Jonathan Gallagher – Leccion 2 “El Hijo” – Para el Sabado 12 de Julio 2014

Leccion 2. El Hijo (3T 2014—Enseñanzas de Jesús)

Textos bíblicos Mateo 24:30; Daniel 7:13, 14; Mateo 11:27; Lucas 5:17–26; Juan 8:58;
Mateo 20:28, Marcos 10:45.

Citas
• El hijo de Dios se convirtió en hombre para lograr que los hombres pudieran
convertirse en hijos de Dios. C.S. Lewis
• La pregunta más apremiante sobre el problema de la fe es si un hombre como ser
civilizado… puede creer en la divinidad del Hijo de Dios, Jesucristo, pues en ello
descansa la integridad de nuestra fe. Fyodor Dostoyevsky
• Jesucristo es Dios en forma de hombre; es Dios tanto como si no fuera hombre; es
hombre tanto como si no fuera Dios. A.J.F. Behrends
• Jesús se volvió como nosotros tanto como solo Dios puede hacerlo. Donald English
• Ave Hijo de Dios, Salvador de los hombres, tu nombre / Sea la materia que
desborde en mi canción / De aquí en adelante, nunca mi Harpa tu alabanza
/Olvidará, ni se aparte de la alabanza de tu Padre. Juan Milton
• Si quieres saber lo que Dios tiene para decirte, mira lo que Cristo fue y lo que es.
C.H. Spurgeon

Para debatir
¿Por qué el Hijo de Dios vino a la tierra? ¿Cómo es posible que Dios se haya
hecho hombre? Si Jesús nos muestra al Padre, ¿qué debemos aprender? ¿Qué está
diciendo Dios a través de “Emanuel”? ¿De qué manera somos libres si tenemos al Hijo?
¿De qué manera el Hijo se relaciona con los otros dos miembros de la Trinidad? Si Jesús
es nuestro mediador, ¿está él entre nosotros y Dios?

Resumen bíblico
Mateo 24:30 hace referencia a la venida del Hijo del hombre en las nubes del
cielo, como cumplimiento de Daniel 7:13, 14. El Hijo revela al Padre a quien el Padre ha
confiado todas las cosas (ver Mateo 11:27). El relato de la sanación del hombre paralítico
en Lucas 5:17–26 nos revela la divinidad de Jesús, especialmente para perdonar pecados.
En Juan 8:58 FBV Jesús dice: “Les digo la verdad: antes de que Abraham naciera, Yo
soy.” Jesús vino a servir y a dar su vida en rescate de muchos (ver Mateo 20:28 y Marcos
10:45).

Comentario
Cuando Jesús habla de sí mismo, siempre lo hace de una manera modesta, como
era de esperarse del Dios que vino a revelar. De hecho, Jesús toma para sí el nombre de
“Hijo del Hombre”, que en ese tiempo en realidad quería decir simplemente “cualquiera.”
La palabra barnasha en arameo se utilizaba como una expresión común de “un
hombre,” la humanidad en general. Si alguien iba a contar una historia que comenzaba
con la frase: “había una vez un hombre”, eso sería “había una vez un barnasha.” O, como
el griego del Nuevo Testamento dice: “Había un hombre…” Sólo un hombre, un miembro
de la raza humana, un ser humano. Esa fue la identificación que Jesús eligió. En los
evangelios Jesús se identifica ochenta veces a través de esta expresión: “El Hijo del
hombre vino para salvar y buscar a los perdidos.” Lucas 19:10 FBV. “El Hijo del hombre
no tiene donde recostar la cabeza.” Lucas 9:58 FBV.” ¿Quién dice la gente que es el Hijo
del Hombre?” Mateo 16:13 FBV.

