Jonathan Gallagher Lección 11. “Las siete últimas plagas” Primer Trimestre del 2019

Leccion 11. Las siete plagas postreras (1T 2019—Apocalipsis)
Textos bíblicos: Apoc. 15:1, 4; 7:1–3; 14:9, 10; 16:1–12; 17:1; Daniel 5; Apoc. 16:16; 2 Tes. 2:9–12.

Citas
• Lo apocalíptico es imbatible porque es repetible. Anonimo.
• Las siete últimas plagas son el resultado de un determinado curso de acción. Dios no retira arbitrariamente su misericordia de la tierra y atormenta a los hombres porel hecho de que tiene el poder para hacerlo. La ley divina ha sido revelada al hombre por edades; y, sin embargo, contrariamente a esa ley, los hombres y las naciones han allanado el camino para su propia destrucción. En la historia de cada nación que ha surgido y ha caído, Dios ha dado una lección objetiva al mundo de los resultados finales de la desobediencia continua a las leyes que gobiernan en el universo, y que solo en armonía con ellas el universo mismo puede seguir existiendo. S.N. Haskell
• Las últimas siete plagas son los resultados naturales de la fornicación espiritual de la cual la iglesia es culpable cuando el nombre de Babilonia es aplicable a ella. S.N. Haskell
• Las últimas siete plagas pronto vendrán y el Señor vendrá justo al final de ellas. A. Jones
• Las siete plagas postreras y los tres ayes son se denuncian contra la bestia anticristiana, que mora y tiene un gran poder sobre la tierra. Guillermo Miller

Para debatir
¿Cómo se ve Dios en relación a las últimas siete plagas? ¿Para qué sirven estas plagas? ¿Hay alguna buena noticia en medio de estas últimas plagas? ¿Cómo encajan en la gran perspectiva del gran conflicto respecto a la naturaleza y el carácter de Dios? ¿Cómo ayudamos a los demás a entender que el juicio de Dios también es un juicio para bien?

Resumen bíblico de la lección
Los versículos clave son Apoc. 15: 1 y 4 (VBL): “Siete ángeles sostenían las últimas siete plagas que completan el juicio de Dios… Oh Señor Dios… Tus caminos son justos y verdaderos.” Estas plagas son la forma en que se termina el juicio, y necesitamos verlos bajo esta perspectiva. El juicio en las Escrituras no es simplemente una condena, como tendemos a verlo hoy, sino que también es un juicio que ayuda a la vindicación: en este caso, la vindicación de Dios y los que lo siguen. Las plagas comienzan después de que los ángeles que retienen los vientos finalmente los sueltan (Apoc. 7: 1–3). Apoc. 14: 9, 10 es el comienzo del mensaje del tercer ángel. Apoc. 16: 1-16 detalla seis de las plagas. Los puntos clave a tener en cuenta son que las personas no se arrepienten y que maldicen a Dios. Apoc. 17: 1 revela el objetivo del juicio de Dios. Daniel 5 habla al juicio. 2 Tes. 2: 9-12 también hace referencia al juicio de los últimos tiempos.

Comentario
Han existido diversas interpretaciones sobre las siete plagas postreras y lo que éstas simbolizan. Guillermo Miller, por ejemplo, creía que seis de las siete últimas plagas ya habían ocurrido en los últimos trescientos años; Josias Litch menciona que anteriormente había creído que seis estaban en el pasado, pero ahora pensaba que todas estaban en el futuro. Las diferencias de opinión también se relacionan con la duración de las últimas siete plagas. Algunos creen que durarán muchos años, otros solo un año. En general, la mayoría de los intérpretes del libro de Apocalipsis concuerdan en que estas plagas son derramadas sobre la tierra después del cierre de la prueba cuando ya nadie procede al arrepentimiento. Algunos han visto esto como el castigo vengativo de un Dios hostil, porque si las personas no pueden arrepentirse, ¿para qué sirven esos actos punitivos? Entonces, ¿cuál es el punto en estas últimas siete plagas? ¿Para qué son? Es importante señalar que, a pesar de la gravedad de las plagas, los habitantes de la tierra no se arrepienten. Por el contrario, maldicen a Dios y se muestran enojados con él por traer este juicio sobre ellos. De la misma manera que el Faraón de Egipto se negó a cambiar de opinión y se opuso a Dios, estas personas al final se niegan a reconocer a Dios.

Aquí vemos cuán profundamente arraigado se hace el pecado, que, aunque el pecador esté en dolor y agonía se niega obstinadamente a responder a Dios. Aquí tenemos la demostración definitiva de que al final podemos llegar tan lejos en el pecado que nunca cambiaremos de rumbo, independientemente de las circunstancias. Y no es que Dios impida arbitrariamente que las personas se arrepientan. Es una demostración de que los malvados están tan dispuestos a creer las mentiras del Diablo que no logran convencerse de la verdad. Entonces, en la medida que nosotros, y todo el universo consideramos estas últimas plagas, ¿qué vemos? Dios nos está mostrando que aquellos que lo rechazan en tales circunstancias han tomado una decisión final e irrevocable. Prefieren bajar a sus tumbas en agonía extrema, antes que ir a Dios. Ellos maldicen a Dios por no permitirles continuar en
sus vidas pecaminosas de exceso de maldad; maldicen a Dios por no permitirles seguir tras sus elecciones rebeldes. Más que nada, maldicen a Dios por ser la encarnación de todo lo que es bueno, correcto y verdadero, porque en su naturaleza perversa viven solo para revolcarse en su maldad Aquí no estamos hablando de un castigo vengativo. Esto es transparencia total para que todos puedan ver y saber hacia dónde conduce el pecado, que al final no hay posibilidad de un retorno. Dios quiere que todos sepan la finalidad de la elección y sus resultados finales. Porque, aunque ciertamente hay una participación divina aquí, son los ángeles de Dios quienes hacen esto después de todo. Pero el enfoque está en mostrar que la rebelión está destinada a terminar en su totalidad, por sus consecuencias naturales.

Comentarios de Elena de White
Vi que los cuatro ángeles iban a retener los vientos mientras no estuviese hecha la obra de Jesús en el santuario, y que entonces caerían las siete postreras plagas. Estas enfurecieron a los malvados contra los justos, pues los primeros pensaron que habíamos atraído los juicios de Dios sobre ellos, y que si podían raernos de la tierra las plagas se detendrían. Se promulgó un decreto para matar a los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su libramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob. Entonces todos los santos clamaron en angustia de ánimo y fueron libertados por la voz de Dios. {Primeros Escritos, p. 36}
Después de relegar a Jesús a una posición inferior, atraen la atención del mundo sobre sí mismos y sus milagros y prodigios mentirosos, que, declaran, superan por lejos las obras de Cristo. De esta manera el mundo cae en el lazo y es adormecido por una sensación de seguridad, de tal manera que no descubrirá el engaño espantoso hasta que hayan sido derramadas las siete plagas. Satanás se ríe al ver el éxito de su plan, y cómo todo el mundo queda apresado en la trampa. {Primeros Escritos, p. 91} En ese tiempo descenderá la “lluvia tardía”, o refrigerio de la presencia del Señor, para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete plagas postreras serán derramadas. {¡Maranata: El Señor viene!, p. 257}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2019

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