El profeta Daniel no podía, por sí mismo, comprender el significado de las 2.300 tardes y mañanas. Ciertamente sabía que eran 2.300 años, por lo que puede haber estado más intrigado. Sabía por las profecías que el castigo de los judíos sería de 70 años, y que el tiempo estaba llegando a su fin. Había tardado en pasar. Había estudiado bien el libro del profeta Jeremías, de hecho, Daniel y sus compañeros fueron fieles a DIOS porque tenían conocimiento de Su Palabra, la ley y los profetas, el Antiguo Testamento, muchos de los cuales ya estaban escritos. Estudiaron profundamente sobre el paganismo babilónico, hasta el punto de que se volvieron diez veces más conocedores de este tema que los sabios del rey. Sin embargo, aún más estudiaron los escritos de los profetas que ya existían, no dejaron de buscar el conocimiento de arriba. Es por eso que lograron mantener lealtad a DIOS.
Aqui entre Nos. Lección 10 – “De la confesión a la consolación” – Un Programa pensado en los Maestros de E.S.
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