Sólo un discípulo se le da autoridad y poder de lo alto. Dios nunca denigraria a su santo nombre, a través de mal ejemplo de la vida, de un supuesto seguidor, dándole el poder legítimo de lo alto. Imaginemos, por ejemplo, un poderoso predicador que hace milagros en el nombre de Jesús, pero al mismo tiempo es corrupto. Dios Nunca designaria como su descípulo, porque por sus obras será conocido quién es quién.
excelente repaso…sin duda de bendición….