La mayoría de las culturas actuales valoran la felicidad más que la sabiduría. Para ellos, ser feliz es más importante que ser sabio. Lo que no reconocen es que la sabiduría divina es la única manera de alcanzar la verdadera felicidad. Si buscamos la sabiduría, seremos felices, genuinamente felices. No tenemos que elegir uno u otro. La sabiduría que viene de Dios y Su palabra viene como un paquete. “Feliz el hombre que encuentra la sabiduría…” (Proverbios 3:13).
El libro de los Salmos está lleno de maneras de ser sabio. Leer los salmos puede acercarnos a una vida justa, bajo el cuidado amoroso y protector de Dios. Y no se detiene ahí. Otros son bendecidos ahora, y mucho después de que vivamos, por nuestra vida sabia y piadosa. Un día a la vez, mientras contamos los días que pasamos glorificándolo.