Bosquejo de la leccion 4 “Del horno ardiente al palacio” Sabado 25 de Enero de 2020

Bosquejo de la Leccion  4
La historia de los tres hebreos cautivos arrojados al horno de fuego ardiente ha sacudido la imaginación de comentadores, artistas y predicadores. A menudo, el contar de nuevo la historia se concentra en la liberación de los tres jóvenes de las llamas. Pero realmente el foco principal del pasaje es la fidelidad invariable de Dios hacia Israel. De hecho, los versículos 16 al 18 del capitulo 3 están en el centro de la estructura literaria de la narración. El capitulo 3 del libro de Daniel, describe a los judíos fieles que confrontan al rey diciéndole que prefieren morir a adorar la imagen. El propósito de la lección de esta semana es: Mostrar la fidelidad de Dios en todo momento y que a lealtad y fidelidad a Dios es el resultado natural de aquellos que confían y aman al Señor. Bienvenidos al bosquejo de la lección de la Escuela Sabática, estamos en la cuarta lección del trimestre, y el titulo de la lección de esta semana es: “Del horno ardiente al palacio” Nos concentraremos en tres asuntos: 1. Adoración 2. Fidelidad 3. Lealtad vindicada I. Adoración. Al levantar esa imagen y exigir que todos sus oficiales le rindieran homenaje, el rey estaba queriendo forzar la lealtad de sus súbditos a la religión y la ideología del Imperio. Las instrucciones para la adoración de la estatua siguen el mismo modelo: Un heraldo proclama que cuando la gente oiga “el son de los instrumentos de música” debían postrarse y adorar la imagen (vers. 5). El sistema de adoración establecido por Nabucodonosor fue puesto en práctica bajo pena de muerte. Quienquiera que rehusara seguir las decisiones del rey seria arrojado al horno ardiente. En este caso, la adoración no es voluntaria; no surge de una conciencia convencida. Una enorme muchedumbre que robóticamente toca el suelo con su nariz al sonido mecánico de la orquesta. Según Juan 4:23-24 “los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad” Algunas características de la verdadera adoración: 1. La adoración verdadera se centra en Dios. (Lucas 4:8) 2. La adoración verdadera se fundamenta en la palabra. (Hebreos 1:3) 3. La adoración verdadera no es forzada, fluye naturalmente de un corazón agradecido. (Colosenses 4:2,3) 4. La adoración verdadera nos lleva a una vida de servicio. (Mateo 4:10) 5. La adoración verdadera no es apenas un acto exterior. Viene de una vida dedicada a Dios. (Juan 4:24) II. Fidelidad. Tres asuntos son importantes mencionar, en relación a la fidelidad de los tres jóvenes: 1. Primero, en forma insistente se los llama Sadrac, Mesac y Abed-nego. El uso de sus nombres babilonios, era un claro intento de negar su identidad hebrea. Sin embargo, ellos actuaron de acuerdo con la identidad transmitida por sus nombres hebreos: Misael, que significa ¿Quien es como Dios? Ananías, significa: Dios está lleno de gracia y Azarías, significa: Dios ayuda. 2. En Segundo lugar, debe observarse que los tres hebreos estaban bajo una fuerte presión de sus pares. Es difícil vivir las convicciones religiosas personales en privado, y mucho más en un ambiente público: delante del rey, delante de los oficiales reales y una multitud de espectadores. 3. Tercero, Daniel 3:16-18 registra una respuesta impresionante, frente a esta presión: 16 “Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. 17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. Es decir, si por alguna razón Dios no estaba dispuesto a salvarlos, ellos preferían la muerte antes que rendirse a las idolátricas demandas del rey. Y esta obediencia es motivada por principios en vez de meras conveniencias. Era el fruto de una fe a prueba de fuego. III. Lealtad vindicada. En cumplimiento a la sentencia, la biblia declara que los tres jóvenes fueron arrojados al horno ardiente, y el rey quedó perplejo por la presencia del cuarto hombre en el fuego. Daniel 3:25 dice: “Y el aspecto del cuarto es semejante a un hijo de los dioses” Nabucodonosor reconoció la figura como un ser sobrenatural enviado del ámbito divino. Era Jesús de Nazaret. A primera vista, uno podría concluir que la liberación del fuego es el punto principal de la historia. Sin embargo la vindicación de los cuatro hebreos no reside principalmente en su liberación, sino en la presencia del Hijo de Dios entre ellos. Y cuando algunas veces la vindicación no ocurre con una liberación inmediata del dolor y la muerte, Dios otorgará a todos sus hijos una vindicación final en el Templo celestial. Aplicación: El llamado es mucho mas que “atreverse a ser como Sadrac, Mesac y Abed-nego”. Es más bien una invitación a “atreverse a creer que Dios es digno de tu fidelidad en cualquier desafío que confrontes, por amor a su nombre”.

Radio Adventista
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