Jonathan Gallagher Lección 6 “La simiente de Abraham” 2do Trimestre del 2021

6. La Semilla de Abraham(2T 2021—La Promesa: El Pacto Eterno de Dios)

Textos Bíblicos: Ezeq. 16:8; Deut. 28:1, 15; Jer. 11:8; Gén. 6:5; Juan 10:27, 28; Gál. 3:26–29; Rom.
4:16, 17; 1 Pedro 2:9.

Citas
• Un nombre es tan importante en los escenarios bíblicos que las Escrituras mencionan con frecuencia a Dios mismo cambiando el nombre de alguien para reflejar una nueva realidad. Abram, que significa “padre exaltado”, se cambió a Abraham, que significa “padre de una multitud”. Tony Evans
• La promesa de una descendencia o simiente es el punto focal de la promesa de Dios a Abraham, tal como estaba en la promesa que se hizo a Adán y Eva y que se haría años después a David. La promesa de una simiente justa es el hilo conductor de cada promesa del pacto. Michael P.V. Barrett
• Tenemos la promesa de que Dios es nuestro Dios, y de la bendición de Cristo para nosotros, ya que somos la simiente de Abraham, pero aceptamos toda la promesa que se le hizo a él y a nosotros. ‘

Para debatir
¿Por qué la salvación en el Antiguo Testamento parece tan ligada a ser parte de un grupo étnico? ¿Cómo explicamos la verdad sobre Dios a partir de este ejemplo del Antiguo Testamento sobre Abraham? ¿Es la identificación de Dios de Abraham como alguien “justo” lo suficiente para hacerlo “justo”? ¿Y nosotros? ¿De qué manera somos ahora descendientes de Abraham, y
qué significa eso realmente?

Resumen Bíblico
Ezequiel 16: 8 compara la relación con un matrimonio. Deut. 28: 1, 15 enumera promesas y maldiciones por obediencia o falta de esta. Jer. 11: 8 dice que sí experimentaron las maldiciones. Génesis 6: 5 nos recuerda la condición de la humanidad en el momento del Diluvio. “Mis ovejas reconocen mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna; ellas nunca estarán perdidas, y nadie me las puede arrebatar”. Juan 10:27, 28 VBL. “Porque ustedes son hijos de Dios por medio de su fe en Jesucristo. Todos los que de ustedes fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. Ya no hay más judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer, pues ustedes todos son uno en Cristo Jesús. ¡Si son de Cristo, son hijos de Abraham, y herederos de la promesa! ” Gal. 3: 26–29 VBL. Pablo dice que todos somos hijos de Abraham porque tenemos la fe de Abraham (Rom. 4:16, 17). “En cambio, ustedes son una familia elegida de manera especial, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios”. 1 Pedro 2: 9 VBL.

 

