Sikberto R. Marks (Comentario) Leccion 3 – “Los Sacrificios” – Sabado 19 de Octubre

Domingo: El primer sacrificio
Inmediatamente después del pecado, nuestros primeros padres se dieron cuenta que estaban desnudos y sintieron vergüenza. Es que perdieron la vestimenta natural que recibieron al ser creados y de la cual ni se percataban. No podemos explicar cómo era aquella vestimenta, pero sí sabemos que se hizo necesaria otra, una vestimenta artificial. ¿Pero con qué hacer una vestimenta? Con la piel de un cordero. Entonces DIOS proveyó uno y Adán tuvo que hacer el sacrificio. Mató uno o más corderos, para él y para la mujer. Ese fue el primer sacrificio, para cubrir sus cuerpos con las pieles.

Para tal, tenía que separarse la piel del resto del animal, curtir y luego preparar la vestimenta. ¡Qué ropas más desagradables fueron esas! Provenían de animales vivos, que ellos amaban, acariciaban, alimentaban y con quienes paseaban juntos. “El león y el cordero jugueteaban pacífica e inofensivamente a su alrededor, o se tendían a dormitar a sus pies” (La Historia de la Redención, 22). Los animales ahora servirían para ese fin y allí comenzó el sistema de depredación, en donde el más fuerte depreda al más débil. Eran los primeros efectos del pecado. En ese mismo día hubo muerte, en lugar de la de los dos pecadores y gracias a esa muerte ellos sobrevivieron un tiempo más. ¡Qué sensaciones terribles habrán sentido al tener que vestirse gracias a la muerte de un inocente! ¡Cuánto dolor sentían por la culpa de aquél pecado, sabiendo que animales tendrían que morir por ese hecho, pues tendrían que ser sacrificados! Y toda la naturaleza empezó a sufrir. Luego vieron cómo algunos animales mataban a otros animales, en búsqueda de alimento.

¿Qué es lo que significaba aquél primer sacrificio? En primer lugar la provisión de ropa, pues estaban avergonzados y en la presencia de DIOS. Después, el perdón de su pecado, representando ya en aquél día un anuncio de la muerte del Cordero de DIOS en lugar de ellos. “Desde que fue predicado el primer sermón evangélico, cuando en el Edén se declaró que la simiente de la mujer aplastaría la cabeza de la serpiente, Cristo ha sido enaltecido como el camino, la verdad y la vida. Él era el camino cuando Adán vivía, cuando Abel ofreció a Dios la sangre del cordero muerto, que representaba la sangre del Redentor. Cristo fue el camino por el cual los patriarcas y los profetas fueron salvos. El es el único camino por el cual podemos tener acceso a Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, 618).

 

Lunes: Tipos de ofrendas
En el antiguo Israel, había cinco tipos de ofrendas a DIOS. Ellas eran: el holocausto o cordero pascual; los manjares; las ofrendas pacíficas o voluntarias; el sacrificio por el pecado y el sacrificio por la culpa. Las tres primeras eran voluntarias y las otras dos obligatorias. Veamos algo al respecto de cada una, con investigaciones hechas en varios sitios web.

 

Ofrendas voluntarias de consagración
Holocausto:
Becerro, carnero o ave sin defecto. El animal era escogido de acuerdo con la situación económica del que lo ofrecía. Lev. 1; 6:8-13; 8:18-21; 16:24. Todo era quemado. Los holocaustos debían ser ofrecidos cada mañana y también al caer la tarde. Los días comunes debía ser ofrecido sólo un cordero de un año de edad, sin defecto, pero los sábados, debían ser ofrecidos dos corderos por la mañana y otros dos por la tarde. El pecador colocaba las manos sobre el animal destinado al sacrificio, reconociendo en él su sustituto. Un detalle importante es que el propio pecador mataba al animal en la presencia del sacerdote y éste esparcía su sangre sobre el altar.

Cereales: Granos, flor de harina, incienso, pan cocido (sin levadura), sal. La levadura y la miel estaban prohibidas. Estaban relacionadas con la comunión y con la acción de gracias. Lev. 2; 6:14-23. Sólo una parte era quemada, el resto era para el sacerdote y sus hijos. Era el único sacrificio que no incluía carnes. Sólo eran ofrecidos harina de trigo cruda, granos de cereales cocidos y tortas sin levadura. Todos los ingredientes eran ofrecidos sobre el fuego, con sal, aceite e incienso. Lo que sobraba era de los sacerdotes. Esta ofrenda era una especie de “ofrenda de gratitud”, en el sentido que recordaba a los israelitas la travesía del desierto en donde hubo escasez de alimentos y estos fueron suplidos por DIOS a través del maná, el pan que caía del cielo. Era una forma de gratitud a DIOS.

