Jonathan Gallagher Lección 3. La divinidad del Espíritu Santo (1T 2017—El Espíritu Santo y la Espiritualidad)

La divinidad del Espíritu Santo (1T 2017—El Espíritu Santo y la Espiritualidad)

Textos bíblicos: Hechos 5:1-4; 1 Corintios 2:10, 11; Isaías 63:10-14; Tito 3:4-6; Romanos 8:11; 1 Pedro 1:2; 2 Corintios 13:14.

Citas
• El Espíritu Santo es el imperativo de vida de Dios. A.W. Tozer
• Mediante el Espíritu Santo somos devueltos al paraíso, guiados al Reino del cielo, y adoptados como hijos a quienes se les ha dado la plena confianza de llamar a Dios “Padre” y de participar de la gracia de Cristo, llamados hijos de la luz y a quienes se les ha otorgado su porción de la gloria eterna. Basil
• La obra del Espíritu Santo es la realización de la visión de Dios… el que capacita a las personas para ‘ver visiones’ y ‘tener sueños’… El nacimiento de la Iglesia es el principio del Final… El Reino de Dios como el milagro de lo nuevo, en el que ‘los ciegos ven’ logra su impacto en la historia de la creación de una comunidad visionaria. Gabriel Fackre
• El Espíritu Sano es el anillo de compromiso que nuestro amante Dios nos ha dado. Michael Green
• El Espíritu Santo no es una bendición de Dios. Él es Dios. Colin Urquhart
• Cada vez que decimos que creemos en el Espíritu Santo, nos referimos a que creemos que hay un Dios vivo capaz y dispuesto a entrar en la personalidad humana y cambiarla. John Owen

Para debatir
¿Por qué es un tema controversial la divinidad del Espíritu santo? ¿Como entendemos al Espíritu Santo como algo más que “el Espíritu de Dios” o el “Espíritu de Cristo”? ¿Por qué no hay afirmaciones más explicitas en la biblia sobre la divinidad del Espíritu Santo como parte de la Trinidad? ¿Que diferencia hace en nuestra vida el creer o no en la divinidad del Espíritu?

Resumen bíblico
Hechos 5:1- 4 nos relata la historia de Ananías y Safira, y cómo le mintieron al Espíritu Santo que es el mismo Dios. “Pero Dios nos revelado esto por medio del Espíritu, porque el Espíritu ahonda en las profundidades de Dios. 11¿Quién conoce los pensamientos de alguien si no es la misma persona que los tiene? Del mismo modo, nadie conoce los pensamientos de Dios excepto el Espíritu de Dios.” 1 Cor. 2:10 FBV. Tito 3:4-6 nos habla del nuevo nacimiento y la renovación a través del Espíritu. Romanos 8:11 nos dice que el Espíritu mismo levantó a Jesús de entre los muertos. 1 Pedro 1:2 incluye al Espíritu en la obra de la divinidad, así como 2 Cor. 13:14

Comentario
El mandato de Jesús a sus discípulos de bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, nos arroja luz sobre la divinidad del Espíritu Santo. Pero, ¿qué significa? ¿Es simplemente una idea más a considerar? ¿Qué pasa si este mandato no siempre se sigue a la letra? ¿Cuál es la participación especifica del Espíritu en todo esto? La mayoría de las referencias al “Espíritu” en el Antiguo Testamento se encuentran en el contexto del “Espíritu del Señor” o el “Espíritu de Dios.” Podríamos ciertamente dudar de se considerase la existencia de un miembro diferente en la Trinidad
con el papel que le atribuimos al Espíritu Santo. Debemos ser cuidadosos de no leer en las palabras del Antiguo Testamento nuestras propias ideas. En lo que se refiere a los creyentes de ese tiempo, Dios era uno. Como era de esperarse, en el contexto del politeísmo, con su multitud de dioses (por lo general bastante horribles), el verdadero Dios estaba tratando de establecer en principio había un solo Dios. El concepto de la Trinidad no habría sido una buena idea en un entorno histórico politeísta como este.
Esta situación ilustra muy bien el concepto de la “verdad presente,” es decir, la verdad que es específica y relevante para el momento en particular. Esto no quiere decir que la verdad es variable, sino que Dios en su sabiduría elige hacer hincapié en diferentes aspectos de la verdad en diferentes momentos. Del mismo modo que Jesús dijo a sus discípulos que tenía muchas cosas que decirles, pero que “por ahora no podrían soportar.” Una vez más, la bondad de Dios es impartida de una manera magnífica.
Así, aunque el Espíritu está presente, no podemos explicarlo a él ni a su obra de maneras grandiosas. Éxodo 31: 3 relaciona al Espíritu con habilidades creativas, Números 11:25 con profecía, Ezequiel 36:26 con un nuevo corazón, etc. Pero este es un modo muy tranquilo y discreto de hablar del Espíritu. Él está allí en la promesa, pero todavía no en cumplimiento. Juan el Bautista, el precursor, explica que el que ha de venir bautizará en Espíritu Santo y fuego. ¡Podríamos preguntarnos qué habrán entendido sus oyentes ante semejante declaración! Sin embargo, después de Pentecostés, la obra del Espíritu se vuelve clara, y Pablo puede afirmar en Romanos 8: 9 que los cristianos son controlados por el Espíritu Santo. La vida llena del Espíritu se convierte en una imagen de determinante dentro del cristianismo, y el Espíritu Santo es considerado entonces como una parte muy importante de la Trinidad. Pero todavía tenemos derecho a preguntar qué significa todo esto.
La promesa de Jesús de enviar al Espíritu después de dejar la tierra ha hecho que la gente se pregunte si el Espíritu no había estado presente antes. Seguramente la respuesta es de gran extensión y magnitud. Sin la presencia física de Jesús, el Espíritu toma una posición mucho más “visible.” El deber del Espíritu es el de impresionar a la necesidad de un cambio de corazón, traer a la mente lo que se necesita, para dirigirnos a toda la verdad. Sin duda, para tener la capacidad de hacer esto, el Espíritu debe ser absolutamente divino!

Comentarios de Elena de White
La Divinidad se conmovió de piedad por la humanidad, y el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se dieron a sí mismos a la obra de formar un plan de redención. {Consejos sobre la Salud, p. 219}
Debemos cooperar con los tres poderes más elevados del cielo: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y estos poderes trabajarán mediante nosotros convirtiéndonos en obreros juntamente con Dios. {El Evangelismo, p. 448} La presencia del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, los tres más altos poderes en el universo, se comprometió a estar con cada alma que se esfuerza. Ellos darán gracia y fuerza a todos los que velan en oración, a todos los que purifican su alma por la obediencia a la verdad. {SW, 15 de Diciembre de 1908} Los eternos dignatarios celestiales—Dios, Cristo y el Espíritu Santo—armándolos [a los discípulos] con algo más que una mera energía mortal… avanzaron con ellos para
llevar a cabo la obra y convencer de pecado al mundo. {El Evangelismo, p. 447} Mientras [los discípulos] se sometían con humildad a la influencia modeladora del Espíritu Santo, recibían de la plenitud de la Deidad y eran amoldados a la semejanza divina. {Los Hechos de los Apóstoles, p. 49}
Manténganse donde los tres grandes poderes del cielo, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, puedan ser vuestra eficiencia. Estos poderes funcionan con el hombre que se entrega sin reservas a Dios, con corazón, alma, mente y fuerza. {Signs of the Times, 10 de Mayo de 1905}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2017
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

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