Jonathan Gallagher Lección 1 La restauración de todas las cosas (3T 2016—La Iglesia en la Comunidad)

La restauración de todas las cosas (3T 2016—La Iglesia en la Comunidad)

Textos bíblicos: Génesis 1:26, 27; Deuteronomio 6:5; Génesis 3:8–19; Santiago 4:4;
Gálatas 4:19; Marcos 2:1–12; Juan 10:10.

Citas
• Los escritores del Nuevo Testamento también ubicaron sus análisis teológicos de pasajes específicos dentro del contexto más amplio del “gran tema central” múltiple o una meta-narrativa de la Escritura como se describe en las páginas introductorias y en las páginas finales de la Biblia (Génesis 1–3; Apocalipsis 20– 22): LA creación y el diseño divino original de este mundo; el surgimiento del conflicto cósmico moral (La Gran Controversia) sobre el carácter de Dios, en el escenario del Santuario; el plan de redención/restauración centrado en Cristo y su obra expiatoria; y el juicio escatológico y fin del pecado en el momento cumbre de la historia. Richard M. Davidson
• A lo largo de toda la historia, nadie ha sufrido más que Dios. Él ha sufrido porque sus propios hijos se alejaron de él. Y desde la Caída, Dios ha estado trabajando incansablemente por la restauración de la humanidad. La gente no conoce este aspecto apesadumbrado de Dios. Sun Myung Moon
• Nuestra caída fue, ha sido y siempre será que no estamos satisfechos en Dios y con lo que él nos da. Deseamos algo más, algo distinto. Ann Voskamp
• Marx estaba equivocado: el celo, el orgullo, las fuerzas emocionales son tan influyentes sobre nuestras acciones como lo es el hambre y la necesidad. Ellas pueden explicar toda la historia, y la caída del hombre desde el principio. Eugene Ionesco

Para debatir
¿Por qué es tan obvio que necesitamos un cambio y una restauración? ¿Cómo percibimos este mundo triste y doloroso en el que vivimos? Como iglesia, ¿cuál es la mejor manera de participar en “la restauración de todas las cosas”? ¿Cuál es el evangelio que queremos dar a conocer cuando intentamos relacionarnos con la comunidad? ¿Cómo pensamos que va a ser la conclusión del Gran Conflicto?

Resumen bíblico
Génesis 1:26, 27 nos da una clara descripción de cómo fuimos hechos a imagen de Dios. Lamentablemente, esta imagen fue dañada a causa de la Caída (Génesis 3:8–19). Tomemos tiempo para leer una vez más este relato, pues a veces podemos creer en cosas que no ocurrieron (como que el fruto era una manzana, por ejemplo, o aún más
importante que no entendamos cuál era el problema en realidad). Se nos hace el llamado de “Ama al Señor tu Dios con toda tu alma y con toda tu fuerza” en Deut. 6:5 NIV. Ha sido nuestra elección ser enemigos de Dios (Santiago 4:4). No obstante, podemos nacer de nuevo y así Cristo se forma en nosotros (Gál. 4:19). En Marcos 1: 1-12 se nos explica que el verdadero perdón por el pecado es la sanidad espiritual. Jesús nos dice: “El ladrón solo viene a robar, matar y destruir. Yo he venido para traerles vida, una vida abundante.” Juan 10:10 FBV.