Ofrenda voluntaria de comunión
Pacífica:
Cualquier animal del ganado, sin defecto, panes (tortas, hojaldres, etc.). Lev. 3; 7:11-34. La grasa y los riñones eran quemados delante del Señor. No podían comer ni la grasa ni la sangre. Debía darse de forma voluntaria, cuando el pecador fuese movido por el deseo de agradecer a DIOS por algún motivo especial. Un animal, macho o hembra, debía ser ofrecido, pero sin defecto alguno. Esta ofrenda también era llamada de “ofrenda de comunión” ya que inspiraba a quien la ofrecía una relación de comunión con el Señor.

Ofrendas obligatorias, de expiación

Por el pecado de transgresión (pecado consciente): Ternero, chivo, cabra, oveja, 2 palomas o 2 tórtolas (dependiendo de la situación económica del transgresor). Tenía por objetivo restablecer la comunión del pecador con DIOS -que un día fue rota por la transgresión de aquél- matando un animal y, mediante el ritual, transferir la culpa por el pecado para la sangre. Lev. 4:1-5:13; 6:24-30; 8:14-17; 16:3-22. Era un tipo de sacrificio que comprendía ciertos pecados para los cuales era evidente que no existía una retribución por el daño causado. Es presentado de dos formas:

1)      La transgresión que incluye una falta ante DIOS por defraudar al no dar “las cosas santas al Señor”.

2)      La transgresión de los mandamientos y principios dados por el Señor. En este caso, la falta era contra el prójimo.

El producto del robo o defraudación debía ser compensado, antes de ser presentada cualquier ofrenda a DIOS.

Por el pecado de culpa (sin intención o por ignorancia): Carnero sin defecto. Lev. 5:14-6:7; 7:1-6; 14:12, 21. Ofrenda de sacrificio dada por un pecado específico, con transferencia del pecado para el animal. La grasa y otras partes eran quemadas en la presencia del Señor y el resto quemado en un lugar determinado fuera del campamento. Pero no se comía nada de él.

Algunas curiosidades: Quien ofrecía o el sacerdote eran los que mataban al animal cortándole las arterias del cuello. El sacerdote dispersaba un poco de sangre en los lados del altar, sacaba y se quedaba con el cuero, cortaba en pedazos al animal y los colocaba en orden sobre la leña del altar. Toda o sólo una parte de la carne era quemada, de acuerdo al tipo de sacrificio. Después del sacrificio pacífico había una cena común en que el sacerdote y el pecador comían parte de la comida del animal.

Resumiendo: las ofrendas voluntarias eran de gratitud a DIOS por su protección y bendiciones. Las ofrendas por la transgresión y por la culpa se hacían por los pedidos de perdón de los pecados cometidos.

“En el atrio, y cerca de la entrada, se hallaba el altar de bronce del holocausto. En este altar se consumían todos los sacrificios que debían ofrecerse por fuego al Señor, y sobre sus cuernos se rociaba la sangre expiatoria. Entre el altar y la puerta del tabernáculo estaba la fuente, también de metal. Había sido hecha con los espejos donados voluntariamente por las mujeres de Israel. En la fuente los sacerdotes debían lavarse las manos y los pies cada vez que entraban en el departamento santo, o cuando se acercaban al altar para ofrecer un holocausto al Señor” (Historia de los Patriarcas y Profetas, 359).

Martes: Sacrificio en Moriah
DIOS le había hecho a Abraham la promesa de un hijo, por medio de quien vendría una gran nación que ocuparía la tierra de Canaán en donde habitaba como peregrino. Cada vez que DIOS hablaba con el profeta, le repetía esa promesa. Pero un día de esos, DIOS le ordenó que ofreciese su propio hijo en holocausto. Allí la cosa cambió.

Esta vez DIOS no prometió nada. No prometió que en el último momento le daría un cordero como substituto. Entonces, ¿qué significaba esto? Sin conocer la historia, puede parecer que DIOS se arrepintió de las promesas que dependían de Isaac, y que no las cumpliría más. Podría parecer que DIOS ya no confiaba más en Abraham y que sus descendientes por medio de Isaac no heredarían la tierra de Canaán. O sino, ¿porqué mandaría matar al hijo de la promesa?

