En la parte final de la carta de Pablo, él, conforme a su costumbre, dejó de dictar, tomó la pluma y él mismo escribió las últimas palabras. Vean lo que él escribió: “Ved con qué grandes letras os escribí por mi mano. Todos los que quieren mostrar buena apariencia en la carne, estos os obligan a circuncidaros, sólo para no ser perseguidos por la cruz de Cristo. Porque ni aun los mismos que se circuncidan, guardan la ley, pero quieren que os circunciden, para gloriarse en vuestra carne. Pero lejos esté de mí gloriarme, a no ser en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí y para el mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión, ni la incircuncisión tiene virtud alguna, sino el ser una nueva criatura. Y a todos cuantos caminen conforme a esta regla, paz y misericordia sobre ellos y sobre el Israel de Dios. Desde ahora nadie me inquieta; porque traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. ¡La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea, hermanos, con vuestro espíritu! Amén “(Gálatas 6: 11-18).
Perspectiva Biblica Lección 14. “Gloriarse en la cruz” Para el Sábado 30 de septiembre
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