Barnasha-Jesús es el Hijo del hombre. Él se identifica con nosotros en nuestra
humanidad. No pretende nada más que ser un hombre entre los hombres, un hombre más
en toda la carrera. En hebreo el término es ben-adam -hijo de Adán, y Adán significa
hombre. No sólo Caín, Abel y Set eran ben-adam o hijos de Adán. Nosotros también
somos hijos de Adán. Jesús también era un hijo de Adán, un “Hijo del hombre.”
Hijo del hombre significa hombre. El salmista utiliza esto en su paralelismo:
“¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en
cuenta?” Salmo 8:4 NVI. Cuando Dios habla a Ezequiel, una y otra vez (¡de hecho, 93
veces!) se utiliza el término “hijo del hombre”, destacando la debilidad del hombre, en
contraste con la grandeza de Dios.

Así que Jesús se llama a sí mismo Hijo del hombre. Pero a pesar de que es un ser
humano, es algo más que un hombre. Jesús usó el título de “Hijo del hombre” a
sabiendas, porque ese título también tenía un simbolismo divino: “En esa visión nocturna,
vi que alguien como hijo de hombre que venía entre las nubes del cielo. Se acercó al
venerable Anciano y fue llevado a su presencia, y se le dio autoridad, poder y majestad.
¡Todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoraron! ¡Su dominio es un dominio eterno,
que no pasará, y su reino jamás será destruido!” Daniel 7:13, 14.

El Hijo del hombre es un reflejo de las expectativas mesiánicas, y sabía esto.
Mediante el uso de este término en referencia a Jesús mismo, él llama la atención e invita
a la investigación. A través del término Hijo del Hombre Jesús no sólo se identifica a sí
mismo como “un hombre”, sino que también hace referencia al Hijo del hombre
apocalíptico, a la figura futura de la intervención divina. Aunque Jesús como Hijo divino
del hombre niega las perversiones o el mesianismo político y nacionalista, hace hincapié
en los aspectos del tiempo del fin de la venida del Hijo del hombre: “Y también te digo
que en el futuro verás al Hijo de Dios sentado a la diestra del Todopoderoso, y viniendo
en las nubes de los cielos.” “Porque la venida del Hijo del hombre será como el
relámpago que ilumina desde el oriente hasta el occidente” “Pero cuando el Hijo del
hombre venga en su Gloria, y todos los ángeles con él, se sentará en su trono
majestuoso.” Mateo 26:64, 24:27, 25:31 FBV. Jesús es el ser divino y glorioso, el Mesías,
el Hijo del hombre.

Sin embargo -y esto es algo que los discípulos no podían entender- este Hijo del
hombre también es una figura trágica que sufre. “Entonces comenzó a explicarles que el
Hijo del hombre sufriría muchas cosas y sería rechazado por los ancianos, por sumos
sacerdotes, y por los maestros religiosos. Sería llevado a la muerte, pero tres días después
se levantaría de nuevo.” Marcos 8: 31 FBV. “Ustedes saben que en dos días es la Pascua,
y el Hijo del hombre será entregado y crucificado.” Mateo 26:2 FBV. “el Hijo del
hombre tiene que sufrir mucho y ser tratado con deprecio.” Marcos 9:12 FBV.
El Hijo del hombre no es solamente el ser glorioso y divino. También es el siervo
sufriente, el hombre va hacia su muerte en manos de los hombres. Que el Hijo del
hombre fuera asesinado era completamente impensable. Pero lo fue, y mediante el uso de
este título, Jesús resumió todo el significado y propósito de su vida y ministerio.
¿Por qué vino? ¿Cuál era su misión? Al expresar muchas de sus enseñanzas más
profundas, Jesús dice que él vino- el movimiento de Dios hacia nosotros: “El Hijo del
hombre vino a buscar y salvar a los perdidos” (Lucas 19:10 FBV), “incluso la Hijo del
hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos” (Marcos 10:45 FBV),”el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de
los hombres, sino para salvarlas” (Lucas 9:56 RV). Jesús vino con un propósito: “Porque
he descendido del cielo, no para hacer lo que quiero, sino para hacer la voluntad del que
me envió.” (Juan 6:38 FBV). “Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron” (Juan
1:11 FBV), una venida no en términos del terrible juicio de Dios, sino para salvarnos (ver
Juan 12:47).

