El Salmo 23 y el papel de Jesús como nuestro Pastor nos hace comprender mejor…
- La necesidad de un guía en el camino de nuestra vida (domingo)
- Los diversos lugares del camino de la justicia (lunes)
- Los valles oscuros que nos desvían inesperadamente (martes)
- Cómo lidiar con los enemigos en el camino (miércoles)
- El amor que nos sostiene hasta nuestro destino eterno (jueves)
Este trimestre nos hará tomar conciencia y comprender los numerosos momentos de prueba que se presentan a todos los hijos de Dios. Sobre todo, se nos recordará la necesidad constante de confiar a Dios el resultado de cualquier prueba o crisol (Romanos 8:28).
No importa cuál sea la dificultad, debería reconfortarnos recordar que Jesús pasó por cosas peores. Nosotros sólo experimentamos nuestras propias penas y sufrimientos, pero Dios llevó todas nuestras penas en la cruz (Isaías 53:4). Y Él es el Pastor que nos guía a través de los cruces, sin importar cuáles sean.
Texto de memoria: “Él restaura mi alma; me guía por sendas de justicia por amor a su nombre”. Salmo 23:3 RVR
Muchos pueden atestiguar que nuestros mayores tiempos de crecimiento espiritual a menudo vienen durante o después de alguna derrota o experiencia personal aplastante. La imagen de un pastor nos tranquiliza en esos momentos, al contemplar las muchas cosas que el pastor hace por su rebaño. Guía a las ovejas, las alimenta, las busca cuando se pierden y cura sus heridas. Esta restauración es posible para todos nosotros gracias al amor del Pastor, nuestra única fuente de esperanza para la plena restauración y la felicidad.