Jonathan Gallagher Lección 6. “De la arrogancia a la destrucción” 1er Trimestre del 2020.

Leccion 6. De la arrogancia a la destrucción (1T 2020—Daniel)

Textos Bíblicos: Daniel 5, Apocalipsis. 17:4–6, Salmos 96:5,Colosenses 1:15–17, Romanos 1:16–32, Eclesiastés 8:11, Apocalipsis. 14:8; Dan. 2:21.

Citas
• Una persona arrogante se considera perfecta. Este es el principal daño de la arrogancia. Interfiere con la tarea principal de una persona en la vida: convertirse en una mejor persona. Leo Tolstoy
• A veces es difícil aceptar y reconocer los propios errores, pero hay que hacerlo. Yo fui culpable de exceso de confianza propia y arrogancia, y fui castigado por eso. Mikhail Gorbachev
• Existe un peligro que amenaza a todos en la iglesia, y a todos nosotros. El peligro de lo mundano. Nos lleva a la vanidad, la arrogancia y al orgullo. Pope Francis
• Nunca aprenderás nada si solo te escuchas a ti mismo. George Clooney

Para debatir
¿Fue Belsasar peor que muchos otros reyes antiguos? ¿Qué estaba tan mal en su caso? ¿Cómo se ve Dios en esta historia? ¿Seguía intentando ganar a los babilonios o no? ¿Hay un punto en el que Dios “se rinde”? Si es así, ¿cómo lo sabríamos? ¿Crees que el Diablo podría obtener alguna ventaja de este incidente? ¿Cuáles son los problemas reales en esta parte de la historia?

Resumen bíblico
Daniel 5 narra la historia de la fiesta arrogante de Belsasar y el fin del imperio babilónico. Apocalipsis 17: 4–6 es una descripción de la Babilonia espiritual. Salmos 96: 5 nos recuerda que los dioses de las naciones son ídolos. Col. 1: 15–17 habla del Hijo como el Creador. La hostilidad de Dios hacia el pecado se describe en Rom. 1: 16–32. Eclesiastés 8:11 nos dice que los crímenes deben ser castigados rápidamente. Apocalipsis 14: 8 describe la caída de Babilonia. Dios está al control, incluso de los reyes (Dan. 2:21).

