Aquí está la justificación de la ley en el Sinaí, especialmente de los diez mandamientos, pero también de la ley ceremonial. Ella fue dada para que si tuviera la ley del amor más detallada y bien organizada, y sobre todo para que los seres humanos supiesen cuán lejos están lo que el amor requiere, cuánto somos pecadores y merecedores de la muerte. Sin embargo, estamos tan distantes que ni siquiera imaginamos, incluso hoy. Y también la ley fue dada para que percibimos cuánto carecemos de un Salvador, que sin Él, jamás podríamos librarnos de la condenación por la muerte. Y sin el amor de Dios, no habría solución para el pecado, sino la extinción de toda la raza humana. El amor que Dios es, resolvió todo de la manera más simple imaginable, pero costó caro al Hijo de Dios.
Escuela Sabática Texas USA Lección 6: “Adán y Jesús” Sábado 11 de noviembre.
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