El Espíritu Santo tiene un cargo como el de restaurar la imagen de Dios. Esto es equivalente a la obra de la creación de este mundo y todo lo que hay en ella, cuando fuimos creados y hechos a imagen y semejanza de Dios, él es quien nos santifica y hace que seamos perfectos todos los días, también él es el encargado de guiarnos todos los días según a la voluntad de Dios.
Entonces la pregunta es si él no era Dios ¿entonces como conocer la voluntad de Dios para llegar a ser como él? Y ¿Cómo también podía restaurar el origen?
En el libro de Tito 3: 4-6 nos dice, el Espíritu Santo se presenta como el que se regenera y renueva, esto quiere decir que él nos transforma como si nunca hubiéramos pecado.
En el libro de Isaías también nos dice. “Después oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces dije: Heme aquí, envíame a mí. Y él le dijo: Ve, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; os y ver bien, y no percibir. Hacer que el corazón de este pueblo, y se endurece sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y ser curados. Así que dije: ¿Hasta cuándo, Señor? ”