¡Abraham confiaba en que DIOS haría algo que Él no dijo, o no hubiese obedecido! De hecho, la historia sería diferente. Era apenas una prueba. El hijo amado no moriría, pero Abraham no lo sabía. Era una prueba de fidelidad. El profeta imaginaba que de alguna forma providencial DIOS actuaría, pues cuando indagado por el hijo, dijo que DIOS proveería un cordero para sí.

Pero el secreto de la prueba se extendió hasta el último segundo. Cuando la mano de Abraham estaba erguida para matar al hijo, o sea, para obedecer la orden, DIOS proveyó un sustituto, un cordero, símbolo del Cordero de DIOS. Este sí era un ser humano cuya muerte por otros seres humanos sería aceptable para DIOS.

La gran prueba era para proporcionar la comprensión de que solo JESÚS podría ser muerto para salvarnos. Por eso DIOS no permitió que su mandato sea consumado. Hubo un sustituto. DIOS no acepta sacrificios humanos, como lo hacían algunos pueblos paganos. Esta vez Abraham conquistó un título que merecía: “padre de la fe”. O sea, sin entender inicialmente el significado, él fue hacia adelante OBEDECIENDO, y solo se detuvo mediante otra orden de DIOS. El padre de una gran nación santa debía, obviamente, ser también el padre de la fe.

            Este es nuestro camino si deseamos ser salvos: cada día confiar en DIOS, confiar en su bondad hacia nosotros y entregarnos a Él. No hay necesidad de temer que Él nos impondrá algo que a futuro nos será perjudicial. Realmente, si viésemos el futuro como Él lo ve, tomaríamos para nosotros las mismas decisiones que Él toma. Pero como Abraham, debemos confiar; desconocemos el futuro que está bajo el control de DIOS.

 

Miércoles: Vida por vida
Hay algunas cosas que debemos colocar en su debido lugar. ¡Cómo somos afectados por las creencias del mundo que de alguna forma tienen influencia sobre nosotros! No somos nosotros quienes debemos tomar la iniciativa de nuestra salvación pues esto DIOS ya lo hizo. Lo que nos compete es anhelar la salvación, que es lo mismo que abrir la puerta del corazón para que DIOS entre y habite en nosotros. Y habitar en nosotros es lo mismo que dirigir nuestra vida, aconsejar y mostrarnos el camino. Lo que nos compete es, pues, concordar con los cambios que Él quiere hacer en nosotros. No debemos resistir, pues eso conduce al pecado contra el ESPÍRITU SANTO. DIOS quiere operar en nosotros, pero muchas veces resistimos aún inconscientemente. En la práctica, esa resistencia ocurre porque elegimos otros caminos en lugar de aquél que DIOS orienta por medio de sermones, escritos, músicas, himnos y por las más diversas vías. De alguna forma DIOS siempre está hablándonos, pero ¿será que estamos oyendo? ¿Será que tomamos en serio lo que leemos y oímos? Es muy probable que debido a nuestra rutina diaria estemos pensando que somos verdaderos cristianos, pero que en realidad estemos negando eso.

Es severa la advertencia de Ellen G. White, a la cual deberíamos prestar mucha atención. “Tenemos una superabundancia de sermones, pero necesitamos aprender a recibir la Palabra. Toda la ayuda que venga de afuera no puede suplir esta deficiencia. La obra misionera local debe ser emprendida por misioneros locales. Dios no se agrada con los planes egoístas de dar tantas ventajas a aquellos que conocen la verdad, que tuvieron oportunidades para comprender mucho más de la verdad de lo que practican. Miles y miles están en la ignorancia, pereciendo sin Cristo. Sin embargo se dedica dinero y tiempo y trabajo a la clase que está siempre aprendiendo, y con todo nunca llega a tener un conocimiento experimental de la verdad, porque no practica la verdad. Los que están listos para hacer servicio son los que se alimentan más de Cristo” (Testimonios para los Ministros, 346, énfasis añadido). ¿Qué es lo que ella dice de aquél que resuelve enseñar a quien no quiere colocar en práctica lo que ya sabe? ¿Porqué saber más, si realmente no va a ponerlo en práctica?

DIOS es quien ofrece la salvación y nosotros, si así lo deseamos, debemos aceptarla. Fue JESÚS quien derramó su sangre en lugar de la nuestra. Es en la sangre que está la vida. Es la sangre la que lleva los nutrientes de la vida a todas las partes del cuerpo. Si la sangre no llega hacia alguna parte del cuerpo, esta va a morir, teniendo que ser cortada.

