Pablo ayuda a los efesios conceptualizar su identidad con Dios al señalar que nos ha dado una herencia maravillosa. No solo reciben misericordia y libertad del pecado al ser redimidos, sino que son parte del gran plan de Dios para canjear a los demás.El plan de Dios es para nosotros individualmente y como una iglesia de creyentes.
Generalmente no ganamos una herencia. Por lo general, nos llega de manera inesperada y no solicitada cuando alguien muere. También hay una muerte involucrada con la herencia de Dios, la muerte de Cristo, y nunca podríamos igualar el enorme precio que ha pagado por nuestra herencia. Es totalmente desagradable, porque es muy enorme.
Pero Dios no quiere que nos sintamos impotentes e indignos por mucho tiempo. Nos afirma proclamándonos su herencia. El valora tanto nuestra relación que nos ha hecho sus hijos e hijas. Dios ha llamado repetidamente a su pueblo su herencia. Y respondemos a esto compartiendo su amor con los demás y testificando su buen carácter…