Jonathan Gallagher Lección 13 “El cielo, la educación y el aprendizaje eterno” 4to Trimestre del 2020

Leccion 13. El cielo, la educación y el aprendizaje eterno(4T 2020— La educación)

Textos Bíblicos: Juan 3:16, 1 Juan 5:13, 1 Tim. 1:16, 1 Corintios 13:12, 2:9, Zacarías 13:6.

Citas
• Un educador debe pensar en un niño como un jardinero piensa en una planta, como una planta que se hace crecer teniendo la tierra y la cantidad de agua adecuadas. Si sus rosas no florecen, al jardinero no se le ocurre azotarlas, sino que trata de averiguar lo que posiblemente ha fallado en su tratamiento… Lo importante es lo que hacen los niños, y no lo que no hacen. Y lo que hacen, para que tenga valor, debe ser una expresión espontánea de su propia energía vital. Bertrand Russell
• Debemos ver a los jóvenes no como botellas vacías que hay que llenar, sino como velas que hay que encender. Robert H. Shaffer
• Lo que queremos es ver al niño en busca de conocimiento, y no conocimiento en busca del niño. George Bernard Shaw
• Cuando enseñe, encienda un fuego, no llene un cubo. Dan Snow
• La función de la educación es enseñar a pensar intensamente y a pensar críticamente. Inteligencia y carácter, ese es el objetivo de la verdadera educación. Martin Luther King Jr.
• Una mente aburrida se aburre fácilmente. Una mente curiosa se expande para siempre. Maxime Lagacé

Para debatir
¿Cómo “educamos para la eternidad”? ¿Esperamos “aprender para siempre”? ¿Qué implicaría esto? Si Dios fuera realmente el tipo de persona que algunos han descrito, como un estricto maestro de escuela, ¿cómo sería el cielo? ¿Cómo es posible estar “siempre aprendiendo, pero nunca pudiendo llegar al conocimiento de la verdad” (2 Tim. 3:7 NVI)?

Resumen bíblico
Juan 3:16 habla del don de Dios de sí mismo para nosotros, a fin de que podamos tener la vida eterna. Juan continúa ese tema diciendo que aquellos que creen en Jesús pueden estar seguros de que tienen vida eterna (1 Juan 5:13). Pablo escribe que, aunque él era el peor de los pecadores, también podía tener la vida eterna (1 Tim. 1:16). Entonces le veremos y le conoceremos plenamente (1 Corintios 13:12). No podemos ni siquiera concebir lo que Dios ha preparado para nosotros (1 Corintios 2:9). Jesús fue herido en la casa de sus amigos (Zacarías 13:6)

Comentario
La frase “El cielo puede esperar” se ha usado como título de libros, películas y canciones. Expresa una actitud despectiva hacia el cielo y la eternidad con Dios, sugiriendo que el protagonista “no está listo” para ello todavía. La idea es que la vida aquí es más importante que cualquiercastillo en el aire, como la idea del cielo en el futuro. Pero, aunque estemos preparados para hacer esperar al cielo, ¿puede el cielo esperar? ¿Puede Dios mismo esperar? ¿Qué hay de la actitud del “otro lado”? Dios expresa su deseo de que le respondamos con gran urgencia. El fuerte deseo del cielo es que nos relacionemos con la eternidad ahora. A esto se añade la alegría del cielo por un pecador que se arrepiente, etc. Pero esto es sólo desde la perspectiva de nuestra propia salvación. ¿Qué hay de la visión más amplia de la reivindicación de Dios ante todo el universo, la demostración de la naturaleza absoluta de la bondad y la verdad y la justicia en el contexto de la gran controversia? ¡Si hay algún tema que deberíamos estudiar, debería ser ese! De hecho, este será nuestro tema de interés por la eternidad. Es posible que la naturaleza y el carácter de Dios como bondad personificada estén claros en nuestras mentes, pero ¿cómo lo resolvió/está resolviendo esto Dios? ¿En qué consistirá exactamente nuestra educación por la eternidad? ¿Cómo será nuestra “ciencia y nuestra canción” a lo largo de las “incesantes edades de la eternidad”? ¿Podemos siquiera imaginarnos cuál será el plan de estudios?

