Primer trimestre (enero-marzo) de 2019
“Las siete últimas plagas”
Lección 11: – Para el 16 de marzo de 2019
Lee Para el Estudio de esta Semana: Apocalipsis 15:1; 7:1-3; 14:9, 10; 16:1-12; 17:1; Daniel 5; Apocalipsis 16:16; 2 Tesalonicenses 2:9-12.
Para Memorizar: “¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado” (Apoc. 15:4).
Apocalipsis 11:18 resume la preparación para la guerra final contra el remanente de Dios de esta manera: “Se airaron las naciones”. Ha llegado el momento de que Dios responda a esa ira derramando su ira, su enojo, las siete últimas plagas (Apoc. 15:1), sobre los impenitentes.
Apocalipsis 15 comienza con la imagen de siete ángeles con siete copas llenas de esta ira divina. Pero antes de que las derramen sobre la Tierra, se presenta una imagen del pueblo fiel de Dios (Apoc. 15:1-4). Se los describe victoriosos sobre la bestia y su imagen, de pie sobre algo semejante a un mar de vidrio, y entonando el canto de Moisés y el Cordero, todas imágenes que evocan a los hebreos en las costas del Mar Rojo mientras celebraban la victoria de Dios sobre los egipcios (Éxo. 15).
Estos santos victoriosos son los mismos que se mencionan como los 144.000 en Apocalipsis 14:1 al 5. Al haber rechazado la marca de la bestia, están protegidos de los efectos destructores de las siete últimas plagas. Pronto experimentarán la transformación de sus cuerpos mortales (1 Cor. 15:51-54) y se unirán a los santos resucitados cuando Jesús venga en poder y gloria (1 Tes. 4:17).
El significado de las siete últimas plagas
A estas alturas, la gente ya optó a sabiendas por Dios o por Babilonia. Cristo ahora está listo para venir. Sin embargo, antes de su venida, los vientos destructores que estaban retenidos (Apoc. 7:1-3) ahora se desatan.
Lee Apocalipsis 15:1; 7:1 al 3; y 14:9 y 10. ¿Cuán instructivas son las plagas de Egipto, consideradas el telón de fondo de estas plagas, con respecto a su propósito y significado?
A las siete últimas plagas se las llama “últimas” porque tienen lugar después de las plagas de las siete trompetas. Las trompetas cubren el período que abarca toda la edad cristiana y tienen un alcance limitado. Se ejecutan mientras todavía se predica el evangelio (Apoc. 10:8-11:14) y hay intercesión (Apoc. 8:2-5). Se combinan con misericordia, y su propósito es conducir a los enemigos del pueblo de Dios al arrepentimiento.
Por otro lado, las siete últimas plagas se derraman justo antes de la Segunda Venida, y algunas abarcan toda la Tierra. Se derraman sobre aquellos que, como el faraón, endurecieron su corazón y no se arrepintieron (ver Apoc. 16:11). La ira divina es la reacción de Dios a las decisiones que toma la gente (ver Rom. 1:26-28), y los perdidos ahora cosechan las consecuencias de sus propias decisiones.
Lee Apocalipsis 15:5 al 8; Éxodo 40:34 y 35; y 1 Reyes 8:10 y 11. ¿Qué sugiere la expresión “nadie podía entrar en el templo” (Apoc. 15:8) sobre la hora de las siete últimas plagas?
La expresión “nadie podía entrar en el templo” (Apoc. 15:8) señala el fin del tiempo de gracia. Cuando el ministerio intercesor de Cristo en el cielo llega a su fin, la puerta de la oportunidad para arrepentirse finalmente se cierra. Esto muestra que las últimas plagas no conducirán a nadie al arrepentimiento; solo revelarán la dureza del corazón de quienes decidieron ponerse de parte de Babilonia, lo que los indujo a odiar aún más a Dios.
Observa el mundo actual que te rodea; las cosas solo irán de mal en peor. El hecho de que las plagas se hayan retrasado tanto tiempo, ¿qué nos dice acerca de la misericordia y la paciencia de Dios?
