Dios llamó en esos días como siempre lo hace: personas que son fieles a Él y que tienen los dones necesarios para cumplir la tarea. Y si uno no tiene los dones, Dios se permite, eso lo sabemos. Pero en ese caso, estas personas ya eran hábiles, eran eruditos obstinados y trabajaban en lugares altos en el gobierno del Imperio Medo-Persa. Por lo tanto, estaban versados en los asuntos religiosos de los escritos proféticos, eran fieles a DIOS y sabían cómo planificar, tomar la iniciativa, dirigir y enseñar. Podrían resolver problemas y relacionarse con Dios. Confiaron en los profetas y en Dios mismo. Tomemos, por ejemplo, la oposición que enfrentó Zorobabel, que Ezra y Nehemías enfrentaron. Estos hombres se volvieron hacia Dios y continuaron, a pesar de que tuvieron que retirarse por un tiempo, pero terminaron el trabajo, y fue bueno. Y redirigieron a la gente a DIOS, aunque esa gente y otros líderes a veces se extraviaron.
Escuela Sabática Texas USA Lección 3: “El llamado de Dios” Sabado 19 de Octubre de 2019
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