Jonathan Gallagher Lección 10 “El nuevo pacto” 2do Trimestre del 2021

10. El Nuevo Pacto (2T 2021—La promesa: El Pacto Eterno de Dios)

Textos Bíblicos: Jer. 31:31–34; Mat. 5:17–28; Oseas 2:18–20; Isa. 56:6, 7; Heb. 8:7, 8; Heb. 10:4;
Mat. 27:51.

Citas
• Uno puede predicar un pacto de gracia más claramente que otro … Pero cuando predican un pacto de obras para la salvación, eso no es verdad. Anne Hutchinson
• Todo el pacto es un paquete de promesas. Thomas Brooks
• Dios es un Dios que hace y guarda pactos. Si nunca ha pensado en Él en estos términos, entonces todavía no ha comenzado a pensar en Él de la manera que Él quiere. La Palabra de Dios describe esos pactos y proclama que Él es un Dios de pacto. En cierto sentido, la Biblia es el libro de Su pacto. Incluso lo llamamos así: ¡el Antiguo y el Nuevo Pacto (Testamento)! Sinclair Ferguson
• Él no nos ama si lo amamos. Nos ama con un amor incondicional; por lo tanto, debemos amarlo. El mensaje del pacto es una gracia totalmente gratuita de Dios para su pueblo. Por supuesto, requiere una respuesta de compromiso total. Pero fíjate en el orden: el amor del pacto de Dios no es el resultado de nuestro compromiso; es la causa de ello. El patrón es: “Lo haré, por lo tanto, tú deberías”; no “Lo haré, pero solo si tú lo haces primero”Sinclair Ferguson
• Tal como nos lo presentan los evangelios, la misión de Jesús de Nazaret se trata de la forma en que la comunidad del pueblo de Dios (históricamente, el pueblo judío que había recibido por primera vez la ley y el pacto) es recreada en relación a Jesús mismo. Rowan Williams

 

Para debatir
¿De qué manera es el pacto del que Jesús habla “nuevo”? ¿Por qué fue necesario? ¿Cómo contrasta Pablo los dos pactos en Gálatas? ¿Cómo entendemos el lugar de la ley en un pacto? ¿Cuál es la base de este “nuevo pacto”? ¿Para quién es el pacto? ¿Cómo encaja esto en todo el esquema de la gran controversia?

 

Resumen Bíblico
“Vienen días —afirma el Señor— en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá… Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.” Jeremías 31:31, 33 NVI. Mat. 5:17–28 es parte del Sermón del Monte y muestra cómo Jesús reinterpreta el significado real de la ley. En Oseas 2: 18-20 Dios describe el pacto en términos de votos matrimoniales. Los “extranjeros” deben incluirse en el pacto de Dios (Isa. 56: 6, 7). Heb. 8: 7, 8 habla de un pacto nuevo y mejor, mientras que Heb. 10: 4 deja en claro que el sistema del santuario en realidad no quitó los pecados. El rasgado del velo del templo en Mat. 27:51 indica el final del antiguo sistema.

 

Comentario
Jesús describe un nuevo tipo de pacto, y la misma terminología se encuentra en Hebreos 8. Aquí la cita es de Jeremías 31: 31-34, lo cual en sí mismo es interesante, porque muestra que el “nuevo” pacto no es tan nuevo después de todo. ¿Y cuál es la intención de este nuevo pacto?Está claramente definido por no ser como el pacto anterior. No debe basarse en formulaciones y prescripciones legales, sino en leyes basadas en la mente y el corazón; en otras palabras, un pacto relacional basado en hacer el bien porque es correcto, y así lo reconocen y aceptan las personas pensantes. La intención, dice Dios, es “que todos me conozcan”. Esta no es una relación ceremonial, sino de confianza individual y personal. La forma de vivir correctamente es permanecer cerca de Dios, pasar tiempo con su Padre celestial, pensar en las implicaciones de la verdad acerca de Dios en su propia vida personal. Si sus pensamientos acerca de Dios y su amorosa gracia no hacen una diferencia en su forma de vivir, ¿cuál es el punto? Como escribió el apóstol Juan: “todo el que hace lo justo ha nacido de Dios”. (1 Juan 2:29 BVL.) Cuanto más leamos sobre la clase de persona que Dios es realmente, menos tendremos que temerle. En la Biblia, Dios viene a los seres humanos, y las primeras palabras son: “¡No teman!” ¿Por qué no? Porque este Dios que regresa no es un extraño. “Este mismo Jesús volverá…” dijeron los ángeles a los asombrados discípulos que vieron a Jesús dejar la tierra para ir al cielo. Este mismo Jesús está definido en los evangelios y es la prueba de que Dios es realmente: el Dios de amor, verdad y justicia, que salvará a todos los que se acerquen a Él. En última instancia, el amor perfecto echa fuera el miedo… ¿Qué clase de Dios hace la promesa? ¿Confías en él? Como todo lo demás en la vida, depende de su relación y del historial de la persona. Echemos un vistazo a la Biblia y encontraremos ejemplo tras ejemplo de cómo Dios trata con personas como nosotros. Más que eso, la Biblia registra las intenciones de Dios que la historia muestra que se hicieron realidad. El cumplimiento de la profecía es otra garantía de que Dios está “cumpliendo su propósito” y que se puede confiar en Él. Entonces, cuando Jesús dice: “Vendré otra vez” (Juan 14:3), su certeza se basa en todas las pruebas de Dios a través de la historia. Entonces, “Esta esperanza es nuestra ancla espiritual, es segura y confiable, y nos lleva más allá de la cortina, a la presencia de Dios” Hebreos 6:19 VBL. “¡Y como tenemos esta esperanza segura, hablamos sin temor!” 2 Corintios 3:12 VBL. La seguridad no se basa en el pacto, sino en el que promete, “porque el Dios que prometió es fiel” (Hebreos 10:23 VBL).

 

Comentario de Elena de White
En esta última acción de Cristo en la que compartió con sus discípulos el pan y el vino, se dio en prenda a ellos como su Redentor mediante un nuevo pacto, en el que estaba escrito y sellado que sobre todos los que reciben a Cristo por la fe se derramarán todas las bendiciones que el cielo pueda proporcionar, tanto en esta vida como en la vida inmortal futura. {Ev 204.3} Nada excepto la justicia de Cristo puede hacernos merecedores de una sola de las bendiciones del pacto de la gracia. Muchos son los que durante largo plazo han deseado obtener estas bendiciones, pero no las han recibido, porque han creído que podían hacer algo para hacerse dignos de ellas. No apartaron las miradas de sí mismos ni creyeron que Jesús es un Salvador absoluto. No debemos pensar que nuestros propios méritos nos han de salvar; Cristo es nuestra única esperanza de salvación. {PP54 458.3}
El pacto de la gracia se estableció primeramente con el hombre en el Edén, cuando después de la caída se dio la promesa divina de que la simiente de la mujer heriría a la serpiente en la cabeza. Este pacto puso al alcance de todos los hombres el perdón y la ayuda de la gracia de Dios para obedecer en lo futuro mediante la fe en Cristo. {FV 79.2} Tenemos la promesa de Dios de que unirá a los hombres estrechamente a Su gran corazón de amor infinito en los lazos del nuevo pacto de gracia. Todos los que renuncien a laesperanza de pagar por su salvación, o de ganársela, y vengan a Jesús tal como son, indignos, pecadores, y caerán sobre sus méritos, sosteniendo en su súplica la palabra prometida de Dios para perdonar al transgresor de su ley, confesando sus pecados y buscando perdón, encontrarán la salvación plena y gratuita. {7ABC 468}

Preparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2021
Traducido por: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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