La humanidad, ayudada por Satanás, ha pervertido el amor y la justicia totalmente pervertido. La injusticia es rampante en todo el planeta, lo que requiere que Dios anule y traiga orden al estado caótico que hemos hecho para nosotros mismos. Es solo cuando buscamos orientación que podamos disfrutar de la paz y la comodidad, a pesar de nuestras tendencias imperfectas.
El amor requiere justicia, y la justicia requiere amor. El carácter sagrado de Dios demuestra ambas cualidades de manera total y perfecta. Por lo tanto, podemos estar seguros de que el juicio divino que proviene de su trono se impartirá con misericordia para todas las partes involucradas. Traerá castigo por el pecado, pero también la liberación de sus víctimas.
Si hay algo que valga la pena hacer, es para nosotros reflejar el carácter de amor y justicia de Dios, para que otros también puedan sentir su bendición.