El derramamiento de las últimas plagas
Con el cese de la intercesión de Cristo en el Santuario celestial, el destino de cada persona queda determinado para siempre. Para quienes han despreciado el evangelio, ha llegado la hora de experimentar la ira de Dios en su plenitud. Las siete últimas plagas imitan las plagas derramadas sobre Egipto (Éxo. 7-11). Así como las plagas de Egipto afectaron a los egipcios en tanto que a los israelitas no, así también las primeras cuatro últimas plagas afectan principalmente a los adoradores de la bestia, pero pasan por alto a los adoradores de Dios.
Las plagas de Egipto revelaron la dureza del corazón del faraón y demostraron ante los egipcios la impotencia de sus dioses para protegerlos. Asimismo, las últimas plagas endurecen cada vez más el corazón de los adoradores de la bestia y revelan la impotencia de Babilonia para protegerlos del juicio divino.
Lee Apocalipsis 16:1 al 11. ¿Qué sucede aquí, y cuál es la descripción?
Las primeras cuatro plagas alcanzan a la población de la Tierra en general. La primera inflige llagas dolorosas y repugnantes exclusivamente a los adoradores de la bestia. La segunda y tercera plagas afectan el mar, los ríos y las fuentes de agua, que se convierten en sangre. Sin agua para beber, la humanidad rebelde no sobrevivirá. La cuarta plaga afecta al sol y quema a la gente, causando un dolor insoportable.
El dolor insoportable causado por las plagas no suaviza el corazón de la gente ni cambia su actitud rebelde. Esta maldice y blasfema a Dios, quien ejecuta estas plagas. Ninguno de ellos se arrepiente tampoco.
En Apocalipsis 16:10 y 11 (ver, además, Éxo. 10:21-23) podemos ver que la quinta plaga ataca el trono de la bestia. Fue Satanás quien delegó el trono en la bestia (Apoc. 13:2). Ahora ni siquiera la sede de la autoridad de Satanás puede resistir la fuerza de estas plagas. Como la gente sufre dolor, se da cuenta de la impotencia de Babilonia para protegerla. Sin embargo, como se opuso a Dios, ni siquiera el terror de las plagas puede cambiar su corazón.
¿Cómo podemos cultivar una experiencia íntima con el Señor, a fin de que, si llegásemos a vivir una tragedia, sepamos lo suficiente de su amor como para confiar en él incluso en medio del sufrimiento?
El río Éufrates se seca
Lee Apocalipsis 16:12; y 17:1 y 15. ¿Qué significa el símbolo del Éufrates? ¿Cuál es el significado del secamiento del Éufrates en el contexto de las siete últimas plagas?
En el Antiguo Testamento, el Éufrates era un medio fundamental de apoyo para los enemigos de Israel, Babilonia y Asiria (Isa. 7:20; Jer. 46:10). El río fluía a través de Babilonia y era importante para la ciudad porque sustentaba los cultivos y proporcionaba agua para la gente. Babilonia no podía sobrevivir sin el Éufrates.
Apocalipsis 17:1 describe a la Babilonia del tiempo del fin asentada sobre muchas aguas, quizá como una referencia al Éufrates (ver Jer. 51:13). El versículo 15 del mismo capítulo explica que las aguas en las que habita Babilonia en el tiempo del fin representan a la gente que la apoya; los poderes civiles, seculares y políticos a nivel mundial detrás del sistema. Sin embargo, estos poderes finalmente le retirarán su apoyo.
La escena de la sexta plaga refleja la captura de la antigua Babilonia por parte de Ciro el Persa (ver Dan. 5). Según el antiguo historiador Herodoto, la noche en que el rey Belsasar y sus oficiales celebraban una fiesta, los persas desviaron el Éufrates y entraron en la ciudad por el lecho del río, tomando por sorpresa a la ciudad.
El secamiento simbólico del Éufrates en Apocalipsis 16:12 ocasiona el colapso de la Babilonia del tiempo del fin. Dado que el Éufrates en el Apocalipsis representa los poderes civiles, seculares y políticos que apoyan a Babilonia, el secamiento del Éufrates simboliza la retirada de su apoyo y posterior ataque contra Babilonia, lo que causa su caída.