La vida está en la sangre, y en respeto a la vida DIOS determinó que no ingiriésemos sangre. La sangre de JESÚS era pura, no fluía en un cuerpo cuya mente había pecado. Y esa sangre fue la que DIOS Padre aceptó en sustitución a la nuestra, impura y cargada de pecados. Esa sangre pagó por nuestros pecados. Es extraordinario que todo lo que ya hicimos o lo que aún haremos, está pagado en el Cielo. No debemos absolutamente nada, esa es la realidad.

Sin embargo, hay algo: debemos aceptar la liquidación de nuestra deuda, debemos apropiarnos de ella, lo que significa que debemos estar de acuerdo. Y aún un poco más: debemos desear no pecar más. Entonces el pago mediante la sangre de JESÚS tendrá efecto en nuestra vida; caso contrario, a pesar de ese pago, no seremos beneficiados. En nuestra mente continuaremos debiendo y así, nada mejorará en nuestra vida, porque disfrutamos del pecado. Y ocurrirá lo peor: perderemos la vida eterna. Es tan fácil salvarnos como también lo es perdernos. Solo depende de nuestra voluntad; todo lo demás ya fue provisto.

Un llamamiento necesario: no tenga miedo de hacer su entrega diaria a DIOS. Con seguridad Él va a operar cambios en su vida. No tenga miedo de los cambios, a pesar de que muchas veces serán contrarios a su voluntad. A pesar de que al comienzo tal vez se mortifique, con el tiempo va a disfrutar del cambio. Pero tenga confianza que con los cambios va a sentirse mejor, principalmente más seguro y feliz. La vida va a mejorar. Y no hay como sea diferente.

 

Jueves: Sacrificios hoy / Sacrificios vivos

Puede afirmarse categóricamente que el sistema de sacrificios continuó aún después de la muerte de JESÚS. No se terminó, aunque fue modificado. Hoy DIOS nos pide un sacrificio diferente al de matar animales como fue requerido a los judíos. Él nos pide que nos entreguemos enteramente a Él. Esto quiere decir que le demos nuestro cuerpo, nuestra mente, los recursos que tenemos (tiempo, talentos, etc.), que le tributemos adoración. En realidad, todo lo que tenemos le pertenece, y a nosotros nos cabe reconocer esto. En verdad, resumiendo, Él quiere tener una excelente relación con nosotros. Nosotros fuimos hechos por Él y ahora fuimos rescatados por Él, por lo tanto no es demasiado que nos pida que seamos de Él.

Hagamos un ejercicio de imaginación. Piense que está en el Cielo. Allá, nada le pertenece, todo está a nombre de DIOS; entonces, no tiene Ud. un registro de automóvil, terreno o casa, ni siquiera un árbol le pertenece. Así, desde ese punto de vista, en el Cielo somos unos pobretones

Ahora veámoslo desde otro ángulo. Aún no perteneciéndonos nada, nos fue dado el derecho de disfrutar de todo lo que allí existe, gratis. Tenemos todo a disposición y ni siquiera debemos pagar algún impuesto.

Entonces note la diferencia. Aquí tenemos bienes registrados en nuestro nombre, allá no; aquí debemos pagar impuestos, y con todo nos asaltan, nos roban, sentimos inseguridad, el gobierno nos cobra barbaridades en impuestos de los cuales, después, una gran parte son desviados por personas deshonestas. Aquí necesitamos reformar, sustituir, actualizar; todo el tiempo tenemos que comprar. Trabajamos para continuar teniendo y para ver si nos jubilamos antes de morir. Pero allá tendremos todo, y no trabajaremos para tal, sino apenas para el placer de vivir.

¿Dónde está mejor la cosa?

Entregarnos a DIOS todos los días es un sacrificio, pues significa abdicar de todo aquello que más nos gusta, que es el conjunto de pecados que el mundo ofrece y que nos gusta porque somos pecadores. Después de todo, por naturaleza, a los pecadores les gusta pecar. Cuando dejemos ese tipo de deleite, estaremos actuando, por el poder de DIOS, contra la naturaleza carnal. Una buena definición de pecador puede ser: aquél que se acostumbró a amar el pecado. Entonces, es un verdadero sacrificio desprenderse del mal que tanto nos gusta, y entregarnos a DIOS, para que Él haga cosas en nuestra vida que, en un primer momento, no deseamos. Ciertamente deberán ocurrir cambios en nosotros que tal vez no deseamos que ocurran –en general, cosas muy simples, pero inconvenientes. Un ejemplo: podría ser el gusto por los chistes de doble sentido. Parece no ser nada, pero jamás escucharemos tales cosas de los labios de JESÚS, y mucho menos le oiríamos compartir carcajadas si por algún motivo las escuchase. Por lo tanto, debemos consagrarnos a DIOS, debemos librarnos del mundo.