Comentario
Una vez más, la situación histórica puede significar que Dios queda en una posición menos que la ideal. Después de todo su trabajo con Nabucodonosor, sigue aquí tratando con su “hijo” (en realidad nieto) Belsasar. Podríamos preguntarnos cuánto Dios ya había trabajado con Belsasar antes de que este evento tuviera lugar. Ciertamente, Belsasar tenía la evidencia de su abuelo, y aparentemente no prestó atención al Dios verdadero. Inmediatamente después de la declaración de Nabucodonosor en Daniel 4, el banquete de Daniel 5 es particularmente sorprendente. ¿Por qué era tan necesario para Belsasar usar las copas de oro del templo de Jerusalén en la fiesta? Parecería apenas necesario, pero se muestra como un acto intencional. Belsasar parece estar tomando deliberadamente un curso para degradar al Dios verdadero al usar tales vasos sagrados de una manera profana; un acto provocativo que se consideraría como proclamar la superioridad de los dioses babilónicos. Al igual que las acciones de Nabucodonosor con la estatua de oro, Belsasar está provocando al Dios verdadero. En cierto sentido, Dios tiene pocas opciones fuera de intervenir directamente. La reacción del rey ante la escritura en la pared sugiere que él sabía muy bien lo que había estado haciendo. Esta es la respuesta de un hombre culpable, pues no demuestra una simple “confusión”. No solo quiere saber lo que dice la escritura, sino lo que significa y cuál es el veredicto.
Por otro lado, la intervención de la reina muestra claramente que las acciones pasadas de Daniel todavía se recuerdan bien, así como su prominencia anterior. Quizás sea sorprendente, en vista de sus habilidades, que Daniel ya no estaba en una posición de influencia. Tal como lo especula la lección, tal vez la reina compartía la misma opinión que Nabucodonosor respecto al Dios de Daniel.
Antes de dar la interpretación, Daniel les recuerda a todos los presentes que es a Dios a quien se le debe todo el crédito. Incluso menciona el incidente seguramente vergonzoso para la familia real, de la locura de Nabucodonosor y sus consecuencias. La causa inmediata de la escritura en la pared- dice Daniel -, es que Belsasar no se ha humillado a sí mismo, “a pesar de que sabía todo esto”. Esa es la frase reveladora: una negativa deliberada a reconocer a Dios a pesar de la evidencia clara. Esto muestra que Belsasar había tenido muchas oportunidades de actuar sabia y correctamente, y había abusado de este privilegio. “Pero no has honrado a Dios, que tiene en sus manos tu aliento y todo lo que haces”. Daniel 5:23 VBL. Una vez más, Daniel está allí en el centro de los eventos. No busca poder y prestigio. De hecho, le dice al rey que guarde sus ofrendas, pero aún así dice la verdad y habla acerca de Dios. La tragedia es que es demasiado tarde para Belsasar. La tragedia es que Dios también quería salvarlo…
A menudo se cita esta historia como un ejemplo del castigo de Dios. Pero ¿es esta la mejor interpretación? No es una mejor conclusión decir que Dios simplemente “se rindió” respecto a Belsasar, y permitió que los efectos siguieran a las causas. Al profanar deliberadamente las vasijas del templo en Jerusalén, sus acciones muestran un desprecio grosero y un rechazo deliberado del consejo divino, y una negativa incluso a considerar la ayuda divina en un momento tan crítico. Dios permite que este tipo de acciones tengan sus resultados. ¿Qué pasa entonces con las plagas de los últimos tiempos, derramadas sin piedad por un Dios enojado y desagradable sobre sus hijos errantes, sabiendo que no pueden arrepentirse, que la libertad está cerrada? Qué extraño, que Dios haga llover su ira sobre aquellos que no pueden cambiar, y cuando se les niega el perdón. Muy, muy extraño, pero ¿quiénes somos para cuestionar a Dios, incluso si parece estar tan equivocado? Es la “extraña obra” de Dios. Así es como a menudo se representa el fin. Cuando caen las plagas, Dios derrama su ira despiadada sobre los impíos, sabiendo que esto no los puede convertir. Es la paciencia de Dios agotándose, y siendo reemplazada por su ira vengativa… ¿Es realmente cierto que la paciencia de Dios se agota? Esta no es la imagen de un Dios perfecto a quien se le agota la paciencia. Más bien es
Dios que demostrando que se ha quedado sin pacientes. Simplemente no hay nadie más que ya quiera volver a él. A pesar de que tienen una enfermedad terminal, una enfermedad mortal, no acudirán al único Sanador. No desean ser sus pacientes.
Dios no tiene más pacientes. Incluso Dios tiene la horrible experiencia de quedarse impotente para cambiar la elección de sus amados hijos. Eso es lo que demuestran las plagas. No prueban que Dios es un ser arbitrario que decide terminarlo todo en un momento arbitrario. Simplemente revelan cómo Dios ha trabajado en favor de todos sus hijos caídos, y las últimas consecuencias de su libre elección.

Comentarios de Elena de White
Aquella última noche de loca insensatez, Belsasar y sus señores habían colmado la medida de su culpabilidad y de la que incumbía al reino caldeo. Ya no podía la mano refrenadora de Dios desviar el mal que los amenazaba. {Profetas y Reyes, p. 389} La profecía describió el nacimiento y el progreso de los grandes imperios mundiales: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma. Con cada uno de ellos, como con las naciones de menos potencia, la historia se repitió. Cada uno tuvo su plazo de prueba; cada uno fracasó, su gloria se desvaneció y desapareció su poder. {Profetas y Reyes, p. 392}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2020
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
0 comments… add one

Leave a Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.