Aqui entre Nos. Lección 13 – Permanezca el amor fraternal – Un Programa pensado en los Maestros de E.S.

Es útil tomar los versículos de Hebreos 13:9, 10 juntos. Sabemos que Jesús nunca cambia, pero evidentemente podemos dejarnos llevar por doctrinas hechas por el hombre que pueden cambiar. Hebreos 6:19, 20 menciona que nuestra esperanza en la mediación sacerdotal de Cristo es un ancla para nuestra alma. Seguramente entonces, esta ancla puede evitar que nos dejemos llevar por enseñanzas extrañas.

La parte de este pasaje que habla de los alimentos ha sido objeto de un examen minucioso. ¿A qué clase de alimentos se refiere (Hebreos 13:10)? A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido conflictos sobre los alimentos, pero quizá la idea principal aquí sea que la gracia de Dios es permanente y los alimentos físicos que comemos no lo son. Alimentarse de Jesús nos establece de una manera que nunca puede ser alcanzada por la comida tangible que comemos.

Una relación creciente con Dios asegurará que seamos establecidos en su gracia. Nos llevará a compartirlo con otros de manera natural y con fe. Las enseñanzas extrañas no tendrán ningún atractivo para nosotros cuando tengamos una verdadera comprensión de Jesús, nuestro Señor y Salvador.

Hebreos 13:10-14 contiene algunas ideas inquietantes. Pablo anima a su audiencia a salir del campamento para encontrar a Jesús. Pero fuera del campamento, o de la puerta del templo, siempre se consideró el lugar más impuro en el que podían estar. Y sin embargo, allí es donde Jesús fue enviado a morir en una cruel cruz: fuera de la ciudad de Jerusalén.

Lo más probable es que Pablo esté sugiriendo que sigan a Jesús en sus sufrimientos. Deben esperar compartir el reproche que la asociación con Él trajo. Recordemos que Moisés salió de Egipto y encontró que este reproche era para él una riqueza mayor que los tesoros de Egipto (Hebreos 11:26). Jesús incluso instruyó a sus discípulos para que tomaran su cruz y lo siguieran (Marcos 8:34 y Lucas 14:27).

En Gálatas 2:20 Pablo describe claramente lo que significa salir del campamento. Pablo dice que fue crucificado con Cristo, una experiencia que lo acercó al Hijo de Dios. Jesús realmente vive dentro de nosotros cuando esto sucede.

La ciudad de Jerusalén, incluso el santuario terrenal, no es donde habita ahora la presencia de Dios. Nosotros, como Abraham, buscamos esa ciudad, cuyo constructor y artífice es Dios (Hebreos 11:10). En otras palabras, la Nueva Jerusalén y el santuario celestial de Dios deben ser nuestro centro de atención, no los problemas que encontramos en este planeta pecador.

Radio Adventista
0 comments… add one

Leave a Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.