Jonathan Gallagher Leccion 12. Oración, sanidad y restauración (4T 2014—Santiago)

Leccion 12. – Oración, sanación y restauración – (4T 2014—Santiago)

Textos bíblicos: Santiago 5:13–20; 1 Juan 5:14; 1 Corintios 15:54; Hebreos 12:12, 13;
Juan 8:43–45; Proverbios 10:12.

Citas
• La oración es la llave del cielo; la fe es la mano que la gira. Thomas Watson
• Si amas a Dios, no es posible que te quedes sin palabras para decirle, sin nada
para derramar tu corazón ante él, nada que su gracia ya haya puesto allí. Matthew
Henry
• La gran tragedia de la vida no es una oración sin respuesta, sino una oración no
ofrecida. F.B. Meyer
• Toda curación es en primer lugar una sanación del corazón. Carl Townsend
• Me conmueve la idea de que cuando hacemos cosas que son útiles y serviciales –
recogiendo estos fragmentos de espiritualidad – podríamos estar ayudando a lograr
una curación. Leonard Nimoy
• La curación no significa volver a las cosas como eran antes, sino más bien
permitir que lo que ocurre hoy nos acerque a Dios. Ram Dass
• Jesús es la manera en que Dios se niega a renunciar a su sueño para el mundo.
Rob Bell

Para debatir
¿Por qué Santiago concluye su carta de esta manera? ¿Qué hemos de aprender
acerca de la experiencia cristiana en la práctica? ¿De qué manera Santiago hace hincapié
en la importancia de actuar conforme a nuestras creencias? ¿Cómo entendemos la oración
y lo que esta hace? ¿Qué es la salvación si no es sanación? ¿Cómo se explica este
entendimiento? ¿Por qué es tan importante la metáfora de sanación?

Resumen bíblico
Al terminar su carta, en Santiago 5:13-20, nos aclara que él cree en la acción. Si
usted está sufriendo, entonces debe orar. Si usted está alegre, entonces debe cantar
cánticos de alabanza. Si usted está enfermo, pida a los ancianos que vengan venir y lo
unjan. La buena nueva es significativa a los ojos de Santiago en cuanto es eficaz en el
cambio de nuestra vida. En su mayor parte se concentra en la idea de que la salvación es
sanación: “Admitan los errores que han cometido unos con otros, y oren unos por otros
para que sean sanados.” Santiago 5:16 FBV.
Su énfasis está en la oración (él cita la oración de Elías como ejemplo), y
concluye: “el que rescata a un pecador del error de su camino, lo salvará de la muerte y
obtendrá perdón de muchos pecados.” Santiago 5:20 FBV.
Tenemos la confianza de que cuando nos acercamos a nuestro Dios de amor, él
nos escucha (1 Juan 5:14). Seremos cambiados de mortales a seres inmortales, seremos
transformados, la muerte será destruida (1 Corintios 15:54). Hemos de ser fortalecidos y
sanados (Hebreos 12:12, 13). Si nos negamos a escuchar a Jesús, estamos siguiendo al
padre de la mentira (Juan 8:43-45). El amor cubre todas las faltas (Proverbios 10:12).

Comentario
“Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo.”
Proverbios 16:23-25 NVI. Estas últimas palabras de Santiago hacen un maravilloso final
a las buenas noticias que ha estado compartiendo. No es un mensaje de legalismo, porque
apunta a la sanidad y restauración que viene de estar en una relación cercana con Jesús.

Jesús vino a ser la salvación de Dios: esencialmente cuando él reveló lo que es
esta salvación. No es un proceso mecánico o algún negocio jurídico objetivo, sino la
relación de las personas. La salvación es subjetiva en el sentido de que se aplica a
nosotros y también dentro de nosotros, y no en algún lugar “allá afuera.” Quienes ven la
salvación efectuada a través de la cruz de Jesús como una preocupación por nuestra
posición legal ante Dios, ven el acto como una ceremonia. Como lo señaló alguien que
una vez se suscribió a este punto de vista legal: el sacrificio de Cristo en la cruz podría
haber ocurrido en el otro lugar del Universo y habría tenido el mismo efecto. Pero la
verdad es que Jesús murió aquí en la cruz. No era una especie de rito o ritual al que tuvo
que ser sometido para proveer un reajuste legal de los pecadores ante Dios. Por el
contrario, la cruz dice y significa algo muy diferente.

