Jonathan Gallagher Leccion 2. El bautismo y las tentaciones (2T 2015 – El libro de Lucas)

Leccion 2. El bautismo y las tentaciones (2T 2015 – El libro de Lucas)

Textos bíblicos: Lucas 3:1–14; Romanos 6:1–6; Lucas 3:21, 22; Lucas 4:5–8; Isaías
14:13, 14; Lucas 4:9–13.

Citas
• Si quiere saber lo que Dios quiere decirle, vea lo que Cristo fue y es. C.H.
Spurgeon
• Jesús no fue tentado porque fuera malo, sino porque era importante. G.B. Duncan
• Cada tentación es una oportunidad para lograr estar más cerca de Dios. John
Quincy Adams
• Los éxitos de Satanás son más grandes cuando se aparece con el nombre de Dios
en sus labios. Mahatma Gandhi
• Cuando el Diablo cita las Escrituras, no es realmente con el fin de engañar, sino
que simplemente las masas son tan ignorantes de la teología que alguien tiene que
enseñarles los textos elementales antes de poder seducirlas. Paul Goodman
• La vida cristiana es una vida de crucifixión (Gálatas 2:19). En el bautismo, la
forma de la muerte de Cristo queda impresa en los suyos. Ahora ellos están
muertos a la carne y al pecado, muertos para el mundo, y el mundo está muerto
para ellos (Gálatas 6:14). Cualquier persona que vive en la fuerza del bautismo de
Cristo vive en la fuerza de la muerte de Cristo. Dietrich Bonhoeffer.

Para debatir
¿Por qué Jesús escogió ser bautizado? ¿Qué quiso decir él a través de esta acción?
¿Qué nos revelan las tentaciones específicas acerca de Jesús? ¿De qué manera este
conflicto refleja la gran controversia? ¿Acaso el diablo habría tratado de tentar a Jesús si
no hubiera existido existiera la posibilidad de que Jesús pecara? ¿Cómo podemos aplicar
estos incidentes a nosotros mismos?
Resumen bíblico
Después de describir el ministerio de Juan el Bautista, Lucas registra el bautismo
de Jesús así: “y el Espíritu Santo descendió sobre él, tomando forma de una paloma. Y
una voz salió del cielo, diciendo: “Tú eres mi hijo, al que amo. Estoy realmente
complacido de ti.” Lucas 3:22 FBV. Entonces Lucas presenta la genealogía de Jesús.
Luego, Lucas 4:1-9 registra las tentaciones de Jesús.

Comentario
Es significativo notar que el bautismo de Jesús y sus tentaciones vienen juntos.
Como señal visible de nuestra elección de comprometernos con Dios, el bautismo es una
demostración muy pública en la que demostramos “de qué lado estamos.” La vida de
Jesús había transcurrido en la oscuridad hasta el momento, y el diablo estaba dispuesto a
permitir que sucediera precisamente así. Pero el ministerio público de Jesús no podía
estar sin ataque. Lucas señala el bautismo de Jesús para demostrar su divinidad y la
aprobación de su Padre.