Comentario
La Caída nos deja claro que la ruptura de la confianza causa una relación rota con Dios, y precisamente en eso consiste el pecado. Nuestros primeros padres eligieron creerle a la Serpiente y no a Dios, y luego salieron corriendo para ocultarse de su amoroso Señor. La única manera en la que podemos ser salvos, entonces, es volviendo al
Señor para que nos sane y nos transforme, siendo hechos una vez más a su imagen y que así pueda curar los resultados de nuestra naturaleza caída y de nuestras elecciones de pecado. Solo cuando nazcamos una vez más espiritualmente podemos estar en armonía con Dios y vivir con él para siempre. La verdadera restauración llega hasta el corazón, y se fundamenta en una disposición a ser re-creados, a ser transformados, a ser sanados. Esto es lo que Dios está tratando de enseñarnos, que hay “un camino de regreso a Dios de los oscuros caminos del
pecado,” que puede existir una completa restauración y que podemos llegar a ser sus hijos como él lo quiso desde un comienzo.
Dios se entregó a sí mismo a nosotros—ese es el significado de la vida y muerte de Jesús—y el sacrificio no se trata de saldar cuentas con una deidad de estilo pagano sino de ser el medio por el que podamos ser salvados, como parte de la respuesta de Dios al universo en cuanto a los problemas que implica la Gran Controversia. Restauración.
Sanación. Salvación. La restauración de la imagen de Dios en nosotros. Eso es lo que Dios más desea, no hacernos venir y decir “por favor, perdóname” y que cuando ya estemos perdonados sigamos en nuestro camino egoísta y de maldad. ¡Dios está mucho más interesado en quitar nuestras ganas de pecar que simplemente borrar nuestros pecados específicos! El énfasis que hace el evangelio es este: que volvamos a estar en armonía, en acuerdo y en unidad con Dios, por Dios; no por la provisión de un “derecho” sino por medio de una relación restaurada, porque fue eso precisamente lo que se dañó por causa de la caída. Esta perspectiva no es legal en absoluto, pues la amistad no se basa en el seguimiento de normas y requisitos. El amor no se puede exigir, sino pedir. Y Dios nos
conoce muy bien, conoce hasta nuestros pensamientos (Salmos 139:2), y por eso nos hace partícipes de la única forma en que podrá funcionar. La restauración que trae armonía indica que Dios está procurando demostrar su verdad y justicia, no exigiendo una revisión legal sino por medio de una experiencia personal con aquellos que dudan de él. Al final todos podrían aceptar que Dios ha actuado legalmente de manera correcta (lo que de hecho es un aspecto de la Gran Controversia), pero no sería amado universalmente. La armonía no es en principio una
decisión sobre los hechos o las acciones de Dios, sino sobre si un individuo quiere responder al bondadoso Dios que se revela en tales acciones.

Comentarios de Elena de White
Desde los días de Adán hasta los nuestros ha habido una sucesión de caídas, cada una mayor que la anterior, en todo tipo de crímenes. Dios no creó una raza de seres tan desprovista de salud, belleza y poder moral como ahora existe en el mundo. Males de toda clase se han incrementado terriblemente sobre la raza humana. Eso no ha ocurrido
por la providencia especial de Dios, sino directamente en contra de su voluntad. Ha sobrevenido por el desprecio del hombre de los mismos medios que Dios ha ordenado para protegerlo de los terribles males existentes. {La Temperancia, p. 202} La expiación no es una simple manera hábil de que nuestros pecados sean perdonados; es un remedio divino para curar la transgresión y para la restauración de la salud espiritual. Carta 406, 1906. {6BC 1074}
El éxito que podamos tener en hacer el bien a otras almas, dependerá de la comprensión que estas tengan acerca del amor y el aprecio que sentimos por ellas. El medio seguro que Cristo utiliza para restaurar la dignidad perdida del hombre, es mostrar respeto por el alma abrumada. El compartir ideas sobre lo que esa alma puede llegar a ser,
es de más valor de lo que se cree. —Fundamentals of Christian Education, 281. {Hijas de Dios, p. 139} Jesús conoce las circunstancias que rodean a cada alma. Tú puedes decir: Soy pecador, muy pecador. Puedes serlo; pero cuanto peor seas, tanto más necesitas a Jesús. Él no se aparta de ninguno que llora contrito… Ordena a toda alma temblorosa que cobre aliento. Perdonará libremente a todo aquel que acuda a él en busca de perdón y
restauración… {AG 118}

Preparado y escrito por © Jonathan Gallagher 2016
Traducción: Shelly Barrios De Ávila.

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