Lección 3. Edición Maestros – EL PODER DEL JESÚS EXALTADO – Para el 15 de Julio 2023

RESEÑA

Texto clave: Efesios 1:19, 20

Enfoque del estudio: Efesios 1:15-23; 3:14-21; Salmo 110:1; 1 Tesalonicenses 5:16-18; Deuteronomio 9:29; 1 Corintios 15:20-22.

Introducción:

Después de resumir y de alabar a Dios por su plan de salvación en Cristo, Pablo asegura a sus hermanos y hermanas de Éfeso que está orando para que sigan viviendo la salvación mediante el ministerio del Espíritu Santo en su vida (Efe. 1:15-23). Pablo pide al Padre que les dé a los efesios (1) la experiencia de conocer a Dios mediante su revelación, (2) la esperanza que emana del llamado y las promesas de Dios, y (3) fe, para que puedan experimentar el poder infinito del Señor Jesucristo (Efe. 1:17-19).

El poder de Cristo se manifiesta de dos maneras. Primeramente, experimentamos el poder de Cristo mediante su resurrección. Resucitamos espiritualmente a la nueva vida en Cristo aquí y ahora y tenemos la promesa de la futura resurrección final para vida eterna. En segundo lugar, experimentamos el poder de Cristo mediante su ascensión, ya que se sienta en el Trono del universo como Dios, nuestro Dios, y nos bendice desde los Cielos, es decir, desde el Santuario celestial. Cristo Jesús creó el universo y todos sus poderes físicos y espirituales; por lo tanto, todos están subordinados a él. Los poderes espirituales rebeldes que reclamaron transitoriamente el dominio sobre la Tierra también están subordinados a él.

Además, saber que Jesús ascendió al Trono de Dios ya nos hace herederos y miembros de los Cielos en él. ¡En Cristo, todas las cosas del universo son nuestras! Un día, nosotros también ascenderemos físicamente a esos lugares celestiales y nos uniremos al universo para alabar a Dios alrededor de su Trono (Apoc. 4:1-4, 8-11; 5:6, 9-14; 15:2-4).

Temática de la lección:

La lección de esta semana destaca tres temas principales:

• Las oraciones de alabanza y acción de gracias son esenciales para la vida del cristiano.

• Para el cristiano, es indispensable experimentar el poder transformador de Cristo y del Espíritu Santo en su vida.

• Como verdaderos cristianos, al conocer y experimentar el poder de Cristo, podemos vivir libremente nuestra vida en él sin temer a los poderes rebeldes de este mundo.

COMENTARIO

“Por tanto”

A lo largo de la Epístola a los Efesios, Pablo utiliza varias expresiones con- cluyentes, tales como: dia touto (Efe. 1:15; 5:17; 6:13; que significa “a través de”, “debido a”, “a causa de”); dio (Efe. 2:11; 3:13; 4:25; 5:14; que significa “por lo cual”, “en razón de lo cual”, “por lo tanto”); oun (Efe. 4:1; 5:1, 7; 6:14, que significa “por lo tanto”, “entonces”); y touto charin (Efe. 3:1, 14, que significa “a favor de”, “por el placer de”, “a causa de”, “por razón de”, “debido a”).

En Efesios 1:11 al 14, Pablo resume la esencia del evangelio, la plataforma sobre la que coloca su teología “por esta causa” (Efe. 1:15, NVI) y muestra la relación del evangelio con la iglesia (Efe. 1:15-23), que está compuesta de “santos” (Efe. 1:15, 18). Los cristianos, o los santos, son aquellos que tienen fe en Jesús (Efe. 1:15), tienen “espíritu de sabiduría y de revelación” para conocer a Dios (Efe. 1:17) y han sido iluminados para conocer el llamado de Cristo, la herencia que quiere darnos y el superpoder de su resurrección (Efe. 1:18, 19). Estos santos son la iglesia, o el cuerpo de Cristo (Efe. 1:22, 23). Este ejemplo de la teología “por esta causa” de Pablo es la esencia de la iglesia.