¡Pero en ciertos casos, esto parece tan poco atrayente! Verdaderamente hablando, hay muchas atracciones en el mundo que de tanto usarlas dentro de la iglesia, no parece que ellas podrían hacernos perder la vida eterna. Y, de acuerdo a la óptica del pecado, son muy atrayentes y agradables, y parece que es imposible resistir sin ellas.

Quiero aprovechar ahora para una meditación. El Cielo no es un lugar en donde todo es monótono, y la santidad no es un estilo de vida sin atracciones. Solo que las atracciones son muy diferentes. Necesitamos detenernos para saber qué es lo bueno que tiene una vida santa. Muchos de nosotros ni sabemos. Por ejemplo, un encuentro de amigos que conversan entre sí, ríen de cosas inofensivas y pasan un cierto tiempo departiendo juntos, eso le agrada a DIOS. La sociabilidad es altamente deseable desde el punto de vista divino pues fuimos hechos seres sociales. Pero,….parece que la televisión se volvió la preferida.

Por lo tanto, después de que DIOS realice las transformaciones que quiere hacer en nuestra vida, llegaremos a concordar en que fueron buenas y que llevaron a un estilo de vida muy superior a los placeres actuales del mundo. Tenemos que confiar en Él, después de todo es nuestro Creador. O por ventura, ¿será que Satanás tendría una propuesta mejor de vida? ¡Debemos escoger ahora! ¿O prefiere postergarlo para después del séptimo milenio?

.Aplicación del estudio Viernes, día de preparación para el santo sábado.

a)      Síntesis de los principales puntos de la lección

i)        ¿Cuál es el asunto principal?

Para que haya redención debía haber sacrificio. Todos los demás sacrificios no serían nada si no hubiese ocurrido la muerte de JESÚS en la cruz. Ese fue el sacrificio que pagó el precio que costó el pecado, para poder llevarnos de vuelta a la vida eterna. Todos los que desean salvarse, deben ofrecer algo como sacrificio. Hoy, nosotros debemos ofrecer a DIOS nuestro cuerpo vivo para que Él haga de nosotros lo mejor que le plazca, según su buena voluntad.

ii)      ¿Cuáles son los tópicos relevantes?

Los sacrificios a lo largo de la historia siempre tuvieron mucho que ver con la salvación. Un inocente siempre pagó por un pecador. El más inocente de todos fue JESÚS.

iii)    ¿Usted descubrió otros puntos para agregar?

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b)      ¿Qué cosas importantes podemos aprender de esta lección?

Principalmente que nosotros debemos llevar algo a JESÚS y no debemos ir con las manos vacías hacia un encuentro con Él en la iglesia. Esto no quiere decir que debemos siempre llevar algún dinero, sino que debemos entregarnos a Él siempre, para que nos transforme.

¿Qué aspectos puedo agregar a partir de mi estudio?

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c)      ¿Qué medidas debemos tomar a partir de este estudio?

Ser más sumisos a DIOS y hacer su voluntad. El sacrificio más importante es la entrega de nuestra vida a DIOS.

¿Qué es lo bueno de mi vida que me propongo a reforzar y lo malo a cambiar?

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d)     Comentario de EGW

“Dios ha levantado su propia norma: los mandamientos de Dios y la fe de Jesús; y la experiencia que sigue a la completa entrega a Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Reflejemos a Jesús, MM, 57).

e)      Conclusión general

Valgámonos de un trecho escrito por EGW: “Si buscamos a Dios y nos convertimos cada día; si voluntariamente escogemos ser libres y felices en Dios; si con alegría en el corazón respondemos a su llamamiento y llevamos el yugo de Cristo—que es yugo de obediencia y de servicio—, todas nuestras murmuraciones serán acalladas, todas las dificultades se alejarán, y quedarán resueltos todos los problemas complejos que ahora nos acongojan” (El Discurso Maestro de Jesucristo, 86, énfasis nuestra). ¿Cuál es el punto más relevante al que llegué mediante este estudio?

escuela-sabatica-smk
Autor: Sikberto R. Marks.
Escrito entre el 07 y el 09/09/2013
Revisado el 11/09/2013
Corregido por Jair Bezerra
Traducido por Mario Dávila / mdavila@ufsj.edu.br

Radio Adventista
1 comment… add one
  • gracias muchas gracias, por toda la explicaciòn, me hizo entender mucho mejor, y asì compartir como maestro mde escuela sabàtica, que el altìsimo pueda seguir bendiciendole.
    atte,
    ricardo chambi
    puno
    peru

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