El mensaje de Juan estaba en conformidad con el de los profetas del Antiguo
Testamento. Su llamado al arrepentimiento era un mensaje milenario, aunque el aspecto
del bautismo proporcionaba ahora una dimensión diferente. Los consejos prácticos de
Juan señalados en Lucas 3 prefiguran la actitud de Jesús, especialmente como se
enuncian en el Sermón del Monte. No se trata de seguir las reglas, sino de tener una
actitud de interés por los demás y vivir correctamente.
Pero, ¿por qué Jesús aceptó el bautismo? Reconocemos que no fue porque tuviera
algún pecado del cual arrepentirse. Pero ¿acaso eso no habría llevado a algunos de los
que estaban presentes a pensar en Jesús como un pecador igual a ellos? En el relato de
Mateo, Jesús simplemente dice que es correcto hacer lo que Dios dice, a pesar de que
Juan le dice que es él quien debería bautizarlo (Mateo 3:14). Justo después del bautismo,
la voz de los cielos y el descenso del Espíritu Santo aprueban a Jesús y pronuncian la
bendición divina sobre él. Aquí Jesús es explícitamente identificado como el Hijo. Es
curioso que Lucas inmediatamente nos presenta la ascendencia humana de Jesús…
Cuando de las tentaciones se trata, hay mucho que aprender. Mateo registra las
mismas tentaciones, aunque el orden de las tentaciones 2 y 3 se invierte. Lo que es
realmente importante para destacar es que, si bien éstas son tentaciones que se refieren a
situaciones muy humanas (hambre, orgullo y presunción), aquí están dirigidas a la
divinidad de Jesús, a hacer un mal uso de su poder. Los seres humanos no tienen la
tentación de convertir las piedras en pan, por ejemplo, pero Jesús podría haber hecho
esto. La tentación consistía en hacer mal uso de su poder divino para satisfacer su hambre
humana.

Del mismo modo ocurre en relación a la invitación que le hace el diablo de
adorarlo. Aunque algunos piensan que esto es absurdo (pues una vez que adoramos, ya
hemos cedido el poder y la autoridad), pero esta era una forma de que Jesús viera un
“atajo” en su misión de recuperar el mundo. Tal como en la tentación de convertir las
piedras en pan, una acción que se podía racionalizar – ¿cuál sería el error al acceder a
cualquiera de estas sugerencias si se logra su objetivo? Morir de hambre habría anulado
su misión, por lo que habría sido “lógico” satisfacer sus necesidades humanas de esta
manera. Haber reconocido a Satanás como gobernante seguramente no era un gran
problema de este tipo, lógicamente. Después de todo, Jesús mismo identificó a Satanás
como “el príncipe de este mundo.” Por último, la tentación de utilizar la ayuda divina
para evitar la autodestrucción al menos habría demostrado el apoyo de Dios, una
manifestación del cuidado del Padre, pensando de manera racional. Pero en todos los
casos, Jesús vio las maniobras que se escondían más allá, y se negó a hacer mal uso de su
poder o colocar a su Padre en una situación imposible. Él no entró en discusión, sino que
respondió con la Escritura. Y cuando al final, el Diablo también citó la Escritura, (o hizo
mal uso de las citas), Jesús se niega a “poner a Dios a prueba” de esta manera provocativa
y atrevida.
Si bien estos ejemplos de cómo llegan las tentaciones y cómo hemos de
enfrentarlas no son exhaustivos, nos proporcionan una base útil de principios. Lo más
importante es no perder la dirección de nuestra misión, siguiendo los valores y los
métodos de Dios, nunca tratando de utilizar las bendiciones de Dios para nuestra propia
satisfacción personal.

Comentarios de Elena de White
Sería sabio de parte de nosotros hacer un estudio sobre las tentaciones de Cristo
en el desierto, y con humildad y corazones contritos. Procurásemos entender su
importancia, y su significado para nosotros como individuos. {Review and Herald, 9 de
octubre de 1894}
Imagínese, si puede, a usted mismo en lugar de Cristo en el desierto. No hay voz
humana que pueda oír, pero está rodeado de demonios con pretensiones engañosas como
ángeles del cielo, con las atracciones más seductoras, presentando insinuaciones astutas
de parte de Satanás en contra de Dios, como lo hizo con nuestros primeros padres. Su
sofisma es el más engañoso y astuto en el debilitamiento de la fe en Dios, destruyendo así
su fe y su confianza, y manteniendo su mente en una tensión constante para poder tener
una idea de qué puede utilizar para su propio beneficio a fin de seducirlo hacia una
controversia, como si hubiera leído sus pensamientos, a lo que usted no podrá decir ni
una palabra, tal como le sucedió a Eva. {Manuscript Releases, Vol. 6, p. 110}

Jonathan Gallagher escuela sabaticaPreparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2014
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

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