“Pero como dice la Escritura: “Nadie ha visto, nadie ha escuchado, y nadie ha imaginado lo que Dios ha preparado para los que lo aman” (1 Corintios 2:9 VBL, refiriéndose a Isaías 64 y 65). ¡Sin duda no es un escenario aburrido! Debemos compartir la comprensión del funcionamiento de la mente divina. Jesús cita el Salmo 82:6 que dice “ustedes son dioses” (Juan 10:34). Pedro afirma que podemos “compartir la naturaleza divina” 2 Pedro 1, VBL. El significado exacto de esto no lo podemos explicar, pero ciertamente describe experiencias y aprendizajes mucho más allá de lo que tenemos actualmente. El reto es, por supuesto, que debemos querer estar allí. Las representaciones de Dios y el cielo compartidas por algunos han sido muy desagradables. ¿Querríamos estar en el cielo y estar con Dios si él es como algunos lo han dicho? Como dijo Juan Milton: “La mente es su propio lugar y en sí misma puede hacer un Cielo del Infierno, y un Infierno del Cielo.” ¿Podría ser cierto que algunos han hecho un infierno del cielo? Mark Twain declaró categóricamente que “no hay humor en el cielo”. ¿Cómo lo sabía? Isaac Asimov escribió: “No creo en la vida después de la muerte, así que no tengo que pasar toda mi vida temiendo al infierno, o temiendo aún más al cielo. Porque cualesquiera que sean las torturas del infierno, creo que el aburrimiento del cielo sería aún peor.” Trágico. Stephen Hawking comentó: “Considero que el cerebro es un ordenador que dejará de funcionar cuando sus componentes fallen. No hay cielo ni vida después de la muerte para los ordenadores averiados; es un cuento de hadas para la gente que le teme a la oscuridad”. ¿Es esto cierto? Añade a eso muchas más ideas sobre Dios y el cielo y quizás no sea de extrañar que Juan Lennon cantara, “Imagina que no hay cielo; es fácil si lo intentas”. Entonces, ¿cómo compartimos el asombroso deleite y la oportunidad de aumentar el conocimiento, la experiencia y la creatividad con nuestro abnegado Dios que se ha dado a sí mismo? ¡Su educación será verdaderamente algo fuera de este mundo!

Comentarios de Elena de White
Maestros, si abrís vuestros corazones para que sean morada del Espíritu Santo, si dais la bienvenida al huéspedcelestial, Dios os convertirá en sus colaboradores. En cooperación con el maestro por Excelencia, el espíritu de egoísmo será expulsado, y se llevarán a cabo maravillosas transformaciones. {Traducción libre: Fundamentals of Christian Education, p. 526} Hay muchos que sólo tienen una comprensión imperfecta del carácter de Dios. Piensan en él como severo y arbitrario, y cuando se presenta el hecho de que Dios es amor, es difícil para estas almas dejar de lado sus falsas concepciones de Dios. Pero si no dejan entrar la palabra de verdad, arrancando las espinas, las zarzas volverán a crecer y ahogarán la buena palabra de Dios; su experiencia religiosa se verá empequeñecida, pues la maldad de sus corazones sobrepasará la tierna planta de la verdad y cerrará la atmósfera espiritual. {Review and Herald, 21 de Junio de 1892} La misión de Cristo sobre la tierra fue la de revelar a los hombres que Dios no era un déspota sino un Padre celestial, lleno de amor y misericordia hacia sus hijos {Mente, Carácter y Personalidad, p. 187} La más alta educación es la que imparte un conocimiento y una disciplina que conducen a un mejor desarrollo del carácter, y prepara al alma para aquella vida que se mide con la vida de Dios. En nuestros cálculos no debe perderse de vista la eternidad. La más alta educación es la que enseña a nuestros niños y jóvenes la ciencia del cristianismo, la que les da un conocimiento experimental de los caminos de Dios, y les imparte las lecciones que Cristo dio a sus discípulos, acerca del carácter paternal de Dios. {Conducción del Niño, p. 277}

Preparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2020
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

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