano, Elena de White dice: “Jesús era el fundamento de la economía judía, el autor de todas sus leyes, estatutos y requisitos.
Cómo le dolió el alma y se le llenó el corazón de pena al ver a los que decían ser los depositarios de la verdad, la misericordia y la compasión, tan desprovistos del amor de Dios. El Salvador está guiando. Se apodera del hombre y del trono de la divinidad. En la providencia de Dios, el sacerdote y el levita fueron puestos en contacto con un semejante que sufría, para que pudieran atenderlo. Cristo teje constantemente la red de los acontecimientos humanos. Colocó a este hombre que sufría donde alguien que tenía simpatía y compasión le prestaría atención a sus necesidades. El Señor permite que el sufrimiento y la calamidad caigan sobre los hombres y las mujeres para llamarnos a salir de nuestro egoísmo, para despertar en nosotros los atributos de su carácter: compasión, ternura y amor.” {RH, 10 de octubre de 1899}
Es evidente que Dios, en la perspectiva de la gran controversia, permite que el mundo continúe siguiendo las elecciones de Satanás y de los seres humanos, y en consecuencia permite los resultados del sufrimiento. Pero no se le identifica como el autor del sufrimiento, el Dios que envía el dolor.
Comentarios de Elena de White
[Satanás] imputa al Creador la caída de nuestros primeros padres, con toda la miseria que ha provocado, e induce a los hombres a considerar a Dios como autor del pecado, del sufrimiento y de la muerte. Jesús había de desenmascarar este engaño. {El deseado e todas las gentes, p. 15}
Se creía generalmente entre los judíos que el pecado era castigado en esta vida. Se consideraba que cada aflicción era castigo de alguna falta cometida por el mismo que sufría o por sus padres. Es verdad que todo sufrimiento es resultado de la transgresión de la ley de Dios, pero esta verdad había sido falseada. Satanás, el autor del pecado y de todos sus resultados, había inducido a los hombres a considerar la enfermedad y la muerte como procedentes de Dios, como un castigo arbitrariamente infligido por causa del pecado. Por lo tanto, aquel a quien le sobrevenía una gran aflicción o calamidad debía soportar la carga adicional de ser considerado un gran pecador. Isa. 53:4, 3.{El Deseado de todas las gentes, p. 436} En los tiempos de Isaías la comprensión espiritual de la humanidad se hallaba obscurecida por un concepto erróneo acerca de Dios. Durante mucho tiempo Satanás había procurado inducir a los hombres a considerar a su Creador como autor del pecado, el sufrimiento y la muerte. Los que habían sido así engañados se imaginaban que Dios era duro y exigente. Le veían como al acecho para denunciar y condenar, nunca dispuesto a recibir al pecador mientras hubiese una excusa legal para no ayudarle. La ley de amor que rige el cielo había sido calumniada por el gran engañador y presentada como una restricción de la felicidad humana, un yugo gravoso del cual debían escapar gustosos. Declaraba que era imposible obedecer sus preceptos, y que los castigos por la transgresión se imponían arbitrariamente. Los israelitas no tenían excusa por olvidarse del verdadero carácter de Jehová. Con frecuencia se les había revelado como “Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad.” Salmos 86:15. Había testificado: “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.”Oseas 11:1.{Profetas y reyes,p. 231}
Muy buena cita y comentarios de la leecion de Escuela sabatica. Muchas gracias y bendiciones!!