La iglesia está edificada sobre el evangelio que Pablo acaba de describir en Efesios 1:1 al 15. El resto de laEpístola  a los Efesios trata de la iglesia. Pero esta es una iglesia que está edificada sobre la comprensión adecuada del evangelio, el evangelio de Pablo, como él lo expresa en otro lugar (Rom. 2:16; 16:25; 2 Tim. 2:8). Como se ha señalado, en Éfeso todo se definía relacionándolo con otra cosa. En el contexto cosmopolita de Éfeso, era muy fácil que la identidad se amoldara a la cultura de Éfeso, al familiarizarse religiosa o filosóficamente con otras religiones y filosofías. Pero Pablo es inflexible aquí: el fundamento de la iglesia, la identidad de la iglesia, está moldeada por el evangelio, por el evangelio de Dios, o el plan de Dios que él estableció antes de la fundación del mundo y que ahora reveló en Jesucristo. La iglesia, su identidad, su mensaje y su misión no es una idea cultural evolutiva. La iglesia es el resultado del plan de Dios, de la obra de Dios en el mundo para salvar a los pecadores y a la humanidad.

La iglesia, la revelación y la filosofía

Pablo ora por su iglesia (Efe. 1:16, 18), dando gracias a Dios por obrar en ella. Específicamente, Pablo agradece a Dios por su obra de iluminar a la iglesia me- diante los dones de la sabiduría y la revelación (Efe. 1:17, 18). Esta oración devela dos aspectos principales de la naturaleza de la iglesia.

En primer lugar, la iglesia está edificada sobre la revelación de Dios, no sobre la filosofía humana. Aunque Pablo era muy versado en filosofía (Hech. 17:28), se negó a poner una piedra filosofal en los cimientos de la iglesia. Para él, la iglesia debía edificarse, no sobre la sabiduría y la retórica humanas, sino sobre el “testimonio de Dios”, su revelación en el Jesucristo crucificado, y sobre la “manifestación del Espíritu y de poder” (1 Cor. 2:1-5). Sin embargo, esta noción no significa que la sabiduría no se vincule con la edificación de la iglesia.

Al contrario, la iglesia se construye sobre la sabiduría, pero “no sabiduría de este mundo, ni de los príncipes de este mundo […] sino […] la sabiduría escondida de Dios, que estaba oculta, y que desde el principio Dios destinó para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este mundo conoció” (1 Cor. 2:6-8). Por eso Pablo advierte a los colosenses que se cuiden para “que nadie los engañe por medio de filosofías y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, […] y no según Cristo” (Col. 2:8; ver también Juan 1:12, 13; 1 Cor. 1:20-27; 3:19; 1 Tim. 6:20, 21).

Esta actitud hacia la filosofía no implica que Dios, Pablo ni el cristianismo rechacen la lógica ni la razón; al contrario, la razón es una de las habilidades o atributos humanos más elevados con los que Dios nos dotó cuando creó a la humanidad a su imagen. Lo que Pablo comunica aquí es que la iglesia, o la religión cristiana, no está fundada sobre las presuposiciones ni las conclusiones de la filosofía. La filosofía clásica occidental y, recientemente, la ciencia moderna, mayormente se basan en la presuposición de que no existe una revelación divina intencional, amorosa, especial, específica y proposicional. En vez de eso, lo que postulan la filosofía occidental y la ciencia moderna es un esfuerzo humano racional, místico o psicológico, para llegar a Dios o a una esfera divina determinada. Este pensamiento es una reversión de la fe cristiana.

Pablo insiste categóricamente en que la iglesia no es, y no puede ser, el producto de la filosofía ni de la ciencia humana, ni de sus presupuestos y conclusiones. La iglesia es el resultado de la intervención directa de Dios en nuestro mundo, de su revelación en Cristo Jesús y de la revelación específica de Dios mediante las Escrituras. Por medio de Cristo y de las Escrituras, Dios llamó a la humanidad a volverse a él y a su Reino. Cuando los seres humanos responden a este llamado, se convierten en la iglesia de Dios, fundada sobre la obra directa de Jesucristo y del Espíritu Santo en nosotros. Por esta razón, una filosofía exitosa construirá su cosmovisión y sus presupuestos teniendo como referencia la revelación divina.

