Lección 6 Edición Adultos: – El amor de Dios por la justicia – Para el 8 de Febrero de 2025, (1er Trimestre)

Sábado, Febrero 01

El amor de Dios por la justicia

Lee para el estudio de esta semana

Salmo 33: 5; 85: 10; Deuteronomio 32: 4; Santiago 1: 17; Tito 1: 2; Éxodo 32: 14; Mateo 5: 43–48.

Para memorizar
«Mas alábese en esto el que haya de alabarse: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque estas cosas me agradan, dice Jehová» (Jer. 9: 24).

En el antiguo Cercano Oriente, los «dioses» de las naciones no solo eran volubles, inmorales e impredecibles, sino que también ordenaban atrocidades, como el sacrificio de niños. Incluso complaciéndolos, los pueblos paganos no podían contar con su favor, por lo que no se atrevían a disgustar a sus «deidades» tribales.

Según Deuteronomio 32: 17, detrás de tales «dioses» había demonios (ver también 1 Cor. 10: 20, 21). Sus formas de culto se prestaban al abuso, y sumían al pueblo en una gran oscuridad espiritual y moral.

El Dios de la Biblia es totalmente diferente de esas fuerzas demoníacas, ya que es perfectamente bueno y su carácter es inmutable. Solo en virtud de la bondad constante de Dios podemos tener esperanza ahora y para la eternidad.

En marcado contraste con los falsos dioses del mundo antiguo, e incluso con los «dioses» modernos, Jehová se preocupa profundamente por el mal, el sufrimiento, la injusticia y la opresión, todo lo cual condena de manera constante e inequívoca y hará desaparecer.

 

Domingo, Febrero 02

Amor y justicia

El amor y la justicia son inseparables a lo largo de las Escrituras. El verdadero amor exige justicia, y la verdadera justicia solo puede regirse y ser impartida sobre la base del amor. No estamos acostumbrados a pensar en estos dos conceptos juntos, pero ello se debe a que tanto el amor como la justicia han sido pervertidos por la humanidad.

Lee Salmo 33: 5; 85: 10; 89: 14; Isaías 61: 8; y Jeremías 9: 24. ¿Cómo iluminan estos textos el amor de Dios y su preocupación por la justicia?

Estos textos declaran explícitamente que Dios ama la justicia (Sal. 33: 5; Isa. 61: 8). En la Escritura, el amor y la justicia de Dios son inseparables ya que a él le preocupa profundamente que se obre con rectitud en el mundo.

Por eso, los profetas denuncian sistemáticamente todo tipo de injusticia, incluidas las leyes injustas; las transacciones comerciales engañosas; y la injusticia y la opresión en perjuicio de los pobres, las viudas y cualquier persona vulnerable. Aunque los seres humanos cometen muchas maldades e injusticias, Dios es quien constantemente actúa con «misericordia, juicio y justicia» (Jer. 9: 24). En consecuencia, a lo largo de la Escritura, los fieles a Dios anhelan con gran expectación el juicio divino como algo muy bueno, ya que trae consigo el castigo para los malhechores y los opresores, y la justicia y la liberación para las víctimas de la injusticia y la opresión.

El juicio y la justicia son el fundamento del amoroso gobierno de Dios, a diferencia de los gobiernos corruptos de este mundo, que a menudo perpetúan la injusticia para obtener poder y beneficios personales. En Dios, «la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron» (Sal. 85: 10).

A su vez, Dios deja claro lo que espera de nosotros. «Él te ha declarado lo que es bueno, lo que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios» (Miq. 6: 8). Es fundamental que reflejemos el amor, la justicia y la misericordia propios del carácter de Dios.

¿Qué ejemplos existen de justicia humana pervertida? ¿Cómo no habríamos de clamar, entonces, para que la justicia perfecta de Dios se haga realidad?

 

Lunes, Febrero 03

Dios es totalmente bondadoso y justo

Dios no se limita a afirmar que ama la justicia y a llamar a las personas a amar y hacer justicia, sino que él mismo ejemplifica perfecta e inquebrantablemente estos rasgos. La Escritura enseña que Dios es totalmente santo, fiel, justo y amoroso. Dios solo y siempre hace lo que es amoroso, recto y justo. Él nunca hace algo malo.

Lee Deuteronomio 32: 4 y Salmo 92: 15. ¿Qué enseñan estos pasajes acerca de la fidelidad y la justicia de Dios?

Estos y muchos otros pasajes declaran que Dios es justo y amoroso: «En él no hay injusticia» (Sal. 92: 15, compara con Sal. 25: 8; 129: 4). «Jehová es justo […] no cometerá iniquidad; cada mañana, al despuntar el día, emite sin falta su juicio; pero el perverso no conoce la vergüenza» (Sof. 3: 5). Observa el contraste directo entre el carácter de Dios y el de quienes aman la injusticia.

Dios sabe qué es lo mejor para todos, quiere lo mejor para todos y trabaja continuamente para lograrlo.

