Pablo había anunciado el evangelio a ellos antes de otras personas, y ellos habían entendido y recibido con alegría, como si Pablo fuera un ángel. ¿Acaso, por haber hablado la verdad a los gálatas, por lo que habría sido enemigo de ellos? Pero así es hoy: quien exhorta hablando a la verdad, muchas veces es visto como enemigo. Así será cada vez más. Al final de los tiempos, después del decreto dominical, nuestros peores enemigos serán muchos de nuestros hermanos en la fe. Aquellos que desencadenaron a los gálatas tienen celo por lo que es erróneo (así como Pablo tenía, antes de convertirse). Pablo conocía el celo equivocado, él fuera de esa clase.
Por fin, Pablo desearía estar con ellos, para hablar en otro tono de voz de lo que había usado cuando al principio los había enseñado la verdad. Por cierto los reprendería en un tono más alto e incisivo. Se sentía doloroso, o, profundamente preocupado por lo que estaba pasando. La palabra que usó, al menos en esa traducción, fue perplejidad.
Gracias por este repaso maravilloso!!!!!!!!Bendiciones hermanos……..