Además del ataque de Satanás contra el Niño varón, el Hijo de Dios, Aquel que iba a gobernar con vara de hierro (Apocalipsis 12:6), vemos que su ira se dirige también contra una mujer que tiene que huir al desierto para escapar de la persecución (Apocalipsis 12:13, 14). Esta mujer representa simbólicamente a la verdadera iglesia, a la que se hace referencia como la esposa de Cristo.
Apocalipsis 12:6 menciona que esta persecución durará 1.260 días, que proféticamente son 1.260 años. Ver Números 14:34 y Ezequiel 4:4-6. Este periodo de tiempo debe ser una valiosa marca de identificación de cuanto durara la persecución porque es mencionado en otros lugares de las Escrituras, como Apocalipsis 11:2, 3, 13:5 y aun Daniel 7:25.
El tiempo cuando la iglesia sufrió por 1,260 años fue sin duda el tiempo cuando una iglesia corrupta se unió con gobiernos mundanos y trató de eliminar a todos los fieles seguidores de Dios entre los años 538 a 1798 D.C. Este tiempo es conocido como la Edad Media, cuando muchos mártires sufrieron por su fe.
Es reconfortante saber que Dios alimentó y proveyó a la Iglesia durante ese período (Apocalipsis 12:14-16). Su pueblo fue capacitado para permanecer fiel, a pesar de la poderosa oposición, incluso la muerte, que fue lanzada contra ellos. La Reforma Protestante surgió de este tiempo de opresión, dándonos un ejemplo de cómo Dios también cuidará de nosotros en los últimos días.
Como los ataques de Satanás no han funcionado hasta ahora contra Jesús mismo, su siguiente mejor objetivo es lo que Jesús más ama: Su pueblo, Su Iglesia. Este grupo de fieles, llamado el remanente, esparcido por todo el mundo, será mucho más pequeño al final de los tiempos, por lo que el diablo sentirá que tiene más posibilidades de éxito en destruirlos. Podemos esperar que él intensifique sus esfuerzos para destruir al pueblo de Dios en los últimos días y debemos estar preparados espiritualmente para esa batalla final con el enemigo de Dios.
Si mantenemos a Jesús en el centro de nuestras vidas, tendremos asegurada nuestra salvación, incluso durante esos días difíciles del final de los tiempos. Como algunos han dicho: en Jesús, por Jesús, a través de Jesús, y debido a Jesús, podemos tener la victoria sobre todos los trucos engañosos de Satanás para engañarnos y mantenernos fuera de nuestro hogar celestial.