No quiero decir que esto sea matemática simple, porque para algunas personas, las matemáticas nunca son simples. Pero tal vez la forma más fácil de encontrar el final de los 2.300 días/años es primero restar los 490 años de los 2.300 años. Eso te deja con 1,810 años. Como el final de esos 490 años fue el año 34 d.C., tenemos que sumar 34 a los 1.810, lo que nos llevaría al año 1844.
Muchos cristianos en todo el mundo comenzaron a descubrir y predicar acerca de la Segunda Venida de Cristo en los años 1800. Este movimiento ha sido llamado el Segundo Gran Despertar. Muchos predicadores de avivamiento, especialmente en América, comenzaron a escuchar a William Miller, quien fue el primero en predicar acerca del fin de los 2,300 días como algo que caería muy pronto, tan pronto como el año 1843, y más tarde se pensó que sería 1844.
Su error, sin embargo, fue predicar que Jesús vendría por ellos en 1844. Ellos vieron el santuario terrenal como significando la tierra, y que Dios la limpiaría por Su Segunda Venida. Pero se desilusionaron amargamente cuando no sucedió en la fecha que habían determinado.
Malinterpretaron el significado de la purificación del santuario. Por supuesto, se refería al santuario celestial e indicaba que, al igual que en el Día de la Expiación para los judíos, debemos usar este tiempo para prepararnos espiritual y físicamente para el pronto regreso de Cristo, tal como lo hacían los judíos antes del Día de la Expiación anual.
Estos últimos días, que comenzaron en 1844, son un tiempo para examinar humildemente nuestros corazones, confesar nuestros pecados, y limpiar nuestras vidas para estar listos para ese gran Día del Juicio, todavía en nuestro futuro. Jesús verificó que el tiempo exacto nunca será conocido (Mateo 24:36). ¡No sabemos cuándo vendrá a buscarnos nuestro Esposo!
Daniel 9 es probablemente el capítulo más notable de toda la Biblia. Contiene predicciones acerca de la Primera Venida del Mesías que ocurrió exactamente a tiempo, dándonos fe en que las profecías futuras de Dios, particularmente las que se refieren a la Segunda Venida, también ocurrirán justo a tiempo.
El final de los 2.300 días/años en 1844 significa que estamos viviendo en la hora del juicio, tal y como declara el primer ángel en Apocalipsis 14. El santuario de Dios en el cielo está ocupado preparándose para un Día de Expiación de limpieza más espectacular que aquellos simbólicos aquí en la tierra. Qué importante es que nos preparemos para ese gran Día.
Nosotros, como los judíos, debemos usar este tiempo sabiamente, llenando nuestras lámparas con el Espíritu Santo, para iluminar nuestro camino durante algunos días oscuros que se avecinan justo antes de que Él venga. Podemos contar con que la Segunda Venida de Cristo sucederá cuando sea el momento adecuado, al igual que Daniel esperaba la primera aparición del Mesías al final de sus 490 años, o 70 semanas.