Lee Salmo 9: 7 y 8; y 145: 9 al 17. ¿Qué enseñan estos versículos acerca de Dios?

El Dios de la Biblia es «juez justo» (Sal. 7: 11) y en él no habita el mal (Sal. 5: 4). Como enseña 1 Juan 1: 5: «Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él». De hecho, Dios no solo es perfectamente bueno, sino que también, según Santiago 1: 13: «No puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie» (compara con Hab. 1: 13).

En todo esto, la bondad y la gloria de Dios están indisolublemente conectadas. Mientras que muchos idolatran el poder, Dios es todopoderoso, pero solo ejerce su poder de forma justa y amorosa. No es coincidencia que cuando Moisés le pidió: «Te ruego que me muestres tu gloria», Dios haya respondido: «Haré pasar toda mi bondad delante de tu rostro» (Éxo. 33: 18, 19).

¿Por qué un Dios tan bueno permite tanta maldad en este mundo? Comparte tu respuesta en clase.

 

Martes, Febrero 04

El carácter inmutable de Dios

Lee Malaquías 3: 6 y Santiago 1: 17. ¿Qué enseñan estos pasajes acerca del carácter de Dios?

En Malaquías 3: 6, Dios declara: «Yo, Jehová, no cambio». Aunque algunos interpretan esta parte del versículo en el sentido de que Dios no cambia de ninguna manera, el resto del texto y su contexto inmediato muestran que la inmutabilidad divina a la que se refiere el profeta es la inmutabilidad moral. El resto del versículo indica que Dios puede cambiar relacionalmente, pues Dios dice: «Por eso ustedes no han sido consumidos» (RVC). Y en el versículo siguiente, Dios exhorta a su pueblo: «Si se vuelven a mí, yo me volveré a ustedes» (Mal. 3: 7, RVC).

Así, pues, Dios mantiene relaciones de reciprocidad con su Creación, pero su carácter se mantiene constante a través de todas ellas. Esto también es afirmado en Santiago 1: 17, que proclama que todos los dones buenos y perfectos proceden de Dios, en quien no hay variación. Dios no es la fuente del mal.

Aquí y en otros lugares, la Escritura enseña sistemáticamente que el carácter de Dios es moralmente inmutable. Sin embargo, Dios puede entrar y entra en una relación real con sus criaturas, a las que responde siempre con amor y justicia.

Lee 2 Timoteo 2: 13; Tito 1: 2; y Hebreos 6: 17 y 18. ¿Qué enseñan estos textos acerca de Dios?

Dios no se contradice, nunca miente y sus promesas son inquebrantables. El Dios de la Biblia es el mismo que se entregó voluntariamente por nosotros en la persona de Cristo en la Cruz; un Dios en quien se puede confiar sin reservas y depositar nuestra esperanza para el futuro, pues, como dice Hebreos 13: 8: «Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos».

¿Cómo puedes aprender a confiar en la bondad de Dios aun en los momentos cuando las cosas no vayan bien en tu vida? ¿Cómo te ayuda la imagen de Dios en la Cruz a confiar en su bondad?

 

Miércoles, Febrero 05

¿Un Dios arrepentido?

¿Puede Dios «arrepentirse»? ¿En qué sentido? Hemos visto que el carácter de Dios no cambia. Sin embargo, algunos textos bíblicos dicen que Dios «se arrepiente». Humanamente hablando, arrepentirse implica reconocer que se ha cometido una falta o un error. ¿Cómo es posible, entonces, que algunos pasajes bíblicos describan a Dios como «arrepentido»?

Lee Éxodo 32: 14 y compáralo con Jeremías 18: 4 al 10. ¿Qué opinas de estas descripciones del «arrepentimiento» de Dios?

En estos y muchos otros pasajes, Dios es descrito como alguien que cede en su juicio en respuesta al arrepentimiento o la intercesión del pueblo. Dios promete desistir del juicio que había planeado traer sobre su pueblo si este se aparta de su maldad. El hecho de que Dios suspenda sus juicios disciplinarios en respuesta al arrepentimiento humano es un tema común en toda la Escritura.

Lee Números 23: 19 y 1 Samuel 15: 29. ¿Qué enseñan estos textos con respecto a si Dios «cede» o «se arrepiente»?

Estos pasajes declaran explícitamente que Dios «no es hombre para que se arrepienta» (1 Sam. 15: 29) y que «Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Acaso dice y no hace? ¿Acaso promete y no cumple?» (Núm. 23: 19). Leídos a la luz de los otros pasajes, estos textos no pueden interpretarse en el sentido de que Dios no «cede» en absoluto, sino que transmiten la verdad de que no «cede» ni se «arrepiente» de la manera en que lo hacen los seres humanos. Dios siempre cumple sus promesas y, aunque cambiará de rumbo en respuesta al arrepentimiento humano, siempre lo hace de acuerdo con su bondad y su Palabra. Dios suspende sus juicios en respuesta al arrepentimiento precisamente porque su carácter es bueno, justo, amoroso y misericordioso.

