La oración sacerdotal de JESÚS, de Juan 17, está compuesta por tres preocupaciones: primero Jesús oró por sí mismo, después por los discípulos, y después por los que vinieran agregándose al grupo, hasta que él regresara. Por lo tanto, la oración abarcó a todos, nosotros incluidos, y personas sinceras de todas las iglesias y religiones. Él oró primero por sí mismo porque de él dependía todo lo demás. Si Él fallaba, desapareceria el plan de la salvación, y no sabemos cómo sería después, pero sería algo terrible. El hecho es que la oración fue atendida y JESÚS venció…
Un ateo puede ser parte del pueblo de Dios.?