A medida que los habitantes del mundo presencien la agitación de la naturaleza (ver Apoc. 16:10, 11), recurren a Babilonia para protegerse. Sin embargo, cuando la quinta plaga ataca la sede de la autoridad de Babilonia, ven la inutilidad de buscar ayuda allí. Al sentirse engañados, se vuelven en contra de Babilonia, causando su caída (ver Apoc. 17:16). Sin embargo, como hemos visto, su corazón sigue endurecido contra Dios y su pueblo. Por consiguiente, se convierten en terreno fértil para el engaño final mediante el cual Satanás seducirá al mundo para la gran batalla contra Dios.
¿Cómo descubriste lo arriesgado que es depositar tu confianza en los seres humanos y en las instituciones humanas?
El último gran engaño de Satanás
Apocalipsis 16:12 nos dice que el propósito del secamiento del Éufrates es preparar el camino para “los reyes del oriente”. En el Antiguo Testamento, “los reyes del oriente” eran Ciro y sus fuerzas que venían del este contra Babilonia (Isa. 41:25). Su conquista de Babilonia posibilitó el regreso del pueblo de Dios a su patria (Isa. 44:27, 28). De la misma manera, el secamiento simbólico del Éufrates prepara el camino para la venida de los reyes del oriente a fin de ofrecer liberación al pueblo de Dios del tiempo del fin.
Los reyes del oriente de Apocalipsis 16:12 son Cristo y su ejército de fieles. Si bien Jesús regresará acompañado de ángeles celestiales, Apocalipsis 17:14 muestra que la batalla final involucrará a Cristo y a su remanente fiel contra las fuerzas satánicas. En Apocalipsis 19:14, Jesús lidera a los ejércitos celestiales “vestidos de lino finísimo, blanco y limpio”, que es el vestido de la esposa del Cordero en Apocalipsis 19:8. Como contraparte en la Tierra, en Apocalipsis 7, a los 144.000 se los representa como un ejército a punto de entrar en la batalla final.
Lee Apocalipsis 16:13 y 14. ¿Cuál es el papel de los tres demonios con forma de ranas en preparación para la batalla final? ¿En qué sentido son una falsificación satánica del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14?
El secamiento del Éufrates sacude a la tríada satánica. A estas alturas, Juan ve salir de sus bocas tres espíritus demoníacos semejantes a ranas. En las plagas de Egipto, las ranas fueron la última plaga que los magos del faraón pudieron imitar (Éxo. 8:1-15). Los tres demonios con forma de rana son el último intento de Satanás de falsificar la obra de Dios.
Los tres espíritus demoníacos que proceden de “la boca” de la trinidad satánica representan la estrategia final de Satanás. Este les permite realizar señales milagrosas que apuntan a las actividades de la bestia semejante a un cordero (ver Apoc. 13:13, 14), que incluye el espiritismo. Las señales milagrosas son parte de la estrategia engañosa de Satanás para persuadir al mundo de seguirlo a él en vez de al Dios verdadero (2 Tes. 2:9-12).
Los espíritus demoníacos semejantes a ranas son enviados con un evangelio falso a fin de seducir al mundo para que se sume a ellos para la batalla contra el pueblo de Dios. Aunque desilusionados, los líderes mundiales son seducidos nuevamente y se someten a Satanás contra el pueblo de Dios. A estas alturas, el escenario ya está listo para la batalla final que conduce al fin de este mundo, la batalla conocida como Armagedón.
Reunidos para la batalla final
Lee Apocalipsis 16:16. ¿Cuán exitoso será el engaño final de Satanás al reunir a los habitantes del mundo para la batalla del Armagedón?
Los engañosos milagros demoníacos tendrán éxito a nivel mundial. Al desdeñar el verdadero evangelio, la gente creerá una mentira que irá acompañada de milagros engañosos (ver 2 Tes. 2:9-12). Se reunirán en un lugar simbólico, que en hebreo se llama Armagedón y significa “el monte de Meguido”. Meguido era una ciudad fortificada ubicada en el valle de Jezreel (o la llanura de Esdrelón) al pie de la cadena montañosa del Carmelo y era un sitio estratégico importante. La llanura de Esdrelón era famosa por las tantas batallas decisivas en la historia de Israel (ver Juec. 5:19; 6:33; 2 Rey. 9:27; 23:29, 30).
