La cruz era para los romanos locura. En el caso de los elementos que no tenían más condiciones de vivir en sociedad, equivalía hoy la pena de muerte donde existe, como la silla eléctrica, tiro en la nuca, horca, pelotón de fusilamiento, envenenamiento por gas, inyección letal, etc. Pero en aquellos tiempos, la cruz era más mal vista que esas formas de eliminación de la vida hoy.
Para los judíos, la cruz era una vergüenza, una humillación, un tropiezo. Quien fuera condenado a morir en la cruz, no merecía ni un sepulcro digno, su nombre era recordado como un patio de la sociedad. Fue por milagro que después de la cruz muchos siguieron a Jesús, así como fue extraño tenerlo sepultado en una tumba de rico. Por supuesto, JESÚS pasó por la cruz y la sepultura, resucitó, dejando los aspectos negativos en el lodo. Él venció la cruz y su significado.