La parte esencial del mensaje del amor de Dios en Jesús es que el Hijo de Dios
vino a nosotros, para mostrarnos el camino, para hablarnos, para morir por nosotros a fin
de salvarnos. Él vino del cielo (Juan 3:13, 6:38, “desde arriba” Juan 8:23), él vino a la
tierra y la humanidad caída. Esa es la mayor verdad del evangelio. Nosotros no tenemos
que acercarnos a Dios – lo cual es imposible en cualquier caso. Él viene a nosotros. Él
viene a nosotros donde estemos. Él viene para que Dios esté con nosotros y nos salve.
Jesús dice que vino a llamar a los pecadores al arrepentimiento (ver Lucas 5:32). Esa es
la verdad del acercamiento de Dios hacia nosotros en la persona de Jesucristo.
Porque el mismo Jesús, aunque era Dios encarnado, no buscó tener seguidores a
causa de su propia personalidad. Se negó a aceptar cualquier cosa que fuera de “culto al
héroe,” sólo aceptó la apreciación de la verdad que él había venido a revelar. Tristemente,
y con demasiada frecuencia, estos “maestros” carismáticos explotan su papel, buscan ser
reverenciados por su personalidad, y buscan la adulación de sus discípulos. Jesús no
quiso saber nada de esto, y no había belleza para que le deseáramos, no tenía atractivo
personal que se interpusiera en una clara apreciación de la verdad. Dios quiere sólo
discípulos de la verdad, y no por ninguna otra razón. Esta fue la misión de Jesús: revelar
la naturaleza y el carácter del Padre.

Comentarios de Elena de White
La vida de Jesús de Nazaret era diferente de la de todos los demás hombres…
Desde el comienzo de su ministerio los hombres comenzaron a comprender más
claramente el carácter de Dios. La misión de Cristo sobre la tierra fue la de revelar a los
hombres que Dios no era un déspota sino un Padre celestial, lleno de amor y misericordia
hacia sus hijos. {En Lugares Celestiales, p. 186}

Cuando el objeto de su misión fue alcanzado, – la revelación de Dios al mundo, –
el Hijo de Dios, anunció que su obra estaba terminada, y que el carácter del Padre había
sido hecho manifiesto ante los hombres. {Signs of the Times, 20 de enero de 1890}
Al venir a morar con nosotros, Jesús iba a revelar a Dios tanto a los hombres
como a los ángeles. Él era la Palabra de Dios: el pensamiento de Dios hecho audible. En
su oración por sus discípulos, dice: “Yo les he manifestado tu nombre”—“misericordioso
y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad,”—“para que el amor con
que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.” Pero no sólo para sus hijos nacidos en la
tierra fue dada esta revelación. Nuestro pequeño mundo es un libro de texto para el
universo. El maravilloso y misericordioso propósito de Dios, el misterio del amor
redentor, es el tema en el cual “desean mirar los ángeles,” y será su estudio a través de los
siglos sin fin. Tanto los redimidos como los seres que nunca cayeron hallarán en la cruz
de Cristo su ciencia y su canción. Se verá que la gloria que resplandece en el rostro de
Jesús es la gloria del amor abnegado. A la luz del Calvario, se verá que la ley del
renunciamiento por amor es la ley de la vida para la tierra y el cielo; que el amor que “no
busca lo suyo” tiene su fuente en el corazón de Dios; y que en el Manso y Humilde se
manifiesta el carácter de Aquel que mora en la luz inaccesible al hombre. {El Deseado de
Todas las Gentes, p. 11}

En todos los actos llenos de gracia que Jesús realizó, trató de imprimir en los
hombres los atributos paternales y benévolos de Dios… Jesús quiere que comprendamos
el amor del Padre, y trata de acercarnos a él presentándonos su gracia paterna. Quiere que
todo el campo de nuestra visión esté lleno de la perfección del carácter de Dios…
Solamente al vivir entre los hombres podía revelar la misericordia, la compasión y el
amor de su Padre celestial; porque sólo mediante actos de bondad podía manifestar la
gracia de Dios {La Maravillosa Gracia de Dios, p. 99}

Jonathan Gallagher escuela sabaticaPreparado y escrito por: © Jonathan Gallagher
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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