El cruce israelita del río Jordán nos recuerda su cruce anterior del Mar Rojo en tierra seca. Una vez más, al seguir la guía de Dios, representada simbólicamente por el arca del pacto esta vez, se les hizo saber que Dios continuaría salvándolos milagrosamente de sus enemigos, tal como lo había hecho en el pasado. Israel necesitaba este refuerzo de fe adicional para la difícil tarea que tenían por delante en Canaán.
Dios entiende lo corta que es nuestra memoria y la facilidad con la que nos distraemos. Por lo tanto, establece formas en que podemos conmemorar los eventos, para recordarnos Su poder para ayudarnos a superar nuestras pruebas.
Además de las historias contadas de generación en generación, a veces instruyó que se colocara una pila de rocas o algún tipo de monumento físico. Un memorial podría incluso ser uno de tiempo, como el sábado y otras fiestas anuales. Continuamos obteniendo una bendición de los recordatorios de Dios de Su amor eterno.
