Esta semana se examina por qué es necesaria la paciencia mientras esperamos en nuestros crisoles. La paciencia es necesaria porque…
- Dios es paciente. (Domingo)
- Dios tiene buenas razones para que seamos pacientes. (Lunes)
- Los caminos de Dios son mejores para nosotros, como aprendió David. (Martes)
- El tiempo de Dios es mejor que el nuestro, como aprendió Elías. (Miércoles)
- Dios se alegra cuando confiamos en él, lo que nos hace más pacientes y felices. (Jueves)
- La esperanza y la mansedumbre son grandes herramientas espirituales para ayudarnos a navegar por nuestras dificultades y pruebas; pero sin paciencia, sólo pueden llegar hasta cierto punto para ayudarnos a sobrevivir a estos crisoles nuestros. Sin paciencia, nos derrumbaremos y nos dejaremos llevar por Dios de una manera que puede no conducir a un resultado tan bueno.
Cualquiera que haya necesitado paciencia para soportar una experiencia dura sabe que a veces la espera puede ser un crisol en sí mismo. A menudo, las circunstancias nos atormentan de forma persistente, hasta el punto de que el tiempo y la duración de la espera necesarios para escapar de ellas son casi tan difíciles de soportar como la situación que provoca nuestro sufrimiento.
Sólo el Espíritu de Dios puede darnos la fortaleza y la resistencia para esperar a que pase nuestro crisol, y no seguir adelante sin la guía y la bendición de Dios. Los que esperan la Segunda Venida de Jesús en estos últimos días están muy necesitados de este importante fruto del Espíritu. Muchos serán engañados o estarán en peligro de perder su fe si no reconocen la necesidad de una resistencia paciente y firme.
Texto de memoria: “Pero el fruto del Espíritu es… la paciencia…” Gálatas 5:22 RVR