En segundo lugar, la iglesia no es una sociedad de dos niveles, compuesta por una élite filosófica, ilustrada e intelectual, por un lado, y gente sencilla e ignorante por el otro. Más bien, en la iglesia, todos los miembros de la iglesia son iluminados y reciben la revelación y la sabiduría de Dios. Esta idea es el fundamento cristiano de los conceptos de gracia y unidad. Los salvos, o santos, no recibieron la salvación y la revelación por su perspicacia, habilidades o esfuerzos especiales, sino por la gracia de Dios, porque es Dios quien se revela a toda la humanidad y la llama a la salvación. ¡Todos los miembros de la iglesia heredan las mismas bendiciones! Todos ellos reciben la misma revelación, la misma salvación y la misma misión. Por eso la iglesia es una y no está dividida en dos, tres o cuatro clases o niveles.

Miedo a los poderes y victoria sobre ellos

Nuestro mundo está en una constante búsqueda de poder. Si pensamos en el poder como energía, vemos que las fuentes de energía están provocando tensiones constantes, e incluso guerras, en nuestro mundo.

Pero el mundo busca más que fuentes de energía. El mundo busca especialmente fuentes espirituales de poderes, poderes que le den éxito, supremacía o paz, control y plenitud para toda la vida. A medida que nos acercamos al final de la historia humana pecaminosa, consciente o inconscientemente muchos buscan poder en fuentes demoníacas. Estas fuentes demoníacas son poderes esclavizan- tes y destructivos. De hecho, millones de personas se dan cuenta de que estos poderes demoníacos los esclavizan, pero no pueden liberarse de estos poderes. Muchos ni siquiera conocen algún poder alternativo. Simplemente tienen miedo de estos poderes demoníacos.

Muchos otros les temen a los poderes inanimados como los terremotos, los tsunamis o los agujeros negros. Algunos les tienen miedo a los poderes de la posición de los cuerpos celestes. Algunos sienten miedo del poder del apetito personal o de la ira interior. Más recientemente, la inteligencia artificial se ha convertido en una fuente de temor para muchos.

Pero Pablo insiste en que el poder de Cristo es infinitamente superior a todos estos poderes. Cristo creó todo el universo, con todos sus poderes y fuentes de energía. Por lo tanto, todas estas fuerzas están bajo su control. Él nos creó, y puede restaurarnos y ayudarnos a controlarnos a nosotros mismos y a cualquier problema interno que nos dé miedo. Cristo creó a todos los seres angélicos, una parte de los cuales se rebeló contra Dios y se volvió demoníaca, e intenta controlar el mundo; pero Dios derrotó esa rebelión en su primera venida y finalmente des- truirá su poder y a ellos mismos para siempre al final del Gran Conflicto. Incluso ahora, estos agentes demoníacos están derrotados y no pueden lograr ninguna victoria en nosotros cuando estamos en Cristo Jesús.

Por esta razón, la Iglesia Adventista del Séptimo Día sintió la necesidad de expresar esta verdad del evangelio como la creencia fundamental No 11, titulada “Crecer en Cristo” (ver Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, [Florida: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 2017], p. 182).

APLICACIÓN A LA VIDA

Algunos edificios de la Iglesia Adventista del Séptimo Día están cerrados durante gran parte de la semana. En cambio, los cultos de adoración divina de los sábados a veces se atiborran con elementos del programa que solo permiten un tiempo limitado para la oración individual o colectiva. Anima a los alumnos, y a la iglesia local, a elaborar un plan para transformar la iglesia, como congregación y como edificio, en una casa o espacio de oración continua para toda la comunidad y las visitas durante toda la semana.

Invita a los alumnos a pensar en formas en que sus familias y la iglesia puedan convertirse en centros donde la gente de la comunidad pueda vivenciar el poder de Cristo. ¿Cómo podrían ayudar a la comunidad a superar los diversos temores que la mantiene atada a los poderes del universo, la tecnología, a sí misma u otros seres humanos, así como a los poderes demoníacos?

Pide a los miembros de la clase que imaginen que cada uno de ellos ha sido invitado a predicar sobre la creencia fundamental 11. ¿Qué tres ideas constituirían los puntos principales de su sermón?

Radio Adventista
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