¿Qué significan las representaciones bíblicas de los cambios que Dios hace en su curso de acción? ¿Qué enseña esto acerca de la constancia de su carácter y del hecho de que entabla con sus criaturas relaciones de reciprocidad que impactan en él?

 

Jueves, Febrero 06

Aferrarse al amor y la justicia

Las Escrituras enseñan sistemáticamente que «Jehová, tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones» (Deut. 7: 9). Su carácter de bondad y amor fue demostrado de manera suprema por Jesús en la Cruz (ver Rom. 3: 25, 26; 5: 8). Según Salmo 100: 5: «Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones». Por lo tanto, se puede confiar en Dios; él solamente otorga buenas cosas a sus hijos (Sant. 1: 17; compara con Luc. 11: 11-13). De hecho, concede cosas buenas incluso a quienes se declaran sus enemigos.

Lee Mateo 5: 43 al 48. ¿Qué nos enseña esto acerca del asombroso amor de Dios? ¿Cómo debemos actuar con los demás a la luz de esta enseñanza de Jesús?

Mateo 5 describe el amor de Dios como perfecto. El amor imperfecto es el que solo se otorga a quienes nos aman. Pero Dios ama incluso a quienes lo odian y se declaran sus enemigos. Su amor es completo y, por lo tanto, perfecto.

Aunque el amor y la misericordia de Dios superan con creces cualquier expectativa razonable, nunca anulan ni contravienen la justicia. Al contrario, Dios une y armoniza la justicia y la misericordia (Sal. 85: 10). Del mismo modo, la Biblia nos exhorta: «Guarda misericordia y juicio, y en tu Dios confía siempre» (Ose. 12: 6). Como dice otra versión: «Vive de acuerdo con los principios del amor y la justicia» (Ose. 12: 6, NBV; compara con Luc. 11: 42).

Dios mismo hará realidad finalmente la justicia perfecta. Romanos 2: 5 enseña que se manifestará su justo juicio. Finalmente, los redimidos cantarán: «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, Señor, y glorificará tu nombre?, pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado» (Apoc. 15: 3, 4; compara con Apoc. 19: 1, 2).

Isaías 25: 1 proclama: «Tú, Señor, eres mi Dios; yo te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas; tus consejos siempre han sido verdaderos y firmes» (RVC). ¿Cómo podemos aprender a alabar a Dios incluso en los malos momentos? ¿De qué manera puede tu vida ser una ofrenda de alabanza a Dios que promueva la justicia en tu esfera de influencia?

 

Viernes, Febrero 07

Para estudiar y meditar

Lee el capítulo titulado «Amor supremo» en las páginas 13 a 23 del libro El camino a Cristo, de Elena G. de White.

«La Palabra de Dios revela su carácter. Él mismo declaró su infinito amor y piedad. Cuando Moisés dijo a Dios: “Déjame verte en todo tu esplendor”, el Señor respondió: “Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre” (Éxo. 33: 18, 19, NVI). Esa es su gloria. El Señor pasó delante de Moisés y proclamó: “El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado” (Éxo. 34: 6, 7, NVI). Él es “lento para la ira y lleno de amor” (Jon. 4: 2, NVI). porque su “mayor placer es amar” (Miq. 7: 18, NVI).

»Dios atrae nuestros corazones mediante innumerables pruebas de amor en el cielo y en la tierra. Procura revelársenos valiéndose de la naturaleza y de los más profundos y tiernos lazos que el corazón humano puede conocer en la tierra. Y todo ello no representa más que imperfectamente su amor. Aunque se habían dado todas estas pruebas evidentes, el enemigo del bien cegó el entendimiento de los seres humanos, para que miraran a Dios con temor y lo consideraran severo e implacable. Satanás ha inducido a la humanidad a concebir a Dios como un ser cuyo principal atributo es una justicia implacable, como juez severo, inquisidor duro y exigente. Representa al Creador como alguien que vela con ojo inquisidor para descubrir los errores y las faltas de los seres humanos y hacer caer sus juicios sobre ellos. A fin de disipar esta negra sospecha vi no el Señor Jesús a vivir entre nosotros, y manifestó al mundo el amor infinito de Dios» (Elena G. de White, El camino a Cristo, pp. 15-16).

Preguntas para dialogar:

¿Por qué es tan importante reconocer que la gloria de Dios está ligada a su bondad? ¿Cómo corrige esto una teología de la gloria divina que enfatiza solo el poder sin destacar simultáneamente el amor y el carácter de Dios?

¿Has cuestionado alguna vez la bondad de Dios? ¿Conoces a alguien que haya cuestionado la bondad de Dios por la forma en que actúan a veces quienes dicen seguir a Dios, o simplemente por todo el mal que existe en el mundo? ¿Cómo has resuelto eso para ti mismo y cómo podrías ayudar a alguien que esté luchando con la cuestión de la bondad de Dios? Ver la lección de la próxima semana.

Desarrolla en tu clase la respuesta a la pregunta del lunes. ¿Cómo nos ayuda la realidad del Gran Conflicto a entender todo el mal que existe?

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