El Apocalipsis utiliza esta temática de la historia de Israel para representar el gran conflicto final, llamado Armagedón, entre Dios y las fuerzas del mal. Se representa a los habitantes del mundo como un ejército unificado bajo el liderazgo de la liga satánica.
El monte de Meguido aparentemente es el monte Carmelo, que está cerca de la ciudad. Fue el sitio de una de las batallas más importantes de la historia de Israel, que contó con el profeta Elías y los profetas de Baal (1 Rey. 18). La cuestión giraba en torno a la pregunta de quién era el Dios verdadero. El fuego que descendió del cielo demostró que el Señor era el único Dios verdadero, y el único que debía ser adorado. Apocalipsis 13:13 y 14 muestra que la bestia de la Tierra hace descender fuego del cielo para falsificar la obra de Dios y engañar al mundo entero.
El Armagedón no es una batalla militar que se librará en algún lugar del Medio Oriente, sino más bien una batalla espiritual entre Cristo y las fuerzas de las tinieblas (ver 2 Cor. 10:4). La cuestión que se resolverá definitivamente en la batalla final es con respecto a quién es el gobernante legítimo del universo. El resultado de la batalla final será semejante a la del Carmelo: el triunfo final de Dios sobre las fuerzas de las tinieblas.
Durante muchos años, la gente ha estado observando la agitación política y militar en Medio Oriente como señales del fin y del Armagedón. A pesar de las muchas predicciones y de las tantas fechas que se pusieron, el Armagedón, según se lo imaginaron, no ha llegado. ¿Cómo podemos cuidarnos de cometer errores similares con respecto a la interpretación de estos acontecimientos localizados como el cumplimiento de la profecía bíblica?
Para Estudiar y Meditar:
“Pronto aparecerán en el cielo signos pavorosos de carácter sobrenatural, en prueba del poder de obrar milagros de los demonios. Los espíritus de los demonios irán a los reyes de la Tierra y a todo el mundo para encarcelarlos en engaños y urgirlos a que se unan a Satanás en su última lucha contra el gobierno del Cielo. Mediante esos agentes, tanto los príncipes como los súbditos serán engañados. […]
“El acto que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se hará pasar por Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo ha venido. En varias partes de la Tierra Satanás se manifestará a los hombres como un ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da Juan en el Apocalipsis (Apoc. 1:13-15). La gloria que lo rodee superará cuanto hayan visto los ojos mortales. El grito de triunfo repercutirá por el aire: “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!” La gente se postrará en adoración ante él […]. En tono amable y compasivo enuncia algunas de las mismas verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las enfermedades de la gente y luego, en su ficticio carácter de Cristo, asegura haber cambiado el sábado al domingo y manda a todos que santifiquen el día que él ha bendecido. Declara que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, quienes les fueron enviados con luz y verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi irresistible” (CS 608, 609).
Preguntas para Dialogar:
- Lee la advertencia de Jesús en Apocalipsis 16:15 insertada en la descripción de la preparación para la batalla del Armagedón. Observa la terminología similar en la apelación anterior de Cristo a la iglesia de Laodicea (Apoc. 3:18). ¿Cuán importante es el significado del mensaje a Laodicea para el pueblo de Dios que vive en el tiempo de preparación para la batalla final? ¿Cómo se aplica este mensaje a ti personalmente?
- Las vestiduras blancas del Apocalipsis simbolizan la justicia de Cristo (Apoc. 3:4, 5; 19:7-9). Solo quienes se visten con la túnica de la justicia de Cristo podrán mantenerse firmes en la crisis final. ¿Cómo es que las vestiduras quedan blancas y limpias en la sangre del Cordero (Apoc. 7:14)?
Soy riquisimo, pues Dios a tenido tantas misericordias en mi: Soy afortunado de oir la verdad y se que es la verdad, pues el mundo me rechaza.
Cuanto anhelo decir.
9 Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. Isaías 25:9
Gloria a Dios por su segunda venida que estamos esperando Dios les bendiga linda leccion
La batalla del Armageddon cuando comienza y cuando termina?