Comentario
Hay un texto que, lamentablemente, hace falta en nuestro estudio de hoy: Juan 8: 31-41. “Entonces Jesús le dijo a los judíos que creyeron en él: ‘Si siguen mi enseñanza, entonces ustedes son realmente mis discípulos. Conocerán la verdad y la verdad los hará libres.’ ‘¡Nosotros somos descendientes de Abraham! Nosotros nunca hemos sido esclavos de nadie,’ respondieron ellos. ‘¿Cómo puedes decir que seremos libres?’Jesús respondió: “Les digo la verdad, todo el que peca es un esclavo del pecado. Un esclavo no tiene un lugar permanente en la familia, pero el hijo siempre es parte de la familia. Si el Hijo los libera, entonces ustedes son verdaderamente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham. Sin embargo, ustedes están tratando de matarme porque se niegan a aceptar mis palabras. Yo les estoy diciendo lo que el Padre me ha revelado, mientras que ustedes hacen lo que su padre les ha enseñado.”
“Nuestro padre es Abraham,” respondieron ellos. “Si ustedes realmente fueran hijos de Abraham, harían lo que Abraham hizo,” les dijo Jesús. “Pero ustedes están tratando de matarme ahora, porque les dije la verdad que yo escuché de Dios. Abraham nunca habría hecho eso. Ustedes están haciendo lo que hace el padre de ustedes.’ Jesús está dejando en claro que el linaje no es el problema. El hecho de que seas descendiente de Abraham no te hace justo ante Dios, como lo fue Abraham. Incluso el texto de Génesis 15: 6 no dice que Dios consideraba que Abraham era justo, aunque no lo fuera. Así es como se traduce el versículo en la NVI: “Abram creyó al Señor, y el Señor se lo reconoció como justicia”. La idea de simplemente afirmar que Abraham era“justo” podría sugerir que Dios no ve realmente nuestro yo pecaminoso (como varios han dicho), o que Dios no está siendo veraz. Ambas ideas son claramente problemáticas. Sin embargo, cuando se entiende que cualquier “rectitud” viene como resultado de la confianza de Abraham en Dios, entonces las cosas se vuelven mucho más claras. Esto no tiene que ver con ninguna justicia “imputada” o “impartida”, términos que son muy amados por algunos teólogos. Simplemente significa que Dios dice que Abraham es justo porque confía en él, no por su desempeño espiritual. No está diciendo que Abraham sea perfecto o sin pecado, sino que debido a que Abraham confiaba en Dios, entonces su relación era correcta y eventualmente trajo un buen resultado.
Este es el argumento que hace Pablo en Gálatas y Romanos. Fue por la confianza de Abraham en Dios que él era un hombre justo; no tiene nada que ver con la observancia de la Ley. Ciertamente, como resultado de una relación correcta con Dios, te identificas con Dios en cuanto a lo que es verdadero y correcto, y en la gracia de Dios, así es como vives (¡A pesar de los pasos en falso!) Pero esta no es una “mágica” transfusión de “justicia” de Dios que de alguna manera misteriosa “te hace bueno” cuando no lo eres. Dios tampoco dice algo incorrecto, porque ¿qué le diría eso al Universo en medio de el gran conflicto? Lo que los ángeles y los demás seres creados quieren saber no es si los rebeldes pecadores han sido “declarados” justos, sino si realmente han cambiado. Dios nunca haría una declaración tan engañosa, diciendo que somos justos cuando claramente no es verdad.

No, Dios está mirando la actitud de confianza de Abraham y diciendo: “recompensaré tu actitud, y mientras trabajo contigo para restaurarte y curarte, serás transformado en alguien que realmente vive correctamente”.
Este ejemplo del Antiguo Testamento nos muestra que Dios no ha cambiado y que la salvación aún depende de confiar en él. No es suficiente, y nunca lo será, decir “¡Pero hice lo que me dijeron!” Dios no busca una actitud fingida, sino amistad; no cumplimiento, sino amor. Haremos lo correcto porque es correcto, confiando en el Dios de la verdad y la rectitud encarnada.

Comentario de Elena de White
El pueblo judío podría haberse arrepentido si así lo hubiera querido, pero sus integrantes estaban vestidos con la ropa de su justicia propia. Sostenían ser los descendientes de Abrahán y consideraban como propia toda promesa hecha a Israel. Pero el Israel de Dios está formado por aquellos que se convierten, no por los que son descendientes de Abrahán. {ATO78.4}Si los israelitas hubiesen seguido las instrucciones dadas y sacado provecho de sus ventajas, hubiesen llegado a ser una lección objetiva para el mundo, por su salud y su prosperidad. Los israelitas no realizaron el propósito divino y perdieron así las bendiciones que les eran reservadas. {CRA 29.4}
Los hijos de Israel cayeron bajo el poder del enemigo al abrigar un corazón maligno lleno de incredulidad al apartarse del Dios viviente, y una vez que se encontraron del lado del enemigo, este aprovechó su ventaja y los hizo sus aliados en la mayor medida posible. {Signs of the Times, Apr. 25, 1895}

Preparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2021
Traducido por: Shelly Barrios De Ávila

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