Jesús fue tan golpeado después del maltrato de los soldados que tuvieron que reclutar a un transeúnte para que llevara Su cruz al Gólgota, el lugar de la ejecución. Simón de Cirene (en algún lugar del norte de África) fue elegido para esta desagradable tarea.
Se nos ahorran muchos detalles sobre el método de crucifixión, pero la historia nos dice que fue la forma de ejecución más cruel en ese momento, o tal vez incluso en cualquier momento de la historia.
La afirmación de Jesús de ser el Mesías recibió la mayor atención jamás, debido a la acusación colocada encima de Él mientras colgaba de la cruz. La inscripción decía: ‘El Rey de los judíos’. El secreto había salido a la luz… Él era de hecho su Rey.
Fue el Rey del Universo quien hizo que el velo del templo entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo se rasgara sobrenaturalmente de arriba a abajo (Marcos 15:38). Todos tenemos acceso a Dios ahora, a través del sacrificio de Su amado Hijo. Su voluntad no era perdonar a Su Hijo, sino salvar al mundo del pecado.