Por encima de todo, la revelación de Dios de la salvación a través de Jesús se
expresa en términos de sanidad divina del individuo dañado por el pecado. Sin duda no es
casualidad que Jesús haya sido anunciado como el que hace conocer a Dios (Juan 1:18),
Jesús pasó la mayor parte de su ministerio en actos de sanación física. Jesús dijo a los que
le rodeaban: “Cuando me ven a mí, están viendo al que me envió” (Juan 12:45 FBV) y
“Si me hubieran conocido, también habrían conocido a mi Padre. A partir de ahora, lo
conocen y lo han visto… El que me ha visto, ha visto al Padre.” (Juan 14:7, 9 FBV)
Pero hay algo mucho más importante aquí. Como ya se ha señalado, el método
principal de Cristo para mostrar a Dios al mundo era a través de los actos de sanación.
“Dondequiera que iba, en los pueblos, en las ciudades o en el campo, ponían a los
enfermos en las plazas y le rogaban a Jesús para que dejara que los enfermos tocaran
apenas el borde de su ropa. Todos los que le tocaban eran sanados.” (Marcos 6:56 FBV).
Todo queda perfectamente claro. Una maravillosa descripción de la importancia de
sanación en la vida de Cristo.

Pero esa palabra “sanado” en este texto oculta una verdad mayor. ¡El verbo es la
palabra griega sozo, que es exactamente la misma palabra se usa para describir la
salvación! Así que la descripción que hace Mateo de Jesús podría ser traducida como “él
salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mat. 1:21 FBV). ¿Por qué? Porque en este caso la
palabra usada para “salvar” es sozo también.

La idea de que la salvación significa sanación es esencial para una comprensión
adecuada de la vida y ministerio de Jesús. Cuando el ciego Bartimeo grita a Jesús,
pidiéndole que recibiera la vista, Jesús responde: “Puedes irte. Tu confianza en mí te ha
salvado” (Marcos 10:52 FBV). ¿“Sanado”? Bueno, podría también ser “salvado” pues
nuevamente la palabra es sozo. Por medio de su sanación fue salvado; fue sanado al
recibir la salvación de Dios.

A medida que Jesús camina hacia la casa de Jairo, vienen los mensajeros para
informarle que no se molestara en continuar su misión. La chica había muerto. Pero Jesús
se dirige a Jairo y le dice: “No tengas miedo. Si crees, ella será sanada.” (Lucas 8:50
FBV). La niña estaba muerta, ¿y Jesús habla de sanación? Sí, dice Jesús, ella puede ser
rescatada de la muerte por Jesús, el Dador de la vida, puede ser salvada de la muerte. Y
con el fin de ser salvada, ella tendría que ser hecha nuevamente, salvada de nuevo,
totalmente curada. La curación es una la salvación de nuevo, como lo demuestra el texto
al usar una vez más la palabra sozo.

Este significado esencial de la salvación como sanación se demuestra mejor
mediante aquellas palabras de Jesús a la mujer sanada de un sangrado: “Hija, tu fe te ha
salvado, vete en paz.” (Lucas 8:48 FBV). Tan solo un capítulo antes de este se registra a
Jesús diciéndole a la mujer que ungió los pies: “tu fe te ha salvado, vete en paz.” (Lucas
7:50 FBV). En el griego, el anuncio de Jesús a las dos mujeres es idéntico, ya que utiliza
la palabra sozo que se traduce como “salvado” o “sanado”, como lo dicta el contexto.
En consecuencia, ese famoso versículo en Efesios 2:8 que describe la salvación de
Dios podría tener la palabra “salvo” sustituido por “curado”: “Porque por gracia ustedes
han sido sanados, por fe…” O, en otras palabras, “por la gracia de Dios ustedes han sido
sanados, por la fe en Dios.”

Eso es lo que Jesucristo vino a hacer. Vino a ganar nuestra confianza para que
gracias a su naturaleza amante el pudiera entonces sanarnos (salvarnos). Esta naturaleza y
deseo se ilustra a través de los muchos milagros de sanidad, restauración y curación que
hizo Jesús durante su ministerio, revelando así que él quiere sanarnos, no solo
físicamente, sino también espiritualmente.
Como dijo Jesús a los sistematizadores religiosos de su tiempo, preocupados por
la salvación judicial y forense: “El pecado de ustedes (esa enfermedad mortal) sigue.” La
preocupación por las exigencias legales, el pago legal y las consecuencias jurídicas
conllevan a la peor clase de legalismo: hacen legal la cruz de Cristo. ¡Incluso los fariseos
no pudieron con eso!

Concentrarnos en las penas y castigos judiciales y expiatorios y las penas legales
significa que somos incapaces de ver la cruz como el remedio para el pecado como
actitud, en lugar de verla como algún tipo de compensación legal por el pecado como una
acción externa. Porque si no llegamos a aquel que nos puede sanar, si no aceptamos su
don de la vista, y si permanecemos ciegos, guiando a otros ciegos y todos caemos en la
zanja (ver Mateo 15:14), entonces, ¿cómo puede ayudarnos Dios?

Como dijo Dios a su pueblo de la antigüedad: “Yo soy Jehová tu sanador.”
(Éxodo 15:26 NVI). Esta es la salvación, la curación de todas las heridas del pecado, la
curación de la enfermedad del mal, la restauración a la plena salud espiritual: ser hechos
nuevamente a su imagen gloriosa. Esta es su salvación, demostrada plena y libremente en
Jesús y puesta a disposición de todos los que la quieran. Esta es su salvación traída a
nosotros por Dios mismo, mientras colgaba de la cruz.
La salvación es sanación.

Comentarios de Elena de White
¿Por qué no estamos dispuestos a confiar en Aquél que creó al hombre, Aquél que
tiene el poder, con un toque, con una palabra, con una mirada, sanar toda enfermedad?
¿Quién es más digno de nuestra confianza que Aquel que ha hecho un sacrificio tan
grande para lograr nuestra redención? Nuestro Señor nos ha dado instrucciones definidas
a través del apóstol Santiago en cuanto a nuestro deber en caso de enfermedad. Cuando la
ayuda humana falla, Dios será el ayudante de su pueblo. “¿Está alguno enfermo entre
vosotros? llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el
[Santiago 5 14, 15] Si los que profesan ser seguidores de Cristo, con pureza de corazón,
ejercitaran semejante fe en las promesas de Dios, al descansar sobre las agencias
satánicas, se darían cuenta, en cuerpo y alma, del poder vivificante del Espíritu Santo.
Y Santiago dice: “Recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío,
lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados” Santiago 5:20. Cada ministro tiene
el compromiso de unirse con sus hermanos en extender la invitación: “Vengan, porque ya
todo está listo.” Cada uno ha de animar al otro a hacer el trabajo de todo corazón. Una
iglesia viva extenderá invitaciones sinceras. Las almas sedientas serán conducidas hasta
el agua de la vida. {Review and Herald, 19 de agosto de 1902}

Jonathan Gallagher escuela sabaticaPreparado y Escrito por:  © Jonathan Gallagher 2014
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
2 comments… add one
  • Buen aporte. Siempre leo sus comentarias y me sirven de apoyo. Gracias

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    • Este material me ayudan a entender mejor el mensaje de la lección. FELICITACIONES!!

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