Pasando al capítulo 8 de Hebreos, vemos explicados muchos conceptos del nuevo pacto.
- ¿Por qué necesitaban un nuevo pacto? (Domingo)
- ¿De qué manera el nuevo pacto era una renovación del antiguo? (lunes)
- ¿Qué hace que Jesús sea un mejor mediador? (Martes)
- ¿Qué hace que el sacrificio de Jesús sea mejor? (Miércoles)
- ¿Cómo es más fácil la obediencia cuando el corazón está comprometido? (Jueves)
Como un intento más de atraer a los hebreos de vuelta a Cristo, Pablo les recuerda en el capítulo 8 el pacto, con especial énfasis en la parte de Jesús como su Mediador.
Los cristianos, que tal vez se estaban alejando de la fe, necesitaban oír el papel especial que desempeñaba Jesús como su Sumo Sacerdote para reforzar sus vínculos con el Hijo de Dios. El pacto de Dios con su pueblo era una parte vital del trabajo del Sumo Sacerdote, y este habría sido el tema perfecto para llamar su atención y elevarlos espiritualmente.
Texto de memoria: “Pero como es, Cristo ha obtenido un ministerio que es mucho más excelente que el antiguo, así como el pacto que media es mejor, ya que se promulga sobre mejores promesas”. Hebreos 8:6 RVR
La perfecta obediencia del Hijo de Dios fue la base para reclamar un mejor ministerio del pacto. El Cordero de Dios sin pecado, que los sacrificios de animales prefiguraban, era el único medio para cancelar la pena de muerte de la humanidad corrupta e inmerecida. Ninguno de los toros, bueyes o corderos que ofrecieron lo haría.
Sin embargo, no fue sólo su muerte lo que nos salvó. Su vida de obediencia infalible era necesaria para nuestro ejemplo, y como cobertura de nuestros intentos defectuosos de alcanzar la justicia. Su santidad puede convertirse en la nuestra, cuando nos